De qué hablan los empresarios en los pasillos: el affaire Insaurralde, polémicos faltazos y el dólar
El escándalo del caso del jefe de Gabinete bonaerense, las ausencias de Milei y Massa, y la corrida del tipo de cambio libre marcaron la conversación de pasillo del encuentro empresarial
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MAR DEL PLATA.- La fresca anécdota lo seguía por los repletos pasillos de °59 Coloquio de IDEA por donde se paseaba el intendente en las primeras horas de la tarde. Un día antes de que comenzara el encuentro empresario, se había realizado el debate de candidatos en Mar del Plata. “Yo, al barco que me subí es el Luigi, de Tony Solimeno [un reconocido empresario marplatense], en la base naval y la única Marbella que conozco es la fábrica de conservas de acá, de Mar del Plata”, cerró Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredón en alusión al escándalo que involucra a Martín Insaurralde. Enfrente lo escuchaba, sin poder dar una respuesta, la camporista Fernanda Raverta.
La tenebrosa historia del Yate Bandido, Sofía Cerici y el ex jefe de Gabinete de Axel Kicillof era un tema central de conversación, al que se sumaba la enorme incertidumbre que envuelve a la economía de cara a las próximas elecciones presidenciales, y cuya síntesis -en medio de los desequilibrios económicos de arrastre- era la disparada del dólar.
“Esto va a ser peor”, dijo a LA NACION Juan Nápoli, candidato a senador por La Libertad Avanza. “Con incertidumbre electoral, tipo de cambio fijo, alta inflación, si no ajustás vos te ajusta el mercado”, dijo el banquero mientras salía de Sheraton. “Estábamos más cerca en las encuestas después de las PASO, pero ahora nos volvimos a abrir”, contó luego. “¿Por el dólar o Insaurralde?”, preguntó este medio. “Por todo. Nosotros no tenemos que hacer nada”, cerró.
La visita de Nápoli se dio en medio de una de las grandes polémicas del Coloquio de IDEA: la decisión de Javier Milei, el gran ganador de las PASO, de negarse a venir. Pero el libertario no sólo tomó esa decisión, sino que organizó un almuerzo para un centenar de empresarios el jueves al mediodía, o sea, a la misma hora que Patricia Bullrich se presenta en IDEA. La competencia de audiencias empresarias estará que arde. “Le cambiaron tres veces el día y la hora, y chocó con la agenda de su campaña”, contaron cerca de Sergio Massa, que tampoco llegaría al encuentro empresario. El debate por el cronograma en las presentaciones entre Milei, Massa y Bullrich terminaron empantanando la afluencia de los candidatos.
Milei se presentará el jueves a las 13 en el restaurante Furia. “Almuerzo con 50 empresarios (parece que habrá más). Con representantes de bancos, industriales, laboratorios y pymes. Es un evento privado armado hace meses y a puertas cerradas, como varios que se hacen en paralelo a IDEA”, decían cerca del libertario.
La otra polémica fue menor y para los que siguieron los detalles del arranque. Fue un desliz “in fraganti” de Santiago Mignone, presidente del °59 Coloquio de IDEA y encargado de los discursos iniciales del encuentro empresarial.
Emociones encontradas
Como un oxímoron, el mix de sensaciones en los pasillos del hotel incluían la paralización -el wait and see- ante las elecciones con el vértigo con el que se mueve la escena económica. “Es muy complicado”, dijo Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical. “No podés pretender tener un paciente en terapia intensiva para siempre. En algún momento le sube la temperatura”, metaforizó sobre el salto del blue. Luego mencionó una preocupación que comienza a embargar a varios empresarios: un triunfo de Milei en las elecciones, pero un fracaso de su gobierno por la falta de apoyo político puede atraer en un corto plazo un backlash populista y un alejamiento de las ideas liberales, lo que consideran un drama.
“Improbable no hay nada después de un 12% [de inflación] en agosto”, advirtió Belocopitt cuando se le preguntó por una hiperinflación. “Las cosas se pueden poner peor”, señaló y alertó: “Para el 10 de diciembre falta mucho tiempo”.
“Es un comportamiento precautorio ante las elecciones que se aproximan. Eso, combinado a la expansión fiscal que viene generando Massa alimentan la caída en la demanda de dinero”, explicó un hombre del mundo financiero privado desde el anonimato. “Hacia adelante el mercado ve ajuste, Massa sigue emitiendo y está dando vueltas la dolarización. En ese contexto todos buscan cubrirse ahora porque mañana va a ser más caro”, avizoró.
“La situación está muy complicada”, agregó Javier Goñi, CEO de Ledesma. “Esto no ayuda [por el dólar] y presiona más al nuevo gobierno que llegue. Será necesario un mensaje muy claro, un plan que dé tranquilidad y perspectiva de futuro”, agregó el directivo. Unos pasos atrás, Oscar Andreani coincidía con el diagnóstico.
‘Esta reunión refuerza nuestra convicción que de la mano del sector privado Argentina puede inaugurar una nueva fase de desarrollo económico y social. El desafío es que logremos ordenar nuestra macroeconomía y fortalecer las instituciones”, estimó Jaime Campo, presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
“Esto se va a ir a precios”, advirtió un economista, que pidió hablar en off the record. “No creo que te lleve puesto el oficial en un mes. Pueden tomar depósitos, encajes, frenar del todo las importaciones. Son todos mecanismos negativos que te suman inflación, recesión y, sobre todo, psicosis”, agregó resignado. Parado dentro del auditorio, Roberto García Moritán le dijo a LA NACION: “Este dólar refleja la credibilidad de nuestro ministro de Economía”. A eso le sumo las dificultades de Bullrich en la campaña y el despegue de Milei en las PASO.
En una ronda de banqueros, el dólar a $900 fue el tema por excelencia. “¿Subirán las tasas?”, pregunto este cronista. “Ya no sirve para nada”, contestó uno de ellos. “Las expectativas ya se escaparon y subir la tasa en este tiempo no va a contener el pase de pesos a dólares”, completó. Otro de ellos se apuró a precisar. “Lo único que pueden hacer es poner plata en el mercado para contener la suba. Pero cuidado, el Central ya pone tres cifras por día”.
El affaire Insaurralde
“Es un gran putaniero (sic)”, describió Cristiano Rattazzi sobre Insaurralde. “Pero ese no es el problema; si lo hace con su plata todo bien. El tema es que no sabemos con la plata de quién lo hizo”, agregó el empresario. “Es obsceno”, se agarró la cabeza un empresario, al que lo preocupó el resultado del relevamiento de un móvil de Radio Mitre en Lomas de Zamora la semana pasada. “Le preguntaron a un cartonero qué le parecía lo de Insaurralde y dijo que era ‘tremendo’, y después lo consultaron sobre a quién iba a votar. Dijo que a Massa. Parece que le pega más a Kicillof que al ministro”, dedujo perplejo por la capacidad de Massa de despegarse de los innumerables frentes abiertos que tiene en la campaña presidencial.
“La política es una porquería y por eso no salimos”, cuestionó un hombre de una importante empresa de servicios. “Pero, vamos, no es una sorpresa. Muchos sabían cómo vivía Insaurralde”, criticó. “¿Quién gana con esto?”, preguntó LA NACION. “Así se comporta la casta; esto favorece a Milei”, cerró un importante industrial, algo desanimado.
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