¿Fin de un clásico argentino? El peor momento de las casas de cambio
En diciembre se restringió aún más la operatoria de las casas y agencias de cambio; hoy solo pueden vender moneda limítrofe, pero no hay turismo
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Son casas de cambio habilitadas, pero aun así no pueden vender dólares ni euros. En marzo del año pasado tuvieron que cerrar sus puertas por la pandemia de coronavirus y recién en diciembre el Banco Central les permitió volver a operar, pero con una condición que sentenció a las pocas que todavía quedaban de pie: solo podrían intercambiar moneda limítrofe, en un país que tiene las fronteras cerradas por la pandemia.
“A nosotros nos afecta mucho, nos achicaron el negocio. Además, el puente internacional con Brasil está cerrado, por lo que ni siquiera estamos vendiendo reales”, contó una agencia de cambios de la provincia de Corrientes.
En la Patagonia, en la cercanía con la frontera con Chile, la respuesta es determinante: “No operamos más desde marzo del año pasado”. Las contestaciones se repiten de punta a punta de la Argentina. Primero fue la pandemia, después el endurecimiento del cepo. Sin turismo ni venta de dólares, el negocio no funciona.
Consultados por LA NACION, desde el Banco Central remarcaron que la medida continúa y que no hay novedades de que vaya a cambiar. Con el endurecimiento del cepo al dólar una gran parte de la población quedó vedada del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Sin embargo, ni el cupo máximo de US$200 ni los requisitos para acceder fueron suficientes, ya que el 10 de diciembre pasado sacaron de la escena a las agencias de cambio, un protagonista clave del sistema.
“Los operadores de cambio podrán abrir sus sucursales únicamente para la compra de divisas, venta de moneda de países limítrofes y arbitrajes con instrumentos habilitados, según una disposición aprobada hoy por el Directorio del Banco Central de la República Argentina”, anunció seis meses atrás el Central en un comunicado oficial.
Antes de la pandemia había alrededor de 300 entidades financieras y casas de cambio. Un año y medio después calculan entre ellas que quedan entre 70 y 90, de las cuales únicamente 15 están operativas.
En julio cerró definitivamente Cambios Mazza, la agencia más importante del país tras 65 años de operatoria ininterrumpida. Según le confesaron a este medio, otra agencia cambiaria con 50 años de trayectoria analiza el mismo destino.
“Antes que estar abiertos y que no entre nadie porque la operatoria está restringida, preferimos tener cerrado el local. Es insoportable, con los alquileres, los gastos que uno tiene. Fuimos intentando solucionar con la gente, pero no pudimos. Pasamos de tener entre 15 y 20 empleados, a tener una sola persona que se encarga de hacer tareas administrativas. El sector está destruido, destruido”, confesó una casa de cambio de la provincia de Misiones, que prefirió no ser mencionada.
La provincia de Misiones tiene una gran particularidad: el 90% de sus fronteras limita con otros países, por lo que los ciudadanos suelen cruzar de un lado y otro de la frontera constantemente. En ese escenario, las casas de cambio cumplen un rol fundamental para los habitantes.
Sin embargo, con las fronteras cerradas, siquiera pueden obtener dinero de esa parte del negocio. “No hay operatoria, si vendemos son 100, 200 reales al día. Actualmente solo podemos vender reales o guaraníes, pero siempre dentro de los US$200 permitidos. Entonces, no nos quedó otra que desarmar las dos sucursales que teníamos, solo nos quedamos con la Casa Central, pero sin atención al público”, sostuvo por su parte Diego Fernando Zapalla, de la agencia de cambios misionera Konfianza Cambios.
Más ironías: no pueden vender dólares ventanilla, pero sí a través de Internet
Las historias se repiten en todo el país. En el caso de una agencia de cambios que opera tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la zona sur del conurbano bonaerense, migraron parte del negocio a la virtualidad y de esa forma logran “llegar a fin de mes”.
A pesar de que el BCRA prohíbe que las agencias de cambio vendan dólares por ventanilla, sí les permite que lo hagan a través de Internet. La contracara es que armar el sistema es costoso y se necesita cumplir con una extensa lista de requisitos, por lo que no resulta una solución para todas las casas de cambio.
“Nosotros tenemos siete locales, pero cinco están cerrados. Solo dos están operando, uno en Capital y otro en zona sur. Abrimos las puertas para intentar solventar los gastos, pero está complicado, más que la operatoria online. En plena pandemia pudimos armar una fintech para vender los US$200 reglamentados a quienes puedan acceder, pero no es negocio, solo nos ayuda a mantener la estructura. Es una locura que puedas comprar por Internet y no de manera presencial, esto pasa en este país nada más. No le encuentro sentido”, consideró el socio gerente de la casa de cambios porteña, quien también prefirió mantener su nombre bajo reserva.
Luego del endurecimiento del cepo cambiario en septiembre del año pasado, gran parte de la población quedó vedada del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). “De 20 que quieren acceder, 15 son rechazadas por el Central. Imaginate que hasta yo, que soy el socio gerente de una casa de cambios, no puedo comprar”, remarcó.
Por ventanilla, la opción es comprar reales, bolivianos, pesos uruguayos, pesos chilenos o guaraníes. Los compradores lo prefieren antes que nada y algunos clientes habituales lo incorporaron como moneda de ahorro. “Cualquier cosa vale más que el peso argentino”, aseguran.
Según coinciden las casas de cambio, el mercado ilegal cada día crece más y “se hace imposible de competir”. Hoy el dólar oficial se vende a $100 pero, con el recargo del 30% de impuesto PAIS y 35% en concepción de Ganancias, alcanza los $165. En contraposición, el blue se vende ilegalmente a $160.
“Sabíamos que esto es lo que iba a pasar si venía esta dirigencia política. La economía informal está creciendo más que la formal y eso significa menos recaudación, no solo para nosotros sino también para el Estado que se lleva el 65% en impuestos. ¿A quién le vendo con cepo y encima teniendo el dólar más alto del mercado? El Gobierno se encargó perfectamente de matarnos. Ellos sabrán, pero hasta que no haya un cambio de política económica y se quite el cepo, nuestra situación no va a cambiar”, sentenció uno de los entrevistados.
Algunos todavía tienen la esperanza de que el negocio mejore en un futuro. En el caso de Konfianza Cambios, su cierre de puertas es temporal. “Nos costó muchísimo obtener la licencia. Nos la dieron en 2016, operamos dos años y medio a full, después tuvimos que bajar las cortinas. Gastamos mucho dinero en capacitación, en mejorar el sistema para cumplir con todos los requisitos. El análisis que hacemos es este: nos costó tanto, que esperamos que en algún momento cambien las leyes y vuelva a ser negocio. Hoy es un gasto, pero por lo menos ya estamos armados. Queremos hacer las cosas bien, algún día vamos a volver a la actividad”, cerró Zapalla.
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