Dólar a $350: la cotización que mantiene fija el Gobierno, pero se convirtió en un valor casi de “ficción”
Aunque el tipo de cambio oficial mayorista suele ser referencia del mercado exterior, pocas operaciones se canalizan por esta vía
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Hace 57 ruedas hábiles que el dólar oficial mayorista opera sin cambios en los $350. Incluso a pesar de que, en estos dos meses y medio, la inflación se movió a una velocidad de dos dígitos mensuales, la brecha cambiaria alcanzó máximos históricos y el tipo de cambio real multilateral acumuló el mayor atraso de la era Alberto Fernández. La situación llevó a que las expectativas devaluatorias se dispararan de cara a diciembre. Y es que en la práctica, por las distintas medidas que tomó el Gobierno en los últimos meses, esta cotización se convirtió en un valor casi “testimonial”.
En un escenario en el cual el Banco Central (BCRA) tuviese reservas y el cepo cambiario no existiera, requisitos para el “normal” funcionamiento de la economía, el tipo de cambio oficial mayorista sería el precio de referencia del mercado exterior. Sin embargo, para no convalidar un nuevo salto devaluatorio, en la actualidad los $350 aplican solo a contados sectores. Entre ellos, la importación de medicamentos y material para combatir el fuego, autopartes, así como bienes e insumos relacionados con la canasta básica o la generación de energía.
En cambio, el resto de las importaciones tienen tres tipos de cambio de referencia. A finales de julio, en plenas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ministerio de Economía anunció que las importaciones de bienes tendrían que pagar sobre el dólar mayorista una alícuota del 7,5% de impuesto PAIS (una cotización final de $376,25), del 25% para los servicios ($437,50) y del 30% para los bienes de lujo ($455).
Algo similar sucedió con las exportaciones. Primero, el Gobierno creó el Programa de Incremento Exportador para el agro (dólar soja), luego se sumó el sector hidrocarburífero (dólar Vaca Muerta) y más tarde para las pequeñas medianas empresas (dólar pyme). Finalmente, a finales de octubre, anunció que todas las exportaciones de bienes y servicios serían parte de este nuevo esquema de liquidación.
“La estrategia del Gobierno claramente apunta a engrosar el ingreso de divisas, sobre todo las que se canalizan por el mercado alternativo del dólar (CCL, MEP, etcétera) con la finalidad de presionar hacia abajo las cotizaciones o evitar subas espiralizadas, liberando parcialmente al Banco Central de utilizar recursos propios para hacerlo”, dijo Gustavo Quintana, operador de Cambios PR.
En detalle, el 70% de las ventas se tienen que canalizar a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), a $350. El 30% restante deberá liquidarse al dólar contado con liquidación ($868), dando como resultado un tipo de cambio implícito promedio de $510. Eso sí: el incentivo estará vigente hasta el viernes 17 de noviembre, dos días antes del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei.
“Tenemos cepo desde finales del gobierno anterior y, esta administración, lejos de librar, lo que hizo fue profundizarlo más. Esto acentuó más la falta de dólares y la sequía de este año terminó por agravar la situación. En el medio, se sumaron restricciones, tratando de que cada vez menos jugadores accedan al tipo de cambio oficial. Y hoy, la estrategia sigue siendo esta. A medida que se agrava la falta de dólares, suben impuestos, meten regulaciones, y pagan un poco más a los exportadores. Pero esto no es sostenible para ninguna economía, tiene consecuencias en la actividad y los precios”, agregó Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras.
Por el momento, según siguen sosteniendo puertas adentro del Palacio de Hacienda, el tipo de cambio mayorista quedará fijo en los $350 hasta el próximo 15 de noviembre. A partir de esa fecha, retomará el crawling peg (microdevaluaciones diarias), a la par de la inflación menos un punto.
Para Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas, el Gobierno está intentando contener al tipo de cambio mayorista para que sea “un ancla” frente a la inflación. Una estrategia que no viene obteniendo resultados. La única razón por la cual el BCRA convalidó una devaluación el 14 de agosto, el día después de las PASO presidenciales, fue porque era una condición necesaria para llegar a un acuerdo con el FMI. “Pero no está en el espíritu del Gobierno moverlo más allá del crawling peg”, agregó.
“Una brecha cambiaria del 150% es sumamente alta, da una pauta de que hay un desequilibrio y que, eventualmente, puede venir una devaluación. Eso lleva a remarcaciones de precios. A eso se le suma que hoy el tipo de cambio de exportaciones es de casi $500, lo que también imprime más velocidad a la formación de precios. Hoy, el tipo de cambio es más bien testimonial, fue perdiendo sentido”, cerró.
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