Dura pelea familiar por las acciones del Galicia
Una hermana del presidente, Eduardo Escasany, reclama la propiedad directa de casi el 6% del paquete; peligra la estructura societaria del banco.
Una disputa familiar amenaza con modificar la estructura accionaria del Banco de Galicia, la mayor entidad privada del sistema financiero local y cuyo valor se calcula en el mercado por encima de los 1700 millones de dólares.
El conflicto que se registra en el seno de la familia Escasany (una de las tres que mantienen en su poder el control del 51% de las acciones del banco) enfrenta en los estrados judiciales al titular de la entidad, Eduardo, con una de sus hermanas, María Isabel, y da lugar a una serie de versiones cada vez más insistentes en la City porteña sobre próximos cambios en la ingeniería societaria de la sociedad.
La menor de los Escasany, de profesión arquitecta, pero actualmente dedicada a la conducción de un programa de televisión por cable, ya inició más de 40 juicios mediante los cuales cuestiona el actual esquema societario del Galicia.
En soledad (ningún otro integrante de la familia la acompaña), reclama básicamente acceder a la propiedad directa de su participación accionaria, estimada en el 5,66% y valuada en 95 millones de pesos.
Esta porción, según el esquema actual, se encuentra licuada mediante participaciones menores en un grupo de 10 empresas que, a los fines legales, son las verdaderas dueñas del paquete de control del banco. Mediante este esquema, las familias Escasany, Ayerza y Braun se reparten de manera igualitaria el 51% de las acciones que controlan.
Si su petición triunfa en la Justicia, se abrirá una puerta para que otros accionistas y miembros de las familias controlantes descontentos o deseosos de transformar su propiedad en divisas intenten transitar la misma vía, por lo que impactaría de lleno sobre el modelo centralizado de control societario del banco.
De allí que el conflicto sea seguido atentamente desde encumbrados despachos de la City local y aun retumbe en las salas de directorio de los más importantes bancos del mundo que muestran interés en ingresar al mercado argentino mediante el control de la mayor entidad financiera local, la única que hasta aquí sobrevivió a la ola extranjerizadora.
"Una cuestión familiar"
Eduardo Escasany, titular de Adeba y futuro líder de los banqueros al asegurarse recientemente la consagración como primer presidente de la naciente Asociación de Bancos Argentinos (ABA), se muestra renuente a hablar del tema. "Esa es una cuestión familiar, privada, de la que no voy a hablar", señaló a La Nación .
Pero en el banco dicen que el trámite está condenado al fracaso y que no afecta la marcha normal de la entidad. María Isabel, que inició su cruzada en agosto de 1997, cuando realizó la primera presentación ante un juez luego de un duro cruce verbal con su hermano, por ahora prefiere que sobre el tema hablen sus abogados.
"La señora Escasany pretende que, a cambio de sus acciones en las empresas controlantes, le entreguen la cantidad de acciones del Galicia que le corresponden", dijo ayer a la agencia Reuters Ricardo Nissen, abogado demandante.
Pero en sus presentaciones también cuestiona el sistema de honorarios y distribución de los dividendos.
El letrado asegura que las presentaciones no esconden otras intenciones. "No tiene idea de vender las acciones", puntualizó. Nissen también reconoció que la señora Escasany "heredó de sus padres las acciones controlantes del banco y no las de la entidad, pero eso no implica que no tenga derecho a reclamarlas y a dejar constancia de las irregularidades".
El vicepresidente del Galicia, Abel Ayerza, defendió el sistema de propiedad del banco, que fue establecido hace medio siglo por los tres padres de las familias controlantes para evitar compras hostiles. "Si bien no hay un contrato escrito, el esquema se transmitió de hecho y desde que murió su padre en 1973, la señora lo ha aprobado de hecho hasta hace dos años", puntualizó Ayerza.
A su juicio, el conflicto se plantea porque "ella dice Ôquiero mis acciones del Galicia´ y nosotros le decimos que no se las podemos dar porque no tiene esas acciones del Galicia sino de las holdings", explicó.
Pero la definición se jugará ahora en los estrados, donde María Isabel ganó recientemente una primera batalla.