Nuevo dólar, altas tasas y tarifas: cómo transitan las pymes el actual escenario
Buscar la cuadratura del círculo pyme o resolver el rompecabezas que les presentará a las pequeñas y medianas empresas en los próximos meses. Estos actores de la economía deberán navegar en un escenario de caída de la actividad con el peso de una importante carga fiscal sobre sus hombros y con un incremento notorio en los costos -por las tarifas de servicios públicos y por los efectos de la suba del dólar en el valor de los insumos- que resulta difícil de trasladar al precio final. Hoy sufre el margen empresario, y el entorno de altas tasas de interés complejiza el financiamiento a precios "razonables" o pagables para el promedio de las firmas.
Buena parte de las pymes se vieron excluidas el año pasado de la recuperación económica. La novedad es que ahora se incorporan a esa realidad pymes que sí estaban ancladas en algún engranaje de los motores del producto bruto interno (PBI) en 2017.
Entre las principales conclusiones que surgen de charlas que mantuvo LA NACION con referentes de cámaras del sector, funcionarios, economistas y tributaristas, la principal preocupación pasa por el financiamiento: solo tres de cada diez pymes acceden al circuito bancario. El Gobierno habilitó una línea bonificada para descuento de cheques de hasta 90 días al 29% anual, y eso es visto como un alivio, pero se advierte que sigue siendo una tasa difícil para la situación actual. La reducción de la carga impositiva, un adlátere del gradualismo que queda sometido a la variable del déficit fiscal , sería más relevante.
Otros rasgos que caracterizan el mundo pyme podrían sintetizarse en los siguientes puntos: muchos empresarios se sienten más cómodos con el nivel actual del tipo de cambio, al que piden defender; se alargan los tiempos de la cadena de pagos; peligra el empleo en las industrias y se registran suspensiones de horas extras y reducciones de turnos; se verifica un aumento de cheques rechazados, repuestos luego inmediatamente.
Las 853.886 pymes representan el 99% de las empresas en el país y generan el 70% del empleo formal. Según la estadística del Ministerio de Producción, hay 361.300 de servicios, 267.900 comerciales, 93.200 pymes agropecuarias, 87.300 industrias y 42.400 constructoras. Más de la mitad de las pymes están en la ciudad de Buenos Aires y en tierra bonaerense.
Mientras esos números cuentan cómo es la estructura del universo pyme, hay otros que ayudan a describir la coyuntura. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que monitorea la evolución en 2000 locales físicos, concluyó que las ventas cayeron en junio 4,2% año contra año y que acumulan un retroceso en 2018 del 2,8%. Hay homogeneidad: en los 18 sectores hubo caídas. Según un informe del Observatorio Pyme, este año la confianza de este segmento se "deterioró significativamente", aunque no alcanza los mínimos del período 2008/09 o de la recesión de 2014. A su vez, "la confianza en la macroeconomía nacional está por debajo de la confianza en la evolución de la empresa", consigna el trabajo.
"La preocupación de hoy es cómo pagar los aguinaldos; hablan con empleados para negociar el pago en tramos. El dólar informal estuvo por debajo del oficial en las últimas semanas; generalmente, son pymes que venden para pagar aguinaldos e insumos", apunta Damián Di Pace, consultor microeconómico y autor del libro Economía pyme.
"Estamos entrando en un semestre de recesión. Las pymes que venden al mercado interno pueden estar en problemas. Hay procesos de ajuste que se empiezan a observar, como un achique en la demanda de insumos que golpea a la proveedora (pyme). Es la forma en la que se salva la compañía grande que está al final de la cadena: corta el suministro para no acumular stocks", dice Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, quien remarca que la recesión se extenderá al último trimestre de 2018 inclusive.
Dante Sica, ministro de Producción, especificó que "habrá que mirar con mucho cuidado a las pymes". El presidente Mauricio Macri anunció una nueva ley sectorial, aunque no hubo precisiones. Según el secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer, será una "cocreación" del Gobierno con las cámaras empresariales en los próximos meses. El funcionario anticipó que habrá medidas para actuar sobre la burocracia y, al referirse al tema impositivo, habló de sábana corta: "Hay que ser gradual en lo tributario. Lo más importante es cumplir el plan de reducción del déficit".
