El Gobierno espera que el acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE esté operativo en un año y medio
Solo 11 días pasaron de la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea y el Gobierno ya comienza a trazar la agenda que viene con plazos concretos. Tanto desde la Cancillería como del Ministerio de Producción confían en que, en un año y medio, es decir, en 2021, la Argentina podrá estar comerciando con el Viejo Continente según los nuevos términos. Así lo confirmaron los ministros de las respectivas carteras, Jorge Faurie y Dante Sica, en un encuentro con periodistas.
Según los funcionarios, alcanza con una "aprobación provisional" del aspecto comercial del tratado para arrancar con la aplicación del nuevo texto, con los correspondientes aranceles previstos para cada tipo de producto. También será la línea de largada para los plazos que prevén las canastas de desgravaciones, algunas de las cuales llegan hasta los 15 años.
Por "acuerdo provisional" se refieren a que el texto debe estar aprobado por el Parlamento de la Unión Europea y por los cuatro países del Mercosur, pero no hace falta esperar a que pase por los 28 congresos de los países europeos. Este último paso sí dará un marco "definitivo" y es también condición necesaria para los aspectos que no están vinculados al comercio en sí (como pueden ser el ambiental, el político o el institucional).
"El acuerdo ya está redactado y finalizado; falta la depuración legal. Esperamos que se publique antes de que termine el receso del verano europeo", dijo Horacio Reyser, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, quien también estuvo presente en el encuentro.
Pero la Argentina también buscará acelerar la puesta en marcha del tratado llevando una propuesta al resto de los países del Mercosur: planteará que no sea necesario que los cuatro poderes legislativos aprueben la norma, sino que o bien alcance con tres o dos, o que incluso cada nación arranque por su cuenta una vez sancionada la ley en su territorio. "También debemos tener una reunión específica para sentarnos a distribuir las cuotas intra Mercosur", dijo Faurie.
En esta línea, en el Gobierno buscarán ingresar el proyecto en el Congreso el 10 de diciembre próximo, confiados en que el oficialismo ganará las elecciones. "Creemos que para esa fecha podremos remitir al Parlamento el acuerdo cerrado", enfatizó Faurie, quien se mostró optimista en que será aprobado porque "está en la voluntad de los argentinos".
"Además porque trabajamos con todas las provincias para que todas las economías regionales entren en el acuerdo y se beneficien", añadió Marisa Bircher, secretaria de Comercio Exterior.
De hecho, tanto Faurie como Sica y sus equipos se reunirán mañana por la tarde con los 24 ministros de Producción provinciales para presentarles un informe que detalla cómo impactará el acuerdo en cada región y qué beneficios tiene para cada economía regional. Se trata de un paper elaborado por la Secretaría de Transformación Productiva que analiza a fondo sector por sector.
Respecto de qué podría pasar si en las próximas elecciones gana la oposición, Sica dijo: "Sería deseable que no se deje de lado un acuerdo que es una gran oportunidad".
De hecho, para el ministro de Producción, las bondades de este tratado comenzarán a verse en el corto plazo en un aspecto en particular: las inversiones. Según Sica, si bien no se puede calcular un monto específico, sí se puede observar qué sucedió en casos similares, y citó el ejemplo de México, donde las inversiones directas provenientes del continente europeo se triplicaron en diez años, tras la firma de un acuerdo. Hoy en la Argentina el stock de inversiones europeas es de US$32.000 millones.
Sica también calcula que el tratado podría tener un impacto positivo de entre un 10% y 20% sobre la tasa de crecimiento. Por ejemplo, si se está previsto crecer un 3%, pasaría a ser de 3,3%.
En estos 11 días, dijeron los ministros, ya tuvieron 25 reuniones con cámaras sectoriales para contar los detalles de cada sector y "derribar mitos", como aquél que dice que "se entregó al sector industrial en beneficio del agrícola" o que "en el sprint final se acordaron cuestiones que no estaban previstas".
"No hay sector que no conozca en qué canasta está. Hicimos un relevamiento de todas las sensibilidades", puntualizó, y citó como ejemplo la industria textil, uno de los sectores "más sensibles". "Ellos propusieron reglas de origen y en qué canasta querían estar. Hicieron su propia propuesta con los europeos y la incluimos en el acuerdo", contó.
En cuanto a la competencia entre el país, en particular, y el Mercosur, en general, con la Unión Europea, Sica dijo que el foco no está en los precios sino en la calidad. "El promedio de los precios de exportación de la Unión Europea entre un 50% y un 100% más altos que los del Mercosur. El desafío está en la calidad", explicó.
Sin embargo, el ministro admitió que en el corto plazo los niveles actuales de tasas "dificultan la inversión" y volvió a ratificar que diciembre de 2020 quitarán las retenciones que anunció en septiembre último.
Los funcionarios volvieron a destacar que con la firma del acuerdo se abre un mercado de más de 800 millones de habitantes, que representa el 35% de las exportaciones globales y que suma el 24% del PBI mundial. Además, la Unión Europea es el segundo destino de exportación, con US$9000 millones de intercambio, y el principal inversor (US$32.000 millones).
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