Hernán Lacunza, sobre el dólar: "Permitir una tendencia alcista solo sumaría incertidumbre"

"Tengo un mandato central, no excluyente, pero a lo que lo demás se subordina: garantizar la estabilidad del tipo de cambio en el proceso electoral", afirmó el flamante ministro de Hacienda y Energía, Hernán Lacunza, en su primera conferencia de prensa, en la que no presentó medidas concretas sino un lineamiento general de su gestión.

En el microcine del Palacio de Hacienda, Lacunza dijo que el dólar está "largamente por encima de su valor de equilibrio" y que se utilizarán todas las herramientas para que el dólar "no abandone el rango de precios de la semana pasada". El dólar sube casi un 2% en la apertura.

Acompañado por su nuevo equipo, el ministro aseguró que cumplirá con las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya quinta auditoría realizará en los próximos días. Informó además que la economía logró un superávit fiscal de $4293 millones en julio. "Necesitamos una política fiscal consistentes", dijo Lacunza, que anticipó que este mes también tendría números positivos en el frente fiscal.

Por último, reconoció que los mercados financieros ya comenzaron a funcionar en base a expectativas futuras y que, en ese camino, están mirando de cerca lo que dice la oposición. Nombró el Frente de Todos, pero no a Alberto Fernández, principal líder de esa fuerza. "Hay que preservar la estabilidad como un bien superior. No es una excusa para poner en jaque el bienestar de la gente", aseguró sobre la campaña electoral en ciernes. En ese sentido, señaló que en los próximos días llamará a los referentes de todos los espacios y los convocará para establecer consenso sobre la economía.

Lacunza describió la actual situación económica como "compleja" y admitió que el proceso electoral no es indiferente a la situación de los mercados. "Lo que más nos preocupa, sin embargo, es el bienestar de la población", agregó el funcionario, para luego agradecer a Mauricio Macri su designación y a María Eugenia Vidal por sus últimos cuatro años en la provincia.

"Lo importante es que en el punto de partida (del próximo Gobierno) se disponga de una plataforma robusta para poder recuperar el crecimiento", dijo el ministro, que agregó que se trata de un mal que, junto con la pobreza, hace décadas padece el país.

A su derecha, en la punta de la mesa del auditorio de Hacienda, estaba Sebastián Katz, su viceministro desde hoy. "Es el economista más talentoso de nuestra generación", dijo Lacunza al presentarlo. Lo acompañaron Milagros Gismondi (jefa de gabinete de asesores), Hugo Medina (secretaría Legal y Administrativa), y los ya conocidos Rodrigo Pena (Hacienda), Santiago Bausili (Finanzas) y Gustavo Lopetegui (Energía).

Sobre el dólar y los activos argentinos, Lacunza afirmó que hoy la Argentina está envuelta "en un entorno de incertidumbre" y que "la estabilidad es un bien público" que hay que garantizar. Reconoció que se "perdió referencia nominal para establecer referencias de precios".

"Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer para cuidar los ingresos de los que menos tienen y las clases medias teniendo en cuenta la inflación asociada" a la suba del dólar de la última semana. "No hace falta un tipo de cambio más alto. Una nueva presión alcista no responde a fundamentos reales y es nocivo para el real funcionamiento de la economía y genera presiones inflacionarias", dijo el ministro, que agregó que se verá a la inflación en un escalón adicional en los próximos meses.

En ese sentido, se esperaba entonces que el presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, diera una conferencia de prensa con nuevas medidas sobre la intervención en el mercado cambiario y el uso de las reservas para generar anclar al dólar.

Lacunza estimó que las medidas para "proteger el bolsillo de los argentinos" anunciadas la semana pasada tendrían un costo de $59.986 millones que serán cubiertas con una mayor recaudación fiscal esperada gracias a la inflación ($54.841 millones).

"Garantizaremos las pautas fiscales acordadas con el FMI", aseguró el ministro que reemplazó a Nicolás Dujovne. "En los próximos días se hará la visita", ratificó. Lacunza aprovechó entonces para presentar los números del seguimiento de metas.

En julio se registró un superávit primario de $4293 millones y un resultado financiero negativo (gracias a los intereses de la deuda) de -77.867 millones. En los primeros siete meses, el superávit primario fue de 34.514 millones, un 0,2% del PBI, mientras que el resultado financiero fue negativo en 365.069 millones (un 1,7% del producto). Para fin de año, se espera un déficit primario de 0,5% (Dujovne esperaba uno de -0,3%), lo que implica el cumplimiento de la meta con el FMI teniendo en cuenta los ajustadores.

"El presidente es presidente antes que candidato", dijo Lacunza, al momento de reconocer el impacto que tienen los conceptos de la oposición en los mercados, algo que se verificó ayer en los bonos argentinos con los dichos de Fernández el domingo sobre la posible "reestructuración" de la deuda, que luego salió a negar Guillermo Nielsen.

Lacunza dijo entonces que convocarán a los referentes económicos de los diferentes espacios de la oposición para intentar encontrar "condiciones básicas" para "preservar la estabilidad". Según contaron a LA NACION, esto ocurrirá en los próximos días.

El ministro entrante terminó la conferencia hablando de un legado para el próximo mandato. "Cuentas ordenadas, equilibrio primario, un balance externo financiable, un tipo de cambio competitivo, tarifas de servicios públicos corregidas, obras de infraestructura que incrementan la productividad y transparencia", enumeró, aunque reconoció también un contexto que no ayudó, errores propios y, claro, mala suerte.

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