¿Y la visión oficial sobre el tema del empleo? "No estamos viendo situación de despidos masivos -dice Mayer-. Por ahora, la mayoría lo entiende como un bache hacia fin de año. A lo sumo suspenderán, pero esto no se ve como algo terminal. Lo que sí plantean es estrés financiero y falta de capital de trabajo, con temor a que se corte la cadena de pagos. El foco está allí y lanzamos el paquete [de préstamos] de $26.000 millones, que puede durar un par de meses. Seguiremos sumando financiamiento", agrega.
"Sancionar una ley en la Argentina requiere de acuerdos y tiempo. Necesitamos medidas urgentes. Hoy el problema es que no hay ventas y las pymes tienen una estructura de costos muy alta. Los que pueden aguantar porque tienen resto financiero hacen política de precios y captan ventas bajando márgenes; el resto se endeuda y subsiste. Algunos achican el negocio, cierran una sucursal, buscan socios, se las ingenian. Otros cierran", dice Gerardo Díaz Beltrán, presidente de la CAME.
"Lo planteado en la reforma impositiva tiene que tener para las pymes un acelerador inmediato. No podemos buscar una gradualidad de cinco años", agrega el dirigente industrial José Urtubey, en referencia a las medidas de alivio de la carga tributaria.
Las pymes vinculadas a la exportación se ven favorecidas por el nuevo tipo de cambio. Las que venden al mercado interno tienen alguna protección por el encarecimiento de lo importado, pero se prevé que la ventaja será sobrecompensada negativamente por menor demanda local.
Tras una leve recuperación de la industria en 2017, las mediciones privadas y el Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec dan cuenta de caídas en abril y mayo.
Para el presidente de Industriales Pymes Argentinos, Daniel Rosato, la problemática pasa por las tarifas: "La energía está dolarizada. Unas 8500 industrias compramos gas en boca de pozo. Recibimos una factura en dólares, con aumentos en dólares, que debemos pagar en pesos. Las formadoras de precios transfieren y las pymes enfrentan el aumento, que no pueden llevar al precio porque no hay ventas. En última instancia, termina en mano de obra. Horas extras, turnos, trabajar menos días. Ya lo vemos...".
"El Ahora 12 es positivo. Las medidas son buenas, pero no puede verse como algo extraordinario una tasa del 29% anual", dice, en referencia a los créditos anunciados para el sector.
Cómo le va a cada sector
En la industria textil, para fabricar una remera intervienen unas seis empresas. Según la Fundación ProTejer, desde el hilado del algodón hasta la venta, el sector emplea directamente a unas 400.000 personas. Hoy funciona al 50% de la capacidad instalada y acumula desde 2016 una caída de mercado del 25%. "Las hilanderías y tejedurías son de clase mundial. Los fabricantes de bienes de capital, suizos y alemanes, vienen acá con sus clientes para mostrarles cómo funcionan las máquinas. A puerta de fábrica le competimos a cualquiera, el problema es que cuando el producto atraviesa el portón se encuentra con la matriz de no competitividad sistémica de la Argentina", explica Ariel Schale, economista de la fundación.
"La ley pyme está pensada para dar beneficios importantes en proceso de crecimiento, ya que está atada a las ganancias y a las ventas. Pero en un ciclo de pérdidas y poca facturación, no logran materializarse. Para diferir a 90 días el pago del IVA, primero hay que tener ventas", agrega.
La industria del calzado, con unas 1500 empresas, fabrica 25 millones de pares de zapatos menos que en 2015, cuando produjo 125 millones. El 80% de las fábricas son pymes, de entre 100 y 200 empleados, y gran parte de la producción está en La Matanza, según datos de la cámara. En la coyuntura se percibe un alargamiento en la cadena de pagos: el comerciante paga a 150 días (antes, a 60). Hay alivio por el paraguas del dólar sobre importaciones, pero los empresarios advierten que insumos como los adhesivos o el cuero están dolarizados.
Motores del crecimiento M que se enfrían dejan secuelas en el sector inmobiliario y la construcción. "Este año apuntaba a ser el mejor de la última década, pero empieza a complicarse porque se entra en zona de turbulencia", dice Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina. Precisa que se frenaron ocho de cada diez operaciones con crédito hipotecario que concluían en junio.
En el turismo receptivo, el nuevo dólar abre oportunidades. "El escenario es sumamente positivo y esperamos una mejora exponencial en la llegada de turistas extranjeros en los próximos meses, beneficiados por el tipo de cambio", dice Aldo Elías, presidente de la Cámara de Turismo.
"El problema es cuánto durará la competitividad cambiaria, porque los precios están subiendo rápido. El que está en condiciones de aprovecharlo ya se beneficia. Los productores de vinos y otras economías regionales tienen mercados localizados. En otros casos, se teme que no den los tiempos", dice Beltrán, de la CAME. El régimen Exportá Simple simplifica el proceso al evitar inscripciones.
La industria del software, que exporta el 40% de lo que produce, agrupa a 5000 empresas y el 75% son micro. El software tiene saldo externo favorable y espera un "fuerte crecimiento" en las exportaciones, en torno a US$2000 millones, según Aníbal Carmona, presidente de la cámara. Dejarían un superávit de US$1200 millones en 2018. "Es momento de conseguir mercado", dice.
En la Argentina hay una empresa cada 2326 habitantes, cuando ese número es en Chile de 125; en Brasil, de 347, y en México, de 1064. Para la Fundación Observatorio Pyme, que apadrina Paolo Rocca, la alta presión fiscal es una causa de baja natalidad.
Estar en el registro oficial de pymes permite contar con beneficios tributarios, pero solo el 40% de las empresas se empadronaron. Además del diferimiento del IVA, también es posible compensar el impuesto al cheque con el pago de Ganancias y tomar como pago a cuenta de ese impuesto el 10% de una inversión. Para el tributarista César Litvin, esos aspectos "mejoran mucho la competitividad".
Un paso con un alto costo
El paso del régimen tributario simplificado o monotributo al régimen general es uno de los problemas pendientes de solución desde hace años. Dar el "salto" supone un alto costo, que se considera desproporcionado en relación con el incremento de la actividad que pudo haber logrado el contribuyente. "Una persona que pasa de monotributista a responsable inscripto pasa de pagar una cuota mensual de $6000 a 35% de ganancias, 21% de IVA, 3% de Ingresos Brutos y tasas provinciales y municipales. Uno de los inconvenientes para aplicar la ley de promoción de es que muchos agentes, sobre todo los micro, viven en una economía gris", describe el economista Damián Di Pace.
Las expectativas de las pymes, sector por sector
Textiles
Trabajan solo con capital propio, que se erosiona desde hace 26 meses. Tienen alguna protección frente a las importaciones por el tipo de cambio .Hoy se concentran en la conservación de los puestos
Calzado
El sector viene muy golpeado desde 2016. Hoy fabrican 25 millones de zapatos menos que en 2015. Algunos quieren aprovechar el nuevo tipo de cambio para exportar, aunque sería necesario abrir mercados nuevos
Industrias en general
Las tarifas de los servicios públicos encarecen en forma significativa los costos; al no poder trasladar eso a precios por caída de la demanda, se comprime el margen de las pymes, que ajustan con baja de horas de trabajo
Sector petrolero
Las pymes que proveen servicios para el sector petrolero generan empleo, por las inversiones en Vaca Muerta y en otros proyectos, según destacan en la asociación Industriales Pymes Argentinos
Agricultura
Entre las producciones primarias, las empresas dedicadas al agro estarían beneficiadas por el nuevo nivel de tipo de cambio, tras la fuerte devaluación del peso. Son unas 93.000 pequeñas y medianas unidades en el país.
Actividad inmobiliaria
Por la incertidumbre y la corrida cambiaria, se frenaron 8 de cada 10 créditos en UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) que debían concretarse entre mayo y junio. Estiman que pasarán entre 30 y 60 días antes de una reactivación
Construcción
Unas 42.000 pymes están en esta actividad. Hay obras frenadas por ajustes en gastos del Estado y por la baja de los créditos hipotecarios. Una caída en un sector de empleo intensivo puede derivar en menor nivel de consumo
Turismo
Es una actividad más favorecida por el nuevo dólar, principalmente en el caso de empresas que operan con turismo receptivo. En abril, llegaron 217.000 turistas no residentes y se espera que el número crezca
Servicios de software
El 40% de lo que produce este sector se exporta y se espera una mejora de esas ventas. El software local gana terreno por precio, pero también se sostiene por el valor agregado de los servicios que se ofrecen desde la Argentina
Producciones regionales
Los sectores con mercados generados previamente, como el frutícola y el vitivinícola, entre otros, podrán aprovechar el tipo de cambio. Pero preocupa la suba de precios, que haría que se cierre rápido esa ventana de oportunidad
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