Dónde y por qué se corta la luz
¿Por qué a mí? Es la pregunta que se hacen quienes sufren los cortes de luz que desde hace años se convirtieron en una amenaza temible para los usuarios de la Ciudad y del Gran Buenos Aires. LA NACION Data hizo un relevamiento exhaustivo en base a información oficial para responder otras dos preguntas concretas: ¿Dónde y por qué se corta la electricidad?
Con datos del Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE), se analizaron cuáles fueron los barrios más afectados por las interrupciones del servicio entre enero de 2017 y el mismo mes de este año. Los registros revisados contabilizan los medidores de electricidad con servicio interrumpido a cada hora en los barrios afectados según informa diariamente el organismo que controla a las empresas en su página web, un método distinto al que utiliza el ENRE y el Ministerio de Energía.
Las interrupciones totales en la zona metropolitana cayeron 3% en el período analizado. Quilmes Oeste es la localidad con más horas de corte registradas en esa zona. La siguen Burzaco, González Catán, Lomas de Zamora y Florencio Varela. Edenor brinda el servicio en González Catán y Edesur en los otros cuatro distritos.
En la ciudad, en tanto, los barrios más afectados el último año fueron Villa Lugano, Caballito, Flores y Balvanera, todos en la zona de concesión de Edesur.
La comparación muestra también que el barrio porteño que más padeció esta variación interanual fue Parque Avellaneda. En enero 2018 hubo en esa zona casi 20 veces más de usuarios por hora sin luz. Lo siguen Mataderos (14), Nueva Pompeya (10) y Caballito (5).
Otros barrios, en cambio, tuvieron una mejora sensible en la calidad del servicio, por lo que anotaron una variación negativa en materia de cortes. La Zona Portuaria casi no tuvo incidentes, al igual que la porción de Recoleta en la que presta servicio Edenor. Y los usuarios de Villa Santa Rita y Villa Pueyrredón se vieron también favorecidos por una mejora en torno al 70% en la cantidad de cortes.
¿Por qué?
El sistema eléctrico se divide en generadoras que producen la energía, como Yacyretá o Central Puerto, transportadoras (la más importante es Transener) y distribuidoras, como Edenor y Edesur.
El director del departamento de Ingeniería Electrónica del ITBA, Francisco Ditaranto, explica que cuando la energía llega a una subestación, toman la posta las empresas distribuidoras. En cada una hay un transformador de potencia que convierte 132 kilovoltios en 13.000 voltios. Luego, a través de cables de media tensión, la electricidad viaja hacia los transformadores que reducen la tensión a 380 voltios de energía trifásica ó 220 para que sea directamente enviada a los usuarios industriales y domiciliarios.
Ditranto sostiene que la falla más común en el sistema de distribución es la avería de un fusible por sobrecorriente. Cuando una línea o cable tiene mayor demanda de la que puede soportar, un fusible se quema para protegerlo y evitar que se rompan elementos más costosos y complicados de reparar.
Otra falla menos común, pero más difícil y onerosa de arreglar, se da cuando circula mucha corriente a altas temperaturas durante un período extenso. En esos casos los cables pueden tener fallas. Las más comunes ocurren en sus conexiones y aislantes.
También pueden sufrir desperfectos los transformadores. Estas averías son las que más tiempo y dinero demandan. Se pueden producir por excesos de carga, inundación de las cámaras, falta de mantenimiento, descargas eléctricas (rayos durante tormentas) y el fin de su vida útil, entre otras razones.
Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur, en diálogo con LA NACION, explica que las temperaturas medias son un factor determinante en las interrupciones en el servicio, pero no el único. Menciona también la cantidad de días consecutivos de altas temperaturas, las olas de calor y las tormentas de viento o lluvia.
Los montos que recibirán los usuarios afectados, por comuna
Emilio Apud, ex secretario de Energía y actual director del Estado en YPF, dice que en la actualidad todos los cortes de luz se deben casi en su totalidad a fallas en el sistema de distribución por la desinversión en la etapa kirchnerista.
El análisis de LN Data indica que el 69% de las horas de cortes de Edenor se explican por averías en el sistema de media tensión, 20% en el de baja. El restante 11% corresponden a cortes preventivos y de mantenimiento programados. En Edesur, estas mismas cifras son 50%, 48% y 2% en cada caso.
Si los problemas suceden en el sistema de distribución, como suele ocurrir, los cortes se vuelven muy difíciles de administrar o de programar. En algunos casos, cuando se observa que un transformador viene sobrecargado, se puede alterar el circuito para que otro lo reemplace. Pero Apud explica que los problemas muchas veces se originan en el transformador mismo: "Hace unos años, cuando el problema era la generación de energía, sí se podían planificar los cortes y manipular su dirección, como cuando De Vido cortaba la producción de ciertas fábricas", asegura. Pero ahora, las averías están en una etapa del circuito en el que la energía ya fue prácticamente distribuida, como los cables de baja tensión, que pueden llevar años sin ser reemplazados.
Por esa razón es que las localidades con redes más dañadas y peor mantenidas son en particular las más afectadas y las que más padecen la falta de energía en sus hogares, clubes, colegios, negocios o empresas.
En su estado original, los datos presentan un problema técnico. Edesur, a causa de un defecto en el sistema de registros, no pudo asignar en ninguna localidad de Capital Federal el 17% de las horas en las cuales el servicio fue interrumpido. La empresa explica que esto se puede deber a que los usuarios llenaron mal la planilla cuando se dieron de alta, o a que estos cortes ocurren en una zona fronteriza entre un barrio y otro.
Edesur tiene 2.529.307 medidores y Edenor, 2.916.064. Cada uno representa en promedio cuatro personas. El análisis de los datos arroja un resultado llamativo. La variación en la cantidad de horas sin energía entre enero de 2017 y enero de 2018 tuvo un incremento de 41% para Edesur, mientras que para Edenor este mismo indicador cayó 54%.
Emilio Apud dice que Edesur recibió un servicio más abandonado que Edenor y que esto puede explicar la diferencia en este indicador de performance.
A su vez, Blanco señala que aunque las comparaciones son una manera válida para analizar el rendimiento de una empresa, hay que considerar las diferencias entre el área que abarcan Edesur y Edenor. La primera cubre dos tercios de la Capital Federal, un territorio urbanamente más complejo con la dificultad de que los cables son subterráneos, lo que enlentece la reparación de cualquier avería y prolonga las horas sin servicio.
Blanco defiende además la gestión de la empresa: "Desde que se corrigieron las tarifas, los primeros dos años invertimos mucho en alta y media tensión lo que no garantiza directamente que las horas de interrupciones de servicio bajen, pero sí un sistema más sólido y bien hecho, que dará sus frutos a mediano plazo". Dice que este año las inversiones previstas serán destinadas en su mayoría a la red de baja tensión.