Estados Unidos acelera la suba en la tasa de interés para contener la inflación y afecta al dólar
La Reserva Federal elevó su tasa en 50 puntos básicos para contener el alza del costo de vida sin descarrilar la recuperación de la economía a la pandemia del coronavirus en medio de las tensiones globales por la guerra en Ucrania
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WASHINGTON.- Apremiada por la escalada en la inflación, pero atenta a los últimos tropiezos de los mercados y el freno que impuso la guerra en Ucrania, la Reserva Federal de Estados Unidos aceleró el aumento de su tasa de interés con una suba de medio punto, la corrección más fuerte en 22 años años, aunque descartó por ahora imprimir subas más agresivas como se había especulado en las últimas semanas.
El banco central de Estados Unidos, que busca mantener a la economía en pleno empleo con una inflación anual baja, imprimió la segunda suba consecutiva en su tasa de referencia al concluir una nueva reunión del comité que define la política monetaria, algo que no ocurría desde 2006. Además, la última vez que la Fed había aumentado la tasa en 50 puntos básicos en una reunión de su directorio había sido en el año 2000. El retoque en la tasa, que quedó en un rango de 0,75-1%, quedó igual por debajo de la expectativa más dura, o hawkish, en la jerga financiera, que auguraba un ajuste de 75 puntos básicos. Ese escenario quedó por ahora descartado.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, anticipó que prevén subir la tasa medio punto en las dos próximas reuniones, con lo cual la llegará al 2% para fines de julio. Powell se mostró más preocupado por la inflación en su habitual conferencia de prensa posterior a la reunión del comité, y se encargó de dejar en claro que la Fed había cambiado de libreto para timonear la economía.
“El mercado del trabajo está extremadamente ajustado y la inflación es demasiado alta”, describió Powell.
El presidente la Fed dijo que la inflación “se está aplanando” y descartó por ahora la posibilidad de aumentos de 75 puntos básicos para apurar aún más la corrección de la política monetaria.
El comunicado con el anuncio de la Fed sufrió varios cambios, y pintó un panorama más incierto para la economía.
“Aunque la actividad económica general disminuyó en el primer trimestre, el gasto de los hogares y la inversión se mantuvieron fuertes. La creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo ha disminuido sustancialmente. La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, precios más altos de la energía y presiones de precios más amplias”, describió el comunicado del banco central.
“La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes dificultades humanas y económicas. Las implicaciones para la economía estadounidense son muy inciertas”, agrega, y menciona por primera vez los nuevos confinamientos en China: “La invasión y los eventos relacionados están creando una presión alcista adicional sobre la inflación y es probable que pesen sobre la actividad económica. Además, es probable que los bloqueos relacionados con Covid en China exacerben las interrupciones de la cadena de suministro. El Comité está muy atento a los riesgos de inflación”.
El equilibrio que intentó trazar el banco que conduce Powell con su decisión ofreció un primer indicio acerca de cómo la Fed planea corregir su curso en uno de los momentos más complejos en la historia de Estados Unidos, caracterizado por un buen desempeño del consumo, la inversión y el empleo, pero también por la inflación más alta desde los 80, los continuos problemas en las cadenas globales de producción, la amenaza latente del coronavirus y un ánimo pesimista y volátil entre inversores que dista de ser el que acompaña a una economía sana.
La suba en la tasa de interés de la Fed, que continuará a lo largo de todo este año, tiene un impacto inevitable en la Argentina y el resto del mundo emergente. Le pone más presión al dólar local y tiende a deprimir el precio de las materias primas que exporta el país, además de encarecer el financiamiento para el Gobierno y las empresas, por ahora vedado para el país dados el exorbitante nivel en el que se encuentra el riesgo país.
La postura más agresiva de la Reserva Federal para domar el alza del costo de vida llega luego de varios meses en los que las autoridades de Estados Unidos corrieron a la economía de atrás. Tanto la Fed como la Casa Blanca afirmaron durante gran parte del año último que el rebrote inflacionario que acompañó a la recuperación de la economía global de la pandemia del coronavirus era “transitorio” y se debía a los problemas en las cadenas de producción. Pero la continuidad de los aumentos, que llevó a Estados Unidos a la mayor inflación anual desde principios de los 80, forzó a la Fed a corregir el rumbo y aplicar una política más agresiva.
La inflación anual norteamericana llegó al 8,5 por ciento en marzo, con fuertes aumentos en los alimentos, la nafta y la energía. El aumento de precios es generalizado y ha comenzado a golpear el bolsillo de los hogares al punto tal que las encuestas lo ponen al tope de las preocupaciones de la gente.