Dólar: por la creciente expectativa de un salto cambiario, se disparó la demanda de coberturas
En un mes y medio se duplicó el interés por contratos de dólar futuro y hay furor por los bonos que ajustan por el tipo de cambio oficial
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La demanda de instrumentos de cobertura contra un posible salto devaluatorio del peso se disparó en el último mes. Creció, coinciden en describir en el mercado, al mismo ritmo que las dificultades que iba mostrando el Banco Central (BCRA) para recomponer su tenencia de reservas propias y ante el empujón que cada nueva restricción impuesta al acceso a la plaza oficial le dio a la brecha cambiaria.
Y lo hizo alimentada por la liquidez que fue liberando precisamente esa entidad, al lanzarse en junio a un rescate masivo de los bonos con capital ajustable por CER, tarea por la que inyectó más de $1,1 billones ante la corrida desatada por temor a una posible próxima reestructuración de un pasivo que, por la sostenida aceleración inflacionaria, ya crece en unos $20.000 millones por día.
Los analistas y operadores explican que el vuelco del mercado responde al marcado deterioro en las expectativas. Y los números son concluyentes. “No deja de subir el volumen operado con futuros del dólar y, por caso, hay un sostenido arbitraje de fondos comunes (FCI) que invierten en bonos CER hacia otros que invierten en instrumentos dollar linked. Lo que se nota es que todo el mercado está buscando cobertura cambiaria”, explica Cristhian Reos, de Allaria Ledesma.
“La vorágine del dólar repercutió sobre la demanda de instrumentos que ajustan por la variación del tipo de cambio oficial, contrastando con la todavía frágil demanda por los activos linkeados a la inflación. En la industria FCI, por caso, en los últimos siete días pudimos observar un nivel de suscripciones netas a los fondos atados al dólar por $39.600 millones, mientras que los CER [atados a la inflación] acumularon rescates por $12.000 millones en el mismo período. En lo que va de julio, a su vez, los primeros registran suscripciones netas por $54.000 millones, mientras que el segmento CER tuvo rescates netos por $100.000 millones, al continuar las dudas sobre estos instrumentos”, coincidió en señalar Damián Koltan, CEO de Adcap Asset Management.
Los datos del Matba/Rofex, la plaza de derivados financieros más activa del país, muestran que la demanda de este tipo de coberturas se duplicó en los últimos 30 días. El denominado “interés abierto”, que no es otra cosa que el número total de contratos de futuros pactados (uno de los indicadores claves de la liquidez y la masa crítica del mercado) pasó de un equivalente a US$3.365.285 millones, al comenzar junio, a otro de $6.591.369 millones, ayer. Y no hay que recordar que se trata de una plaza que, en estas circunstancias, suele quedarse con un único proveedor.
El economista Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, explica los mecanismos de transmisión del mercado: “Cerradas todas las posibilidades de comprar activos que arbitren por el contado con liquidación (CCL), la corrida deriva hacia los papeles los dollar linked. Y obviamente si como FCI recibís fuertes suscripciones, tenés que ir al Rofex sí o sí: entonces los precios y -consecuentemente- las tasas de los futuros vuelan”, señala, en alusión a rendimientos implícitos que llegaron a ubicarse entre el 128% y 144,2% (tasa efectiva anual) para los vencimientos de agosto y septiembre en los últimos días.
Son tasas que sólo se aplacaron algo ayer, lo que estaría señalando una intensificación del BCRA sobre esa plaza, que llega en momentos en que su posición rondaría ya los US$8000 millones entre Rofex y MAE (plaza por la que operan los bancos), apenas US$1000 millones por debajo del tope de la posición que le impone en futuros de dólar el acuerdo con el FMI.
El cuadro se completa con las sostenidas subas que muestran los bonos que ajustan por el dólar oficial. “Vienen teniendo jornadas muy positivas, con alzas que llegaron al 10% en la semana” acota Koltan .
Para el economista Nery Persichini, de GMA Capital, la crisis cambiaria actual “tiene un alto componente de incertidumbre política”. Esto lleva a las empresas e inversores a buscar formas de protegerse, pero no es fácil, porque se dispararon los costos de las cobertura.
“En el mercado se nota una falta de instrumentos para absorber los pesos de las empresas que tienen que deshacerse de posiciones que tenían en Cedears. Por ello las tasas de los futuros de tipo de cambio oficial aumentaