Eike Batista cede el control de una firma clave para salvar su imperio
SÃO PAULO—En el último revés para un empresario considerado hasta hace poco como el rostro de la creciente ambición global de Brasil, Eike Batista anunció el jueves que renuncia al control de una de sus compañías clave, conforme trata de pagar sus deudas a los bancos y de evitar el colapso total de su imperio industrial.
Batista comunicó que dejará la presidencia de la junta de la eléctrica MPX Energia SA y que abandonará el directorio conforme el gigante energético alemán E.ON SE asume un mayor control de la compañía.
En un golpe más personal, la compañía dijo que sacará la icónica "X" del nombre de la empresa este año, en un esfuerzo por distanciarse del atribulado emprendedor, que puso una X en todas sus empresas para simbolizar la multiplicación de la riqueza.
"En esta nueva fase, confío en que la compañía seguirá desarrollándose, contando con E.ON como un socio estratégico a su lado", dijo Batista en un comunicado.
Se trata de una precipitada caída desde el Olimpo para un ejecutivo a quien le gustaba decirles a los accionistas que algún día sería el hombre más rico del mundo. Batista recaudó miles de millones de dólares en los últimos años para invertir en industrias pesadas que iban desde el petróleo y la minería a la generación eléctrica y la logística. Sin embargo, las preocupaciones no tardaron en surgir después de que la empresa estrella de EBX Group, OGX Petróleo e Gás Participações SA, no cumpliera con sus metas de producción en los últimos 12 meses y Batista empezara a desprenderse de activos.
Los proyectos de Batista, que se caracterizan por necesitar grandes inyecciones de capital, afrontan vientos en contra en medio de un drástico cambio en la actitud global hacia los mercados emergentes debido a los temores de una desaceleración en China y la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos empiece a reducir sus programas de estímulo. A ello se suman los problemas en Brasil, donde el crecimiento ha perdido fuerza y los ciudadanos han salido a las calles donde las protestas han arreciado en las últimas semanas.
Los accionistas y tenedores de bonos de las empresas de EBX Group han perdido miles de millones de dólares en los últimos 12 meses. El jueves, hubo un respiro de alivio tras conocerse la renuncia de Batista a MPX, que fue interpretada como un paso para salvar algo del valor del conglomerado. Las acciones de OGX saltaron 12,8% a 0,44 reales (US$0,20) el jueves, aunque acumulan una caída de 93% en el último año.
"Aún es demasiado pronto para decir que la solución está cerca", dijo Eduardo Carlier, gestor de portafolio de Schroder In-vestment, en São Paulo.
Mientras que las acciones y los bonos del imperio de Batista han sufrido duros embates desde algún tiempo, las preocupaciones por la salud del grupo se agravaron en las últimas semanas a medida que los bancos empezaron a mostrarse ansiosos ante la posibilidad de que las firmas del carismático empresario podrían dejar de pagar sus deudas.
A fines del primer trimestre, las compañías de Batista que cotizan en bolsa tenían una deuda de 24.400 millones de reales (US$10.800 millones) en deuda, según la firma de análisis de datos Economática. Sus empresas de capital cerrado también acumulan más deudas.
Los mayores acreedores de Batista son pesos pesados en el escenario de las finanzas brasileñas, incluyendo dos grandes bancos estatales —el banco de desarrollo BNDES y el banco Caixa Econômica Federal—, así como varias entidades del sector privado, incluyendo Itaú Unibanco Holding SA, Banco Bradesco SA, Banco Santander Brasil SA y Banco BTG Pactual SA. Este último, dirigido por el brasileño André Esteves, fue contratado por Batista para ayudarle con la reestructuración en marzo. El gobierno brasileño, que algunos inversionistas esperaban que saliera al rescate, dijo el jueves que no concederá ninguna ayuda a Batista. "No la necesita. Tiene activos muy valiosos", dijo el ministro de Desarrollo e Industria, Fernando Pimentel.
Ahora Batista se encuentra bajo presión para recaudar fondos con sus activos más saludables para pagar sus deudas.
MPX es vista como la más saludable de una amplia gama de compañías en el grupo del empresario. En marzo, Batista había vendido una participación de 36% de la eléctrica a E.ON y es posible que ahora considere desprenderse de parte o la totalidad de lo que le queda para reducir sus deudas, según una fuente al tanto.
El otro gran activo que se considera que tiene valor inmediato es MMX Mineração e Metálicos SA, que está construyendo un gran puerto en el sur del estado de Rio de Janeiro que empezaría a operar a fines de año. MMX informó en junio que había contratado a asesores financieros para evaluar oportunidades y que ha mantenido conversaciones con diferentes grupos, incluyendo la minera suiza Glencore Xstrata PLC y la firma holandesa de corretaje de commodities Trafigura Group.
The Wall Street Journal