El mes próximo se definirá si la tregua del dólar continúa hasta las elecciones
El campo dio la primera señal de que el aporte decisivo para que se prolongue la pax cambiaria, que lleva 65 días, y se vea si esto es solo un veranito en pleno invierno o algo más, no provendrá del propio sector, sino de la política.
Es un indicio que, más que sorprender, debería confirmar presunciones, pero también es cierto que hasta ahora se descontaba que a esta altura del año habría un aporte en teoría menos incierto que el político: el ingreso fluido de "agrodólares", las divisas que generan las exportaciones agropecuarias. La suposición se basaba en que el campo viene de dejar atrás la sequía, que tiene ahora una cosecha récord y que esta es la época del año en la que se acelera la liquidación de divisas.
En abril y mayo el agro estuvo inyectando dólares en el mercado a un ritmo superior al de igual período de 2018, pero el último dato de liquidaciones publicado esta semana por la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) muestra que en junio pisó el freno: fueron US$2218 millones, un 42% menos que en junio de 2018.
Las entidades dicen que la caída está influida por un efecto distorsivo: hace un año "se adelantó el ingreso de divisas para contribuir a combatir la inestabilidad cambiaria que se registraba entonces". Una forma light de referirse a las presiones que recibieron del exministro de Finanzas, Luis Caputo, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, para que volcaran más dólares al mercado tras el segundo pico de la crisis cambiaria, a fines de mayo de 2018. Hasta el propio Macri se involucró en el tema. Gustavo Idigoras, presidente de Ciara y el CEC, dice que las cifras hoy, en cambio, "reflejan el nivel de ventas real del productor argentino". Fuentes del sector confirmaron a LA NACION que las liquidaciones arrancaron julio con la misma tendencia declinante.
La liquidación de divisas está relacionada con la compra de granos a los productores que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos industrializados. Por lo tanto, juegan otros factores, como los bajos precios internacionales de los granos. "El de la soja hoy es un precio geopolítico difícil de descifrar. Depende más de un tuit de Trump que de la oferta y la demanda del mercado", explica. Entran montos más bajos más allá de los volúmenes.
Y luego está el factor local. "El productor agropecuario argentino está analizando todo permanentemente y habrá quienes apuesten a que la pax cambiaria siga y quienes apuesten a que no. Hoy muchos venden el maíz, pero prefieren guardar la soja esperando un mejor momento", agrega Idigoras. Es por eso que para este año espera un escalonamiento mayor en las liquidaciones. "Antes el grueso empezaba en abril y terminaba en agosto, ahora es probable que se expandan hasta octubre", analiza. Buenas noticias para el Gobierno, que transitaría el proceso electoral con afluencia de agrodólares, aunque el resultado de las PASO, el 11 de agosto, podría complicar ese escenario.Incluso hay quienes creen que la inestabilidad podría empezar algunas semanas antes, ya durante este mes.
Juan Manuel Garzón, del Ieral, propone una mirada más abarcativa y estima que, entre mayo y agosto, el ingreso promedio diario asociado a las exportaciones del sector será de US$136 millones, por encima de los US$108 millones del mismo período del año pasado. El economista toma para ese cálculo la exportación de soja, harina de soja, aceite de soja, biodiesel de soja, maíz, trigo, cebada, carne bovina, lácteos, maní y aceite de girasol. Es una estimación en base a envíos físicos y precios promedio de exportación.
"Estos números no necesariamente deben coincidir con los de Ciara: los productos que ellos relevan no son los mismos, por caso, incluimos carne y lácteos, y los de ellos son solo liquidación donde, como bien aclaran, puede estar influida por adelantos o rezagos", explica Garzón.
"A medida de que nos vayamos acercando a fin de año y los adelantos y atrasos en las liquidaciones se vayan cancelando, la brecha entre 2018 y 2019 debería ir convergiendo a un monto extra de US$5000 millones; ese sería el aporte diferencial del campo para este año", señala Garzón. Según sus proyecciones, las exportaciones acumuladas del grupo de productos mencionados llegaría a fines de año a un total de US$30.400 millones versus US$25.400 millones en 2018, un 20% más.
Más datos: ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó que sólo la cadena ligada a la soja aportará este año en exportaciones US$4000 millones más respecto de 2018 y US$1400 millones más en recaudación fiscal (retenciones y otros tributos).
"Los dólares que ingresa el campo explican solo el 50% de la pax cambiaria. El resto responde a la entrada de fondos para hacer carry trade, a que los inversores globales están más dispuestos a asumir riesgos y a que hay mejor humor local por la mejora relativa de Macri. Durará hasta algunas semanas antes de las PASO. Ahí me imagino toma de ganancias", estima Leonardo Chialva, analista de Delphos Investment.
También apunta en esta dirección la economista Marina Dal Poggetto. "Se dio vuelta lo financiero; se está armando una historia con la Argentina y el fundamento es que hay mucha liquidez global. La tasa afuera está en 1,80%, el dólar acá estaba bajando y la tasa de interés local está alta, por eso entran los dólares", señala.
En el Gobierno siguen el tema expectantes. "No creo ni loco que, como dicen algunos, haya una diferencia de 7 u 8 puntos entre nosotros y el kirchnerismo, pero sí es verdad que si de las PASO surge que Cristina puede ganar las elecciones entraríamos en una lógica de gobierno de transición y todo cambiaría", admite una fuente oficial. Falta poco más de un mes para saberlo.
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