Economía. Analistas advierten por la influencia del Instituto Patria y el gasto público
CÓRDOBA.- Dos títulos de presentación fueron el anzuelo para los empresarios que se sumaron hoy a una reunión virtual de la Fundación Mediterránea."¿Será posible evitar una maxidevaluación?" fue el tema abordado por el economista Gabriel Rubinstein, quien dijo que habrá que ver si la cuestión puede ser una operación "programada o de urgencia". Por su parte, su colega Jorge Vasconcelos habló sobre "Cuándo llega la vacuna contra la estanflación en la Argentina".
"Por ahora la impresión es que el Gobierno aguanta, no hace una devaluación y, en todo caso, espera a hacerla después de las elecciones de 2021", pronosticó Rubinstein ante la consulta de un participante.
El economista subrayó que el contexto político tiene impacto en la confianza y, a la vez, en la situación cambiaria. Hay una "exagerada" influencia del Instituto Patria sobre el resto de la coalición que conforma el Frente de Todos, interpretó y, en esa línea, enumeró iniciativas y "fantasmas" (Vicentín, reforma judicial, telecomunicaciones, impuesto a la riqueza) que generan "temor, suba del dólar, brechas y crisis cambiaria sin poder capitalizar el éxito del canje de la deuda".
Rubinstein planteó que con las reservas "agotadas" el Banco Central está usando dólares contra pasivos. Respecto del nivel de actividad, estimó que al final del mandato de Alberto Fernández el PBI estaría en los niveles de fines del año pasado e igual que hace 15 años; para este año espera una caída del 12% y una recuperación del 6% en 2021. No descartó el riesgo de hiperinflación, pero lo ató a una dinámica convulsionada en lo político y en lo financiero. "Está en manos del Gobierno y de lo que haga que eso no ocurra".
Para el economista, las últimas medidas del Gobierno pueden "tener algún efecto, pero nada especial"; parecen tender a esperar algún puente con el FMI "para ver si de ahí pueden surgir certezas que el oficialismo no puede dar".
"Si hay más confianza hay menos grado de dolarización y a la inversa y eso tiene una dimensión política y una fiscal –describió-. Implica equilibrios múltiples". Apuntó que el mayor momento de confianza de los últimos tiempos fue en 2017, desde donde fue cayendo hasta alcanzar un tercio de aquel nivel. "Se da una dificultad para bajar la brecha [del dólar]; si hay desconfianza puede seguir subiendo", apuntó Rubinstein, y simuló una devaluación del 25% al 30 de noviembre con un pass through del 40%. Sería la mejor que se podría esperar, definió.
"Pareciera que a esto es lo mejor a lo que puede aspirar al Gobierno, pero todo indica que la decisión es no devaluar y aparecen estas ideas defensivas, de aguante, para ir tirando y esperar a que el acuerdo con el FMI algo ayude, incluso se le puede pedir algo de dinero como Ecuador, o esperar alguna ayuda de China", dijo.
Rubinstein sostuvo que el objetivo del ministro de Economía, Martín Guzmán, de "estabilizar" la brecha cuando estaba en torno al 70% para bajarla al 40% es "difícil de alcanzar" y enfatizó que con brechas del dólar amplias "la economía funciona mal". Es muy complejo bajar el dólar libre, el blue y el MEP sin cambios en el ambiente general de "confianza" con menos incidencia del Instituto Patria y más de los gobernadores y una perspectiva de mejora fiscal que, cree, será exigida por el FMI.
Ante la pregunta de un empresario de si la Argentina podría defaultear el bono en pesos atado al dólar, Rubinstein insistió en que "todo puede pasar" pero ratificó que esa posibilidad va de la mano de la dinámica de la situación y del control o no que tenga el Gobierno.
Reformas con tono federal
A su turno, Vasconcelos analizó la evolución de la economía en los últimos años y señaló que por el volumen del gasto público la devaluación "necesaria" es muy inflacionaria, lo que aumenta la pobreza y demanda más recursos fiscales. Enunció que para recomponer la situación se requiere de una combinación de reformas que sólo pueden realizarse "en clave federal" ya que con la estanflación actual las provincias más dinámicas ya no pueden traccionar al resto, que representan el 82% del PIB.
"Si el conjunto de gobernadores llegara a la conclusión de que con las actuales políticas podemos tener una década más de estanflación, lo que es perjudicial para las provincias más dinámicas pero también para las que son más dependientes de los giros nacionales, se tomaría conciencia de que corremos el riesgo de repetir diez años de estancamiento y de que la salida debe ser consensuada", sintetizó.
Vasconcelos está convencido de que la agenda 2021 no puede transitarse sin "ampliar el horizonte, sin tener un diagnóstico meditado de por qué la Argentina no crece desde 2011". La revisión del exceso de gasto, dijo, tiene relación con la superposición de funciones entre jurisdicciones; apuntó que hay un déficit estructural impuesto por subsidios y por el sistema previsional; en que parte del exceso de impuestos se debe al encadenamiento de impuestos (IVA/débitos/Ingresos Brutos). Además, afirmó que el IVA "necesita" una alícuota de 21% para recaudar siete puntos del PBI, mientras otros países logran esos ingresos con una tasa de 15%.
Fue taxativo en que "no se puede salir bien de la estanflación" si el Gobierno no "asume compromisos fiscales y compromisos respecto al gasto corriente y al ahorro público para la deuda", entre otros puntos. "Lo que debe ser complementado con una hoja de ruta para las reformas", agregó.
Ante la pregunta de un participante sobre el rol de los gobernadores para influir en el modelo, reiteró que la clave está en hacer un "buen diagnóstico" y entender que seguir como hasta ahora "perjudica a todos". Prefirió no internarse en las arenas políticas.
Otras noticias de Actualidad
Más leídas de Economía
Vacunos. Cierre de semana en alza en el Mercado Agroganadero de Cañuelas
Últimos registros. ¿A cuánto cotizan el euro oficial y el blue este sábado 23 de noviembre?
Últimos registros. ¿A cuánto cotizan el dólar oficial y el blue este sábado 23 de noviembre?
Dictamen. El procurador de la Corte de Santa Fe emitió una opinión clave para el caso del millonario concurso de Vicentin