Dudas entre los inversores por el dólar y las elecciones
Ante bancos internacionales y analistas de Wall Street, el equipo económico afirmó que cuenta con poder de fuego para enfrentar una eventual dolarización de carteras durante la campaña; inquietud por las posibilidades de Cristina Kirchner
WASHINGTON.- Era previsible: el dólar y la elección presidencial fueron dos temas que el equipo económico de Mauricio Macri debió tocar en sus reuniones a puertas cerradas en esta ciudad con analistas e inversores. Los funcionarios argentinos dejaron un mensaje: confían en que cuentan con las herramientas y el poder de fuego para afrontar un eventual repliegue de los inversores que meta presión al dólar durante la campaña presidencial.
La agenda de la comitiva oficial tuvo un nutrido contacto con inversores. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne ; el presidente del Banco Central, Guido Sandleris ; el vicepresidente, Gustavo Cañonero, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, fueron juntos o se repartieron en varios encuentros en Nueva York y Washington con fondos y bancos de inversión, inversores institucionales y analistas de Wall Street.
El Gobierno brindó un número para intentar llevar tranquilidad respecto del futuro del dólar: el 93% del ahorro argentino ya está dolarizado, según cálculos de Hacienda. Y, en caso de que el traspaso de los argentinos y de los extranjeros que aún no se pasaron al dólar sea muy fuerte durante los próximos meses -un escenario similar, por ejemplo, a la corrida de 2018-, el Gobierno confía en contar con suficiente espalda con las licitaciones anunciadas del Tesoro por unos US$9600 millones -que comenzarán pasado mañana-, la mayor oferta de dólares provenientes del comercio exterior respecto de la del año último y el margen del Banco Central para operar en el mercado de futuros. Eso, se puntualizó, permitiría cerrar el año sin sobresaltos, por más que haya volatilidad, según reconstruyó LA NACION de tres fuentes que escucharon a miembros del equipo económico. "Ellos creen que tienen los dólares", sintetizó un asistente a una de las reuniones, bajo estricto anonimato.
Pero uno de los posibles problemas, indicó, es que gran parte de ese poder de fuego es "lineal" -las licitaciones del Tesoro diarias por US$60 millones- y puede llegar a haber inconvenientes con el timing en caso de que se produzca un pico de demanda.
Ante la evidencia que dejó la crisis que se desató el año pasado, algunos oyentes también se dieron cierto margen para el escepticismo al escuchar las garantías oficiales. Un año atrás, el equipo económico llegó aquí con el mensaje de que la economía iba a crecer un 3%, la inflación iba a caer y a acercarse a un dígito y el horizonte estaba despejado. Apenas unas semanas después explotó la crisis.
Dujovne ofreció otra vez un mensaje optimista, en sintonía con el laboratorio dialéctico del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Insistió en la idea de que hoy la economía está mejor que cuando asumió el presidente Mauricio Macri y dejó un mensaje: la Argentina volverá a crecer fuerte cuando desaparezcan la incertidumbre política y el temor por el retorno del kirchnerismo.
Pero otra vez hubo quienes lo escucharon con escepticismo: "Si después de lo que pasó el año pasado venís con ese discurso, ¿quién te lo va a creer?", indicó otra fuente.
Otro cálculo que circuló en Washington durante la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial tuvo que ver con el riesgo país: alrededor de la mitad de los 800 puntos alrededor de los que hoy ronda la sobretasa que enfrenta la Argentina se debe al temor por el regreso de Cristina Kirchner . Para algunos, es una estimación exagerada. Otros, en línea con el horizonte electoral "binario" que ven en el país, advierten que un triunfo de Macri o uno de Cristina llevará el riesgo hacia un lado u otro.
El mensaje que se intentó arraigar fue que la economía está mejor, bajo control, y el panorama político turbio que enfrenta el oficialismo comenzará a despejarse en los próximos meses.
El esquema de bandas cambiarias que ha encorsetado al Banco Central para intervenir con mayor discrecionalidad sobre el tipo de cambio fue otro de los grandes temas. El Fondo defendió el esquema, aunque sin llegar a descartar del todo retoques ante un cambio de escenario. El Gobierno y el Fondo han señalado que existe un diálogo fluido y permanente entre las autoridades y el staff del organismo.
"Estamos con una confianza importante de que si la Argentina continúa con los lineamientos del plan, que son la base del diseño del programa; la Argentina logrará corregir los desbalances", dijo ayer el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, en una conferencia de prensa.
En el Fondo hubo también varias reuniones de funcionarios. El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, mantuvo un encuentro de 45 minutos con el jefe de misión para la Argentina del FMI, el italiano Roberto Cardarelli. Sandleris se reunió con el número dos, David Lipton, con quien hoy se verá Dujovne.