Dólar: el calendario con fechas clave que miran el Gobierno y el Banco Central
Como la lechuga, el tomate y las ciruelas, el dólar también tiene estacionalidad. En otras palabras, hay momentos del año en los que hay más o menos unidades disponibles, pero, a diferencia de lo que sucede con las frutas y las verduras, que suelen aumentar de precio cuando hay escasez, los problemas que se desatan en este caso son un tanto más complejos.
Y los meses que vienen suman cierta complicación: lejos de la afluencia de divisas que genera la soja, que recién llega a partir del segundo trimestre de cada año, y con las reservas del Banco Central en niveles preocupantes, no es cuestión de "pasar el invierno", sino de "pasar el verano".
LA NACION accedió en exclusiva a un estudio sobre estacionalidad de exportaciones que realizó la Cámara de Exportadores (CERA), que tomó datos de 2019 y lo que va de 2020 -este último fue un período particular para varios sectores- para entender en qué momento se liquida la mayor cantidad de divisas por parte de los principales complejos exportadores.
Los datos oficiales indican que cuatro de cada 10 dólares que genera la Argentina vienen del campo, entre el complejo maicero, triguero y sojero. El segundo complejo más grande en tamaño es el automotor; luego, el petrolero-petroquímico y, más adelante, el oro y la plata. Entre estos sectores se delinea un calendario con "temporadas altas".
Marzo, abril, mayo, noviembre y diciembre son los meses clave para el agro: los primeros tres son el momento de la soja y los últimos dos, de la cosecha fina. El segundo semestre es el fuerte para la exportación de autos, tal como se comprueba a partir de los datos de CERA, período en el que también crecen levemente combustibles y minería y metales comunes.
En el verano, en cambio, hay meses "vacíos". Así lo explica Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina: "Enero y febrero son los peores meses del año y concentran un tercio del déficit de la balanza comercial del año". El turismo llegó a generar pérdidas de más de US$6000 millones, un número mayor a lo que se calculan que son las reservas del Banco Central hoy.
Este será un verano distinto, con menos vuelos hacia el exterior, pero también menos vuelos que arriban a la Argentina. Es probable que los turistas que lleguen, además, se vuelquen al mercado paralelo para descargar sus dólares, estima Ecolatina, por lo que no habría impacto positivo en las reservas. Para 2021, la consultora estima que el déficit en el balance de pagos del turismo será de US$3500 millones, aun con una actividad un 15% por debajo que la de 2019.
La consultora también estudió la "estacionalidad" de las intervenciones del Banco Central: cuando la autoridad monetaria compra dólares, hay mayor pax cambiaria. Cuando los vende, en cambio, intenta llevar calma a un mercado agitado. En el promedio de intervenciones entre 2012 y 2019, el BCRA estuvo "vendedor" en agosto, septiembre, octubre y noviembre, mientras que pudo terminar con saldo casi neutro en diciembre (mes de alta demanda de pesos), enero y marzo. El resto de los meses, sobre todo abril, mayo, junio y julio, estuvo "comprador".
Pero estos no son tiempos "normales" en ningún sentido, y tampoco en materia cambiaria. Tanto en lo que queda de 2020 como en los primeros tres meses de 2021 el escenario es complicado, advierte Rajnerman, pero no tanto por la falta de ingresos de dólares frescos sino por la situación de las reservas del Banco Central. "Hay US$4000 millones de reservas netas, niveles parecidos a lo de 2013 y 2015, momentos en los que posteriormente hubo devaluaciones: no se devalúa cuando se llega a cero, sino cuando las reservas son bajas", dice, y concluye: "Van a ser meses tensos y es posible una devaluación en ese contexto".
El calendario exportador
LA NACION consultó a la Cámara de Exportadores y a los distintos sectores para conocer en detalle en qué momento se liquidan las exportaciones argentinas. En ese sentido, más allá de la ya conocida estacionalidad de los granos, cereales y oleaginosas, los tiempos particulares de cada sector no siempre son tan evidentes.
Por caso, el sector automotor, en principio, no debería tener mayor estacionalidad que la que le imprimen los parates en las plantas durante el verano. "En la primera parte del año hay menor dinamismo producto de ese freno, pero además, y como el 70% de las exportaciones va a Brasil, y el patentamiento en ese país levanta en el segundo semestre, empuja más la demanda", explica Franco Roland, analista sectorial de la consultora Abeceb especializado en la industria automotriz. Es una tendencia generalizada en las manufacturas de origen industrial, advierte el especialista: en 2019, en el segundo semestre hubo un 14% más de exportaciones de este tipo; en 2018, un 12% más, y en 2017, un 20% más.
En el caso de los metales, y tal como se desprende de los datos de CERA, se ve un cierto aumento de las exportaciones de los comunes, como el aluminio y el acero, desde el segundo trimestre del año en adelante. En el caso del oro y la plata, y según la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), no hay una estacionalidad marcada. Desde la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP) también señalaron que su sector no tiene períodos marcados de mayor o menor exportación.
En 2020, un año paralizado por el coronavirus, en la mayoría de los sectores no se comprobó una estacionalidad simplemente porque no hubo casi exportaciones.
Por caso, CAEM estimó que, con la actividad más normalizada, pero aún sin operar a plena capacidad en el último trimestre del año, los envíos de oro y plata podrían llegar a US$660 millones, entre un 5% y un 10% por debajo del mismo periodo de 2019. Lo mismo sucedió con los autos: según la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), en los primeros 10 meses del año el sector exportó un 41,7% menos que en 2019.
Por último, en el calendario de la liquidación de exportaciones también hay curiosidades. Un sector que fue vedette de los últimos años, el de los servicios (exporta por US$6000 millones al año), tiene una "cierta" estacionalidad a pesar de que su producción no depende de ningún factor climático o de dinámicas que afecten la operatoria física. Desde Argencon, la cámara que nuclea a varias compañías de este sector, afirmaron que hay alguna concentración en el último trimestre del año en la liquidación de divisas porque coincide con el ciclo de facturación y el fin de ejercicio de varias corporaciones.
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