Ejecutivos de las filiales de Berkshire se preguntan qué pasará sin Buffett
Cuando Cathy Baron Tamraz, presidenta ejecutiva de Business Wire Inc., un servicio que distribuye comunicados de prensa, leyó por primera vez acerca del estilo de gestión de Warren Buffett, le escribió para pedirle que comprara su compañía.
Como dijo en su momento Baron Tamraz, Buffett es famoso por un enfoque no intervencionista que genera lealtad —y estabilidad— en las decenas de empresas independientes que conforman su conglomerado Berkshire Hathaway Inc. Berkshire compró Business Wire en 2006. Baron
Tamraz, que no quiso hacer comentarios para este artículo, sigue al frente de la compañía.
Buffett, que cumplió 83 años en agosto, ha delineado un plan de sucesión en la cúpula ejecutiva de Berkshire, pero sin nombrar a su sucesor en la presidencia ejecutiva. Sin embargo, algunos inversionistas y analistas empiezan a preguntarse si Berkshire seguirá siendo un lugar tan atractivo para trabajar para los ejecutivos de mayor rango, una vez que Buffett entregue las riendas.
"¿Qué pasará cuando se vaya Buffett (…) y ya no haya nadie a quien (los presidentes ejecutivos deben) enorgullecer?", planteó
Robert Miles, autor de un libro de 2003 sobre los presidentes ejecutivos de Berkshire.
El grupo con sede en Omaha, Nebraska, agrupa más de 70 compañías, la mayoría dirigidas por personas que responden directamente a Buffett. Más de dos tercios de la ganancia operativa antes de impuestos de US$20.000 millones del conglomerado el año pasado provinieron de subsidiarias que no son parte de su principal negocio de seguros. Estas filiales varían en tamaño y van desde el segundo mayor operador ferroviario de carga de Norteamérica, BNSF Railway Co., a Oriental Trading Co., un pequeño proveedor de chucherías de Omaha.
Buffett siempre ha seguido su instinto para dirigir Berkshire, evitando la burocracia y las capas de gestión que pueden restringir a otras grandes compañías. Él y su socio, el vicepresidente de la junta de 89 años, Charles Munger, nunca se cansan de decir que "delegan casi hasta el punto de la abdicación".
Si bien no es inaudito que Buffett reemplace a sus altos ejecutivos, normalmente suelen irse cuando se jubilan.
Buffett, que no quiso hacer comentarios para este artículo, ha asegurado que ningún gerente de un negocio significativo de Berkshire se ha marchado voluntariamente para unirse a un competidor.
"Tiene a gente muy capacitada dirigiendo las empresas", dijo Cliff Gallant, analista de Nomura. Pero "la retención es un factor de riesgo. Cuando (Buffett) se marche, me preocupa que algunos de ellos hagan lo mismo".
Durante una reunión de los presidentes ejecutivos de Berkshire en mayo, antes de la asamblea anual de la compañía, algunos gerentes le preguntaron cuál sería su responsabilidad una vez que él ya no esté en la compañía, según algunos de los presentes.
Buffett los animó a preservar la cultura y autonomía de Berkshire, recuerda una de estas fuentes.
Personas cercanas al magnate dijeron que Buffett cree que los gerentes son fieles a la compañía y no a su persona. De todos modos, ha reconocido que a pesar de sus esfuerzos por preservar la cultura de Berkshire para el futuro, las cosas cambiarán.
Durante la reunión de mayo, Buffett dijo que espera que su sucesor reorganice la compañía "modestamente", como por ejemplo, agrupando los negocios más pequeños. Sin embargo, añadió que los presidentes ejecutivos de las filiales más grandes seguirán operando sus negocios como lo hacen en la actualidad.
Buffett ha señalado que su posición será dividida en tres, cuando renuncie. El papel del presidente no ejecutivo de la junta será asumido por su hijo Howard Buffett, y su función como principal seleccionador de acciones para Berkshire será compartida por dos gestores de inversión, Ted Weschler y Todd Combs, que fueron contratados hace un par de años. Una tercera persona ocupará la presidencia ejecutiva. Buffett ha indicado que la junta del conglomerado ha elegido a un candidato, pero el nombre no ha sido revelado.
El desafío para el nuevo líder de Berkshire será conservar la cultura de la empresa. Ajit Jain, que dirige el gigantesco negocio de reaseguros del grupo ha sido visto desde hace tiempo como un favorito para suceder a Buffett como presidente ejecutivo, es muy cercano al inversionista y es respetado por sus colegas. No obstante, se sabe muy poco acerca de su estilo de gestión.
Un posible problema de cara al futuro es el inusual modelo de remuneración de Berkshire. Si bien la compensación ligada al desempeño bursátil representó 44% de lo que recibieron los presidentes ejecutivos de las mayores compañías estadounidenses que cotizan en bolsa, según la firma especializada Equilar, Berkshire no concede esas recompensas. Buffett paga a sus ejecutivos bonificaciones en efectivo, parte de las cuales están vinculadas a metas a largo plazo que no son reveladas públicamente.