Eduardo Eurnekian: “La clase política es la responsable de nuestra realidad”
El empresario, dueño de Corporación América, dijo que las malas decisiones de la dirigencia han llevado al país al estado en el que se encuentra en la actualidad
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“La dirigencia política ha tomado durante muchos años las decisiones equivocadas que nos han llevado a las circunstancias en las que hoy nos encontramos”, afirmó el empresario Eduardo Eurnekian, dueño de Corporación América, al cerrar el lunes la 4ª edición del Encuentro Anual para el Desarrollo del Comercio y los Servicios (CS23). “La clase política es la responsable de nuestra realidad actual”, completó.
Eurnekian señaló en este reclamo aparece la necesidad de poner la mirada en los principales responsables de la cruda realidad actual, que deberán impulsar los cambios necesarios: la clase política. “Nuestros políticos han demostrado que su objetivo es la permanencia crónica en los cargos, no el de encontrar soluciones a los problemas a los que nos han conducido, y a generar oportunidades para hacer crecer nuestro potencial”, dijo el empresario. Y agregó: “Lo han hecho a través de diversos gobiernos y desde los distintos ámbitos institucionales de nuestro sistema político”.
Sin bajar el tono crítico, Eurnekian opinó: “Son consecuencia de esos errores los malos resultados económicos, la pobreza, la baja calidad de vida, la inseguridad, la mala calidad educativa. También es consecuencia de esos desaciertos que tantas organizaciones no gubernamentales ocupen cotidianamente lugares públicos con sus protestas y reclamos”.
Asimismo, reclamó: “Ahora tenemos que exigirle a esa clase política la corrección, las reformas y el acierto para un cambio que es urgente... Y que esperamos. Lo pedimos enérgicamente”. Y cerró: “Desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, entidad que el año próximo celebrará su centenario, estamos comprometidos a contribuir decisivamente con el desarrollo del sector y con el de la nación toda. Los convoco a trabajar juntos en ese sentido”.
Poco antes, había afirmado que el país debe aprovechar este nuevo recambio constitucional de gobierno, que es una oportunidad para poner en práctica el orden macroeconómico, reformas en el sistema normativo y regulatorio, eficiencia del sector público en la provisión de sus servicios y bienes, e inserción internacional, entre otros. “Pero lo que además aún se requiere es una evolución en los valores predominantes: lograr el premio por el trabajo bien hecho, el aliento a la inversión, los incentivos al crecimiento, la recompensa por las virtudes, el cumplimiento de las obligaciones de cada uno, el fomento del orden público”, dijo.
Las críticas hacia la clase política había comenzado ya en la apertura, a cargo de Mario Grinman, presidente de la CAC, quien señaló: “Habrán notado que en el programa del encuentro de hoy no incluimos a ningún político”. Y añadió: “Esto es así porque el objetivo de este encuentro no es escuchar discursos de funcionarios ni candidatos; de eso tendremos de sobra en las próximas semanas de campaña electoral. Todos saben lo que hay que hacer. El problema es que no se animan”.
Grinman pidió “un marco laboral moderno” y reclamó apostar por el sector privado para “sacar grande a la Argentina”. Además, reclamó por la “alta presión tributaria” y por la desaceleración del PBI per cápita en el país. Además, rescató el aumento de la conflictividad sindical y el fuerte avance de la inflación.
“Podemos elegir entre el respeto o el avasallamiento de las instituciones. Tenemos elección entre la prosperidad y la pobreza”, dijo el presidente de la CAC, y completó: “Tenemos elección entre el progreso y la postergación. Depende de todos y cada uno de los argentinos qué vamos a elegir”.
Grinman se refirió al espíritu del encuentro que convocó a más de 600 personas desde temprano en Parque Norte: “No estamos aquí para echar culpas a un partido político o a otro; sí para reflexionar sobre qué hicimos mal los argentinos y, sobre todo, para pensar qué podemos hacer mejor”.
Sobre la posibilidad de que el próximo gobierno incluya una reforma laboral, algo que “venden” varios precandidatos presidenciales, el empresario aseguró: “Hay que generar fuentes de trabajo, pero no en este contexto. Se necesita un marco laboral moderno. Esto no se trata de precarizar a los empleados, sino de insertar a aquellos que están en la informalidad dentro del sistema. Hoy en la Argentina tenemos 15 millones de personas con distintos planes. El 52% de las casas en la Argentina reciben algún plan. En un país planero no hay futuro. Es el sector privado el que va a sacar grande a la Argentina, como ocurre en todo el mundo”.
El directivo mencionó “el deterioro de la educación, la alta presión tributaria que soportan las empresas argentinas, el crecimiento del empleo público en 122% desde 1983, el estancamiento del privado en años recientes y los más de 100 conflictos con paros por mes en la última década”.
Grinman se detuvo en algunas variables, entre ellas, la desaceleración del crecimiento del PBI per cápita: “De 1943 a 1983 hubo un avance promedio anual de 1,3%, mientras que de 1983 a la fecha el crecimiento fue de apenas 0,6% promedio anual”. Además, se refirió a la inflación: “Se observa que mientras que de 1943 a 1983 en promedio fue de 72% anual, en los 40 años de democracia promedió un 222%. Esto es, el crecimiento se redujo a la mitad y la inflación se triplicó”
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