Dólar. El acuerdo achicó la brecha, pero aún no aplacó la demanda
La noticia del acuerdo del Gobierno con los acreedores llevó alivio al mercado cambiario, pero aún no influyó en la sobrecalentada demanda de dólares, que se mantuvo con la inercia típica de las primeras jornadas del mes, coincidieron en explicar a LA NACION en cinco grandes bancos privados consultados.
Aun así, se espera que el golpe que la novedad aplicó a las brechas cambiarias, al derrumbar 6% la cotización del dólar paralelo y entre 3,4% y 5% la de los dólares financieros (CCL y MEP), ayude en adelante a aplacar algo la pulsión dolarizadora, aunque solo en la medida que junto con la concreción de los canjes el Gobierno defina una hoja de ruta que permita a la economía ir recuperando previsibilidad.
"La noticia sin duda ayudará a achicar la brecha y a calmar por esa vía la fiebre por el dólar, que recrudeció fuerte en los últimos meses por algunos días. Pero el acuerdo con los bonistas es en realidad un paso necesario pero no suficiente para acabar con la desconfianza hacia el peso. En la medida en que no haya planes en materia fiscal y monetaria y que no baje la financiación del déficit con emisión, el alivio será solo pasajero", sostiene la economista Julia Segoviano, de la consultora LCG.
"La novedad impacta y ayuda en el plano cambiario, pero solo en el corto plazo. Hay brecha porque hay cepo extremo, inflación y mucha incertidumbre. Las dos primeras no las eliminás con este acuerdo, si bien reduce algo la incertidumbre", coincidió el consultor Iván Carrino, que dirige IC&Asociados, una empresa de investigación y asesoría económica y financiera.
Para Walter Morales, presidente de Wise, consultora en economía, finanzas y estrategia, la brecha "se va a reducir". "No descarto que el MEP vuelva a cotizar en el rango de $100/$105, como lo tuvimos no hace mucho. Después hay, obviamente, un ajuste que se va a seguir dando en términos inflacionarios. Pero sí vamos, claramente, hacia una reducción del nivel de la brecha. Ese va a ser el efecto principal que va a tener el acuerdo del Gobierno con los bonistas sobre los diferentes tipos de cambio", sostiene.
También se mostró muy esperanzado en que el acuerdo aporte alguna tranquilidad cambiaria el vicepresidente segundo del Banco Central (BCRA), Jorge Carrera. "Como había incertidumbre, muchas empresas privadas tomaban créditos subsidiados y los usaban para cancelar silenciosamente deuda en el exterior", indicó, para señalar parte del aumento que había mostrado la demanda.
Ahora, se esperanza, el mercado valorará que "la Argentina va a tener un sector público con endeudamiento medio y un sector privado con bajo endeudamiento, por lo que, desde el punto de vista productivo y de los dólares, en el mediano plazo es probable que haya una mejora", dijo el funcionario en una entrevista con Radio Con Vos. Parte de su optimismo deriva de que cree que el acuerdo "permite ir a una actitud más ofensiva de los planes y lo que se puede hacer con la economía".
En Wall Street aprovecharon mejor que acá la novedad
El vuelo que tomaron en la madrugada los activos argentinos en el exterior, donde las operaciones una vez cerrados formalmente los mercados ("After Hours", según la jerga) son también importantes cuando hay novedades de este tipo, provocó un derrumbe del 6% promedio en todos los precios del dólar apenas iniciadas las operaciones aquí. Hizo que los dólares financieros cayeran de $122 promedio (su cierre de ayer) a $114,60 (MEP) y $115,30 (CCL). A su vez, hizo caer de $138 a $128 el tipo vendedor del dólar blue.
Pero la toma de ganancias que luego hicieron los inversores que habían incrementado su posición de cartera en la Argentina, siguiendo al pie de la letra el viejo axioma que sugiere comprar con el rumor y vender con la confirmación de la noticia (bien reflejada en nuevos avances mayores al 10% en los precios de los ADR argentinos, que luego cerrarían el día casi 2% abajo), hizo rebotar al MEP hasta $116 y al CCL hasta $118,8, limitando el beneficio de compresión que habían tenido más temprano en la brecha.
Los operadores consideran normal estos vaivenes de mercado, pero a la vez coinciden que el acuerdo debería aplacar la presión sobre el dólar, que se venía desbordando desde mayo y que ayer había mostrado una dimensión tal que hizo colapsar el homebaking de muchas entidades en muchos casos.
"Lo de ayer fue muy fuerte. Hoy se notó un poco menos de demanda, pero siguiendo el patrón de conducta que muestran los que compran apenas cobran salarios (que cada vez son más): del primero al cuarto día hábil del mes se lanzan a usar el cupo", explicó un director con seguimiento en el día a día de la gestión de una entidad líder.
Ese mismo panorama brindaron en otros cuatro bancos consultados por LA NACION. "La demanda minorista tiene inercia: no se calma de un día para el otro. Si esto tiene impacto real lo veremos cabalmente cuando arranque septiembre", dijeron en otra entidad.
Por lo pronto, el dato que mostró la plaza cambiaria oficial dejó alguna expectativa de mejora: el volumen operado en la jornada fue de US$230 millones, un 15% más respecto de la rueda previa, y fue el mayor desde el 20 de julio.
Además, cerraron con bajas del 0,15% al 0,7% los contratos de dólar futuro, en una jornada en que se notó menos presencia vendedora del Banco Central (BCRA).
Pero más allá del alivio circunstancial, analistas y operadores coinciden en que para que la plaza cambiaria deje de estar bajo estrés aún falta mucho.