Dólar y riesgo en alza por giro en los mercados
El clima financiero global demostró ayer que está tan o más inestable que el meteorológico, ahora que el calentamiento ayuda a hacer otoños de los veranos y viceversa.
Esa sensación quedó ayer en el ambiente luego de que, tras un lunes de marcado rebote para las monedas y bonos emergentes -y del que sacaron especial provecho el peso y los golpeados títulos de la deuda argentina-, la moneda local se devaluó más del 2% y la tasa de riesgo país saltó 4% para volver a los niveles máximos que alcanzara a mediados de septiembre.
Todo en medio de una marcada aversión global al riesgo, que contrastó con el alivio que se había generado anteayer por la tregua pactada en la guerra comercial entre las dos mayores potencias mundiales, Estados Unidos y China, y que se dejó ver, por caso, en un inusual derrumbe mayor al 3% de los índices en Wall Street (ver página 4) y en el hundimiento de casi 2% del rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que cerró al 2,91% anual.
El peso resultó una de las monedas más golpeadas del día, solo detrás de la lira turca, que derrapó 2,7%. Esto se reflejó en el salto de 90 centavos que mostró la cotización del dólar mayorista (de $36,50 a $37,40), lo que volvió a colocar su precio al público por encima de los $38 (cerró a $38,32 en promedio).
Y los bonos locales confirmaron que están entre los más volátiles del mercado al caer 1,5% en promedio, lo que empujó la tasa de riesgo país a la zona de 725 puntos y colaboró para elevar a 680 puntos el costo de los seguros a 5 años contra un posible nuevo default argentino, que volvieron así a la zona de máximos de mediados de septiembre.
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