Eduardo Eurnekian, el empresario que supo acomodarse a cada momento político y construyó un imperio
Eduardo Eurnekian lo hizo de vuelta. Como tantas veces pasó de ser acusado a predilecto por el poder de turno. Hace ya varios años, en julio de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió, el empresario se enteró en Milán que la justicia argentina había dictado su prisión preventiva por una presunta evasión fiscal agravada, cometida entre 1995 y 1997.
Kirchner había tirado un tiro por elevación, durante su asunción, ante la Asamblea Legislativa: “Trajes a rayas para los grandes evasores, en la seguridad de que, si imponemos correctamente a los poderosos, el resto del país se disciplinará”. Eurnekian viajó, pagó la fianza, quedó el libertad y tiempo después, fue sobreseído.
Empezó luego un largo camino de reconstrucción de la relación con el entonces presidente hasta que finalmente, se sentó en la mesa de los predilectos del kirchnerismo.
Tiempo después, ya con Cristina Kirchner en el poder, la relación se había enfriado. Entonces, Eurnekian entregó a su alfil para recuperar el trato. Ernesto Gutiérrez, CEO de la compañía y asiduo de Néstor, se marchó a surfear al Caribe. En su reemplazo asumió Máximo Bomchil. Tampoco le gustó a la mandataria -pospuso una inauguración de la Terminal Ezeiza- y el empresario volvió a dar el golpe de timón. Colocó allí a Rafael Bielsa, ex canciller durante el primer kirchnerismo.
Fue una alfombra roja. Además de lograr aquella inauguración, en poco tiempo también aumentó la tasa aeroportuaria.
Pero aquella solución se venció. Con la llegada de Guillermo Dietrich al Ministerio de Transporte, las comunicaciones entre el grupo y el Gobierno volvieron a tener interferencias.
Entonces empezaron los chispazos, y se aventó la posibilidad de que el año que viene el Gobierno llamara a una nueva concesión para explotar los aeropuertos. Abogados de ambas partes estudiaron una cláusula que permitía prorrogar el plazo 10 años. Se amenazaron mutuamente.
Pero Eurnekian lo hizo de vuelta. Lo trajo a uno de sus sobrinos, Martín, que manejaba la operación internacional de la compañía, y en pocas semanas Dietrich y el nuevo ejecutivo firmaron un acuerdo. Hasta 2028 el ex empresario textil será el concesionario del Sistema Aeroportuario Argentino.