Eike Batista modera sus ambiciones en medio de dudas sobre sus metas
SÃO PAULO—El extravagante magnate brasileño Eike Batista levantó un imperio desde cero, recaudando miles de millones de dólares a través de ofertas de acciones y acumulando deuda, a medida que la mayor economía de América Latina se expandía rápidamente.
Pero en los últimos nueve meses, tras perder dos terceras partes de su fortuna, la ambición de Batista de convertirse en el hombre más rico del mundo se ha suspendido. Y como consecuencia, su credibilidad ahora está en entredicho.
Entre 2006 y 2010, Batista recaudó miles de millones de dólares para financiar nuevas compañías en industrias intensivas en capital como la minera, la petrolera y la portuaria, ya que sus ideas apelaban a una nación que necesitaba infraestructura. Sólo en 2011 y 2012, su holding EBX Group invirtió un total de US$15.700 millones.
Sin embargo, ahora crecen las dudas sobre la capacidad de Batista para cumplir con sus ambiciosas metas para terminar enormes proyectos. Las pérdidas combinadas de sus empresas se más que duplicaron en 2012, a US$1.250 millones, calcula la consultora Economática.
Para demostrar que sus detractores están equivocados y asegurar la viabilidad a largo plazo de su imperio, Batista está buscando nuevos socios y financiación adicional, a veces vendiendo participaciones. Recientemente, el empresario defendió su conglomerado en Twitter diciendo que la gente que apostaba en su contra "se vería sorprendida con los pantalones bajados".
La semana pasada, Batista anunció la venta de casi la mitad de su participación de 53,9% en la compañía eléctrica MPX Energia SA a la alemana E.ON SE, que ya tenía 10% de MPX. El acuerdo, valorado en al menos US$700 millones, podría ser el primero en una serie de operaciones del empresario para tratar de restaurar la confianza en su conglomerado, aseguran fuentes cercanas.
En una reciente llamada de resultados financieros, Roberto Monteiro, el director financiero de OGX Petróleo e Gás Participações SA, la empresa insignia de Batista, reconoció que están explorando "alternativas" por si deciden recaudar capital para poder participar en una subasta de licencias de exploración de petróleo en Brasil.
Una opción sería vender participaciones en algunos de los bloques de exploración y yacimientos petroleros
existentes de la compañía, señaló Monteiro. "Aún tenemos varias opciones abiertas", añadió.
En marzo, Batista firmó una alianza estratégica con André Esteves, que dirige el banco de inversión Banco BTG Pactual SA, asegurándose así tanto una línea de crédito de US$1.000 millones como su apoyo erencial, conforme EBX Group emprende un nuevo rumbo.
Esteves declinó ofrecer comentarios pero, en una entrevista con el periódico brasileño O Estado de São Paulo, dijo que el problema no es la deuda de EBX sino la necesidad de financiar futuras inversiones y esto tiene que resolverse proyecto por proyecto.
Batista ha sumado socios a sus proyectos, aunque hasta ahora estas alianzas han sido relativamente limitadas, como una inversión de US$300 millones en mayo de 2012 en EBX por parte de General Electric Co. Lo que se vislumbra ahora es algo mucho más extenso.
A mediados de junio de 2012, se desencadenó una crisis de credibilidad cuando OGX decepcionó a los inversionistas con una producción en sus primeros pozos mucho menor a la prevista. Debido a los fuertes vínculos entre las empresas que componen el conglomerado EBX Group, ese problema tiene un impacto generalizado: la filial de astilleros, OSX Brasil SA, producirá plataformas petroleras para OGX, mientras que OSX está ubicada dentro del complejo del puerto Açu que está siendo construido por LLX Logística SA.
Hijo de Eliezer Batista da Silva, ex ministro de Minería y ex presidente del gigante minero Vale SA, Batista llegó a ser el séptimo empresario más rico del mundo; con frecuencia alardeaba de que conquistaría la corona. Su patrimonio neto pasó de US$7.500 millones en 2009 a US$30.000 millones en 2011. Pero para marzo de este año, se había encogido a US$10.600 millones, colocándolo en el puesto 100, según el ranking de la revista Forbes.
Seis de las compañías principales de EBX Group cotizan en bolsa. Conforme la confianza ha ido enguando, las acciones han empezado a tambalearse. Ahora, el grupo cuenta con entre 60% y 70% de las acciones en sus filiales. Con el acuerdo de la semana pasada, la participación en MPX se reducirá a aproximadamente 24%.
Los detractores del magnate argumentan que sus firmas quizás prometieron de más, tal como sugieren los problemas de producción en OGX. Aseguran que las empresas se han vuelto demasiado dependientes de los mercados de capital. Las acciones de OGX acumulan una caída de 46% desde comienzos del año.
El grupo debe más de 10.000 millones de reales (US$4.950 millones) a algunos de los mayores bancos de Brasil, incluyendo Banco Itaú Unibanco SA, Banco Bradesco SA y Banco BTG Pactual SA, según tres banqueros.
The Wall Street Journal