Dólar: tres motivos por los que febrero es un mes caliente para el blue
Sobrante de pesos, baja cosecha, tensiones políticas, el avance del tipo de cambio oficial y la confirmación del acuerdo con el FMI influirán sobre los tipos de cambio libres
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Desde que el dólar blue tocó un máximo nominal histórico de $222,50, dos semanas atrás, el billete informal dio un pequeño respiro luego de que el Gobierno anunciara un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras caer $10 en un día, hoy se vende a $214, a $8,50 de distancia del valor más alto que se tenga registro. Sin embargo, en febrero se renuevan algunas presiones que influirán sobre los tipos de cambio libres.
Se trata de un mes que ya de por sí es caracterizado por tener “exceso de pesos”. A eso, se les suman otros factores clave. La baja cosecha, las tensiones políticas, el avance del tipo de cambio oficial y la confirmación del acuerdo con el organismo multilateral serán noticias a seguir de cerca, porque marcarán el ritmo de los movimientos del dólar, según coinciden los analistas consultados.
Para GMA Capital, el optimismo que se registró en las valuaciones de los activos locales por el principio de acuerdo con el Fondo no se condijo con una caída semejante en los dólares libres. Mientras que el Merval y los bonos Globales festejaron la noticia con subas de 8%, los dólares financieros y el blue descendieron en torno a 4%.
“¿Por qué hubo esta divergencia en la magnitud del movimiento del dólar y los activos locales post anuncio de acercamiento con el FMI si ambos son reflejo del riesgo argentino? Y, quizás más importante aún, ¿por qué el rally argentino no continuó a lo largo de la semana? Más allá de los acontecimientos políticos (la renuncia de Máximo Kirchner y Cecilia Moreau a la presidencia y vicepresidencia del bloque del Frente de Todos), creemos que sobre la dinámica del tipo de cambio financiero y la apatía de los últimos días inciden también otras cuestiones macro más profundas y delicadas”, afirmó.
1. Exceso de pesos
En diciembre pasado la “maquinita” del Banco Central (BCRA) imprimió $3,1 millones por minuto, según números de GMA Capital. O, visto de otra manera: casi un tercio de los pesos que fueron inyectados en la calle en 2021 correspondió al doceavo mes del año ($518.000 millones). Se trata de un mes en el que los pesos son demandados por cuestiones estacionales: las empresas tienen que pagar aguinaldos, hay gastos extra relacionados a las fiestas de fin de año y se planean las vacaciones de verano.
Pero, en febrero, esos pesos empiezan a sobrar. El apetito por la moneda local desaparece y parte de los billetes excedentes van a parar al dólar paralelo. “Es el fenómeno del pan dulce. Si sos productor de pan dulce, en los meses de noviembre y diciembre demandás pesos para comprar insumos: la harina, la fruta abrillantada, las nueces. Para las fiestas vendes el producto y, como en febrero la demanda baja, con los pesos de las ventas hacés dos cosas: o comprés mercadería o dólares alternativos, que es como el argentino medio ahorra. Eso mismo le pasa al juguetero, a los comercios, a todos quienes venden estacionalmente más por las fiestas”, graficó el analista financiero Salvador di Stefano.
Para Fernando Marull, economista de FMyA, la estacionalidad de pesos “no es positiva para que haga bajar el dólar en febrero”. Solo si el Gobierno da señales positivas sobre el acuerdo con el FMI podría ayudar a descomprimir sus valores, aunque “los problemas siguen presentes y las bajas del dólar serán ‘transitorias’”.
2. Agro y avance del dólar oficial, dos variables clave
En el mes del carnaval, el agro liquida -en promedio- 35% menos de divisas que en la media del resto del año. “Por esta razón, el excedente de dinero presiona con más fuerza sobre el dólar oficial”, indicó GMA Capital.
En la misma línea apuntó Marull, quien remarcó que “febrero es un mes difícil” para el Banco Central. La caída de las ventas del agro impacta sobre las reservas, algo que en marzo se revierte por la llegada de la cosecha. Para Di Stefano, si los altos precios de la soja continúan y la sequía no impacta fuertemente, el Gobierno podría seguir con la política de anclar el dólar oficial para contener la inflación.
En 2022 los economistas esperan que el dólar mayorista acompañe a la inflación. Pero, en enero, esto no ocurrió. El mes pasado el aumento generalizado de los precios se ubicó en torno al 4%, de acuerdo con estimaciones de las consultoras privadas, mientras que el tipo de cambio se movió a un ritmo del 2,24%. Si bien es una devaluación mensual más alta que los meses previos (que fue del 1%), el mayorista se sigue atrasando.
“Si sigue en esa línea, inevitablemente va a tener que subir la tasa de interés, porque hay muchos pesos en la economía, el Gobierno tiene que intentar contenerlos. A medida que siga atrasando el tipo de cambio, se van a demandar más dólares para la importación (porque se lo considerará barato) y empezará a tener filtraciones en la balanza cambiaria. Eso puede derivar en un endurecimiento del cepo, lo que va a seguir generando mayor demanda del dólar blue y la brecha va a aumentar”, explicó.
Para el economista, este escenario podría evitarse si el dólar oficial se actualiza 20% y luego ajusta por inflación mensual. En ese caso, dice, las importaciones se encarecerían y se calmaría el apetito por el blue. De todas formas, la tasa de interés debería subir para alcanzar un rendimiento positivo, una de las exigencias del FMI.
3. Idas y venidas: ¿y el acuerdo?
“Pero, en definitiva, febrero dependerá en gran medida de qué suceda con el acuerdo con el FMI. Si hay noticias de que se cae, o no hay señales buenas, el paralelo va a subir. Por el momento hay ruido, incertidumbre, pero lo importante es cómo termina la historia. La confirmación de las negociaciones calmarán al dólar”, argumentó Marull.
La fecha límite es la tercera semana de marzo, cuando el Gobierno deberá desembolsar US$2877 millones. Sin embargo, los economistas esperan que los anuncios se realicen antes y no ocurra lo mismo que en enero, cuando el Ejecutivo se demoró en dar señales hasta el día de pago, provocó incertidumbre e impactó en los mercados.
“El Gobierno espera dinero de Rusia, de China, del FMI. Si esos acuerdos se materializan y llegan los fondos, febrero será tranquilo en materia cambiaria. Ahora, si se demoran, habrá incertidumbre”, cerró di Stefano.
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