Dólar hoy: las seis “malas noticias” que impulsaron al blue hacia el alza
En las últimas semanas, la Argentina acumuló algunas novedades que pusieron en alerta a los dólares libres
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Si la primera quincena de abril se caracterizó por la “pax cambiaria” que reinaba entre los dólares libres, la segunda mitad fue todo lo contrario. Ayer, el dólar blue pegó un salto de $7, un movimiento que no se veía desde diciembre de 2020. En tanto, los dólares financieros ya superan la barrera de los $210, cuando tan solo una semana atrás rondaban los $190.
Aunque hoy los tipos de cambio libres se desinflan, luego de ocho días de escalada ininterrumpida, los factores que explican por qué se despertaron tras dos meses sin movimientos siguen de fondo. En las últimas semanas, la Argentina recibió una serie de “malas noticias” que llegó para romper con el “veranito cambiario” que había traído el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Cabe recordar que a finales de enero los dólares tocaron máximos nominales históricos, por eso hasta sorprende lo mucho que bajaron durante marzo. ¿De dónde vino? Hay un factor de especulación: subieron las tasas de interés para intentar seguirle a la inflación, el Gobierno emitió bonos en dólares, entonces hay gente que se animó a cambiar dólares por pesos. Eso fue apalancado por dos cosas: que el acuerdo con el FMI dio una señal de que se evitaba un escenario disruptivo, y la especulación de que en el segundo semestre entran más dólares de la soja y tranquiliza al tipo de cambio. El mercado se pasó a los pesos para aprovechar las mejores tasas”, resumió Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
No obstante, en la última semana el escenario se dio vuelta y hay al menos seis factores que explican por qué los financieros regresaron a cotizaciones que no se veían desde mediados de febrero. “Ayer vimos un salto muy fuerte, que hace rato no se registraba. El blue es un toro: o está tranquilo, o se dispara”, consideró Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de Equilibria.
1. El dólar se valoriza a nivel mundial
Hay un factor internacional que está jugando en contra del peso argentino. La semana pasada Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), adelantó que en la primera semana de mayo se avecina una nueva suba de las tasas de interés y de los bonos americanos. Como consecuencia, los inversores vuelven a posicionarse en dólares, un fenómeno que es conocido dentro del mercado como “fly to quality” (vuelo a la calidad).
“El mundo está en un estado turbulento y volátil. Eso mueve a que haya un movimiento de capitales que, aunque la Argentina esté muy restringida, también le pega. A eso se le suma que en el último tiempo el dólar se fortaleció a nivel global, el yen está en el nivel más alto desde noviembre de 2002, y un 11% se depreció en el último mes y medio. Entonces, eso llama a que todas a las monedas tiendan a depreciarse, incluido el peso”, afirmó Tiscornia.
2. Inflación récord
Semanas atrás, el Indec publicó que la inflación de marzo fue del 6,7% mensual, una cifra que no se observaba desde hace 20 años. Eso confirmó, una vez más (el acumulado del primer trimestre es 16,1%), que la suba generalizada de los precios será el mayor desafío para este año. Sobre todo para el Banco Central (BCRA), que sigue subiendo las tasas de interés por detrás de la inflación, y que deberá acelerar el movimiento del tipo de cambio oficial para no atrasarse. Son dos objetivos con los que se comprometió ante el FMI.
“Con una inflación del 15% en el primer trimestre del año, un dólar estable o a la baja no era muy sostenible. Los precios de la economía están subiendo, y el dólar es un bien más. Lo que se espera de ahora en más es que los dólares se mueven al ritmo de la inflación, tal vez un poco menos”, consideró el analista financiero Christian Buteler.
3. El nuevo “Plan Platita”, ¿cómo se financia?
Consecuencia de lo anterior, el lunes pasado el Gobierno anunció un nuevo paquete de ayuda económica para atenuar el impacto de la inflación sobre los sectores más vulnerables. Los trabajadores informales, monotributistas de las categorías A y B, y trabajadoras de casas particulares podrán acceder a un bono de $18.000, a pagar en dos cuotas (mayo y junio). En tanto, los jubilados y pensionados recibirán $12.000 en una cuota.
De acuerdo con la consultora económica Equilibra, el costo fiscal del programa será de $260.000 millones en el segundo trimestre del año, lo que equivale a 0,4 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) del país. “La medida es correcta en términos sociales. El problema es que no nos decidimos de dónde se compensan esos mayores gastos. Se puso sobre la mesa el proyecto de renta inesperada, aunque todavía no entró nada en el Congreso. Ese 0,4 del producto, ¿de dónde sale? ¿Se recortan otros gastos? ¿Aumentan impuestos?”, se preguntó Sigaut Gravina.
4. Las arcas del Banco Central
“El año pasado en esta época el BCRA acumulaba US$100 millones por día. Hoy, prácticamente acumuló cero”, remarcó Tiscornia. Ese es uno de los puntos que más preocupa a los economistas. Pese a las restricciones para importar, el acuerdo con el FMI y la buena liquidación del agro -impulsada por los precios internacionales-, en lo que va de abril el Banco Central logró sumar solo US$164 millones de compras netas en el mercado.
A fin de año debería acumular US$5800 millones, según el acuerdo con el FMI. La historia dice que abril, mayo, junio y julio son los meses donde el Central puede acumular la mayor cantidad de dólares. Pero este año, a diferencia de otros, se pone en juego el déficit energético de la Argentina con la llegada de los meses más fríos del año.
“Este año el fuerte crecimiento del déficit energético va a estar centrado de mayo hasta agosto. Si en abril, que todavía hubo importaciones de energía acotadas por el clima, y aun así no se acumularon reservas, da la sensación que en los próximos meses será más difícil. Antes de la guerra el déficit daba US$500 millones. Hoy, se habla de entre US$5000-6000 millones, lo cual dependerá de los precios internacionales, la cantidad de barcos para el transporte, entre otros factores. Ese cuadro da mayor déficit energético, no por mayor volumen, sino por valor: la energía puede costar hasta dos, tres veces más”, argumentó Sigaut Gravina.
5. Roces políticos
Las peleas dentro del Frente de Todos no ayudan a darle claridad al panorama para los próximos meses. La pulseada entre los albertistas y los kirchneristas, unos con una mirada más moderada y los otros una más radical sobre cómo llevar adelante la conducción del país, pone en duda la credibilidad del Gobierno a la hora de adoptar medidas económica y suma incertidumbre al mercado cambiario.
“La cosa política suma miedos, está muy pesado el clima. El acuerdo con el FMI sigue siendo, con los defectos y todo lo que tiene, la mínima hoja de ruta para tratar de que el Gobierno llegue a las elecciones sin que les explote todo por el aire. Pero ahí entran las dudas políticas y si el propio oficialismo le va a impedir a Fernández hacer lo que haga falta. Cristina se corre para no quedar pegada... ¿Pero hasta dónde se corre? ¿Toma el control? ¿Cascotea a Martín Guzmán [ministro de Economía]? No queda claro”, consideró Tiscornia.
6. El acuerdo con el FMI bajo la lupa
El Gobierno logró acordar un programa con el FMI, pero aún quedan por delante las revisiones trimestrales de los objetivos pactados. En mayo se avecina el primer examen y, si bien el país cumplió con las metas propuestas, los economistas consideran que el resto del año no será tan sencillo. Las metas eran exigentes, incluso antes de la invasión militar de Rusia sobre Ucrania.
“Tanto en el frente fiscal como en el de acumulación de reservas podrían no cumplirse las revisiones trimestrales. En el frente fiscal, por dos razones. Primero, porque en el primer trimestre hubo más déficit resultado del producto, aunque todavía se ubicó dentro de la meta trimestral. Segundo, porque hubo una ‘contabilidad creativa’, algo que usó el Gobierno anterior también, pero nunca en esta magnitud. Hay dudas de si el FMI va a poner reparos en eso y decir que incumplimos la meta, o que se puede hacer, pero hasta un límite”, agregó Sigaut Gravina.
¿Y en caso de incumplir? Para el economista de Equilibra, si el organismo multilateral deja de darle divisas a la Argentina, el país partiría con un nivel de reservas muy bajas. Nuevamente, se volvería a revivir la discusión de enero, cuando los dólares libres tocaron máximos históricos. “Y ahí te conviene estar en moneda dura”, cerró.
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