El alza en los países emergentes, con pies de barro
A comienzos de año, la estrategia de inversión en los mercados emergentes se podía resumir en una palabra: no.
Sin embargo, las acciones de países emergentes han subido casi 13% en las últimas ocho semanas debido principalmente a que la llegada del demonio que las acosaba, el alza de las tasas de interés en Estados Unidos, probablemente ha sido aplazada. Monedas y bonos también han repuntado, brindándoles a ciertos países y empresas la oportunidad de prepararse para tasas más altas.
Aunque la prórroga podría ser temporal. Los retos varían de un país a otro y es probable que temas como altos niveles de deuda, debilitamiento de las monedas, crisis políticas o dependencia de las exportaciones de materias primas regresen a primera plana en los próximos meses, vaticinan inversionistas y analistas. "Gran parte del mundo emergente sufre una resaca y países individuales tienen problemas muy específicos que deben abordar", dijo Paul McNamara, gestor de portafolio de deuda emergente de GAM, quien supervisa US$6.000 millones en activos.
McNamara afirma que problemas específicos de cada país podrían ser más importantes a la hora de impulsar economías y mercados que la prevista alza de tasas en EE.UU. Se estima que la Reserva Federal (Fed) comience a subir las tasas más adelante este año o a comienzos del próximo. La brusca desaceleración de la economía estadounidense probablemente aplazará la subida de tasas y un alza en junio parece improbable. El Departamento de Comercio informó el miércoles que el Producto Interno Bruto apenas creció 0,2% anualizado en el primer trimestre, tras haberse expandido 2,2% en el cuarto trimestre y 5% en el tercer trimestre de 2014.
Inversionistas y analistas indican que el desempeño de las divisas refleja mejor los fundamentos económicos que el de las acciones.
El Índice de Divisas de Mercados Emergentes MSCI había subido 4,7% desde mediados de marzo hasta el martes, pero sigue 3,5% por debajo del nivel de hace seis meses. Los países cuyas economías se deterioran, como Turquía, Malasia y Sudáfrica, han registrado un alza limitada.
El aumento en los precios de las acciones, en cambio, ha sido impulsado por países como China, pese al debilitamiento eco-nómico. Las acciones de la Bolsa de Shanghai han ganado 38% este año, a pesar de la desaceleración de la economía y las menguantes ganancias corporativas. Este mes, el país sufrió la primera cesación de pagos de una empresa estatal cuando Baoding Tianwei Group, un fabricante de equipos eléctricos, no realizó un pago de su deuda.
Otros mercados emergentes con problemas han sido afectados por la caída de los precios de los commodities, que se suma a un deterioro de sus fundamentos económicos. Escándalos de miles de millones de dólares en dos empresas estatales han intensificado la presión sobre los gobiernos de Brasil y Malasia. La bolsa brasileña cerró el miércoles 11% por encima de su nivel un año antes, pero el real acumula un descenso de 10,3% en igual lapso.
En Indonesia, persistentes déficits fiscales y de cuenta corriente llevaron el mes pasado a la moneda a su menor nivel desde la crisis asiática. La lira turca también ronda niveles mínimos en medio de la agitación política.
Los mercados emergentes no sólo se han beneficiado del tiempo que se ha tomado la Fed para subir las tasas, sino también de los gigantescos planes de estímulo monetario en Europa y Japón. Esta andanada de dinero ha llevado a los inversionistas a buscar retornos más altos en las economías emergentes.
Las empresas y los gobiernos de los países emergentes han colocado US$473.000 millones en bonos en 2015, apenas 12% menos que en igual período de 2014, según BNP Paribas. Las tasas han estado cerca de sus mínimos en muchos de estos mercados.
Como contraste, el crecimiento en los mercados emergentes ha caído a su menor nivel desde 2009, debido a exportaciones débiles y menores precios de los commodities. El Fondo Monetario Internacional prevé que América Latina y el Caribe se expanda 0,9% en 2015, su crecimiento más lento desde 2002.
Incluso la caída de las monedas, que habitualmente apuntala las manufacturas al abaratar las exportaciones, no ha impulsado a algunas economías. La actividad fabril en China cayó la semana pasada a su menor nivel en un año, mientras que la producción del sector privado en Brasil registró su descenso más acelerado en seis años. Una seguidilla de recortes de tasas no ha estimulado el crecimiento en países como Turquía, China y Tailandia.
"Prevemos ver mucha más volatilidad en los mercados emergentes, en especial en países como Turquía, Sudáfrica y Brasil, que enfrentan sus propios problemas", manifestó Benoit Anne, responsable de estrategia global de mercados emergentes de Société Générale SA. Koon Chow, estratega de Union Bancaire Privée en Londres, dice que la volatilidad actual "se trata más que nada del débil crecimiento subyacente y un resurgimiento de las preocupaciones sobre China, combinados con algunos problemas específicos de los países". "La Fed y el factor EE.UU. son sólo una parte", sentenció.
—Jon Hilsenrath y Jeffrey Sparshott contribuyeron a este artículo.