Dujovne no habilitará los cambios que los industriales piden en la reforma fiscal
El ministro de Hacienda, que cerró ayer el último panel de la conferencia industrial, dijo que no habrá modificaciones en los impuestos internos ni en contribuciones patronales
En la mesa de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Coca-Cola (AFAC), unas de las más cercanas al escenario principal, hubo murmullos y un par de sonrisas escépticas. Eran casi las 20 de ayer cuando Carlos Abeledo, presidente del Departamento de Política Tributaria de la Unión Industrial Argentina (UIA), realizó la última y única pregunta al panel de reforma tributaria que había reunido a "Messi, Ronaldo y Neymar", como caracterizó el tributarista a Nicolás Dujovne, Alberto Abad y Luciano Laspina. "¿Puede haber cambios en el decreto 814 [cómputo como crédito fiscal de las contribuciones patronales que tienen algunas provincias del norte] y en los impuestos internos?", consultó directamente a Dujovne.
"Nos vamos a concentrar en el mínimo no imponible [para las contribuciones de sueldos bajos] y eso implica que el decreto 814 no funcione más. Entendemos que para ciertos casos puntuales, para algunas empresas, esto signifique un aumento de costos", afirmó Dujovne. "Pero son más las empresas que salen beneficiadas", agregó.
"¿Cuál era la otra pregunta?", consultó Dujovne a Abeledo, pese a que todo el auditorio estaba, desde el comienzo de la 23» Conferencia Industrial de la UIA, que se realizó ayer en Parque Norte, expectante de si pudiera haber o no cambios sobre los gravámenes que impactan, sobre todo, en los números de Coca-Cola y de sus proveedores.
Abeledo, que alabó la reforma, repitió la pregunta. "Trabajamos con dos lógicas. Una, con la aplicación [de impuestos internos] sobre los artículos que consideramos suntuarios y otra, sobre aquellos productos que generan externalidades negativas sobre el sistema de salud", estimó, sin explicitar que dos de esos productos [el vino y la cerveza] quedaron exentos de los aumentos gracias a los lobbies que ejercieron varios gobernadores sobre el Ejecutivo. "No es una actitud paternalista del Gobierno. El consumo de determinados productos impacta sobre el sistema de salud, por eso consideramos que está bien gravar esos productos", confirmó.
"¿Qué le pareció la respuesta del ministro?", preguntó LA NACION a David Lee, presidente de AFAC. "No fue positiva", respondió el ejecutivo. A su lado, lo escuchaba el ex Pepsico y vocero del sector Esteban Agost Carreño, director ejecutivo de la cámara. Lee explicó que, sin embargo, seguirán negociando con el Gobierno y que particularmente llevarán varias propuestas para hacer más gradual la suba del impuesto. Incluso, estimaron que piensan pedir que el azúcar de los jugos de frutas que se usa para la elaboración de bebidas azucaradas no sea tomado como azúcar. "Hay muchos otros productos que tienen azúcar y que no tendrán que pagar este impuesto", criticó el ejecutivo.
La respuesta de Dujovne generó cierta perplejidad. Incluso un peso pesado de la UIA bromeó, mientras el encuentro comenzaba a desconcentrarse, con los rodeos que dio el ministro para explicar sus argumentos. "¡Externalidades! ¿Qué es eso?", remarcó el industrial.
"Hay cosas muy buenas de la reforma", dijo a este medio Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). "La vinculación de los impuestos con la salud no es adecuada", criticó, no obstante, el abogado, que reclamó más gradualismo en esa medida. Esos gravámenes pasan del 4%-8% al 17%. Algo similar ocurre también con las bebidas espirituosas.
El presidente de la conferencia industrial y ejecutivo de los azucareros, de la firma Ledesma, Eduardo Nougués, había abierto el encuentro con una crítica, sin nombrarlas, a las medidas "contraproducentes" para la productividad de las economías regionales y sectoriales.
Sin embargo, pese a negarse a cambios inmediatos en la reforma tributaria, Dujovne habló de un "esquema de reforma permanente", que puede provocar cambios en el actual proceso en los próximos años. Allí habló de retomar las "inquietudes" de algunos sectores.
Tras la presentación de Abad sobre los ejes de cara a 2018 de "la AFIP en tiempos de reforma", las miradas se fijaron sobre el diputado oficialista y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina, actor central en la negociación con el peronismo ligado a los gobernadores en el tratamiento de la reforma, que, dijo, comenzará a partir del lunes 11 de diciembre. Se trata de una fecha posterior al recambio legislativo. "Habrá un debate muy breve [por las extraordinarias] e intenso", indicó el legislador, que dedicó elogios a Marco Lavagna, Diego Bossio y Miguel Pichetto. "Fueron protagonistas centrales de los consensos", aclaró.
"Hay que generar consensos. Hubo un retroceso de algunos sectores, como los ligados al kirchnerismo, con los que no se ha podido consensuar. Ahora hay un aumento del peso de los ligados a las administraciones provinciales", agregó.
La figura de Laspina también repiqueteaba en la mesa de los embotelladores de Coca-Cola. "Ahora iremos a negociar al Congreso", anticipó Lee, que dijo que también mantienen contactos con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que ayer se mostró dispuesto a debatir "matices y velocidades de las reformas" del Gobierno.
Al margen de los debates
Un gol de otro partido
"¡Qué golazo que hizo!", contaban ayer sobre Eduardo Nougués, ejecutivo de Ledesma. La fuente no hablaba sobre el discurso inaugural, sino sobre el zapatazo de fuera del área que este hincha de River de 53 años metió el fin de semana en el torneo del Jockey Club. No obstante, muchos criticaban que jugara con los mayores de 58.
Ex funcionaria y mamá
Paula Español, subsecretaria de Comercio Exterior en tiempos de Axel Kicillof, volvió ayer a la conferencia industrial en busca de clientes para su consultora Radar. Esta vez llegó con panza. Está embarazada de seis meses. ¿Su panel preferido? Como una groupie, se la pasó sacando fotos con su celular a los especialistas José Miguel Benavente y Joao Ferraz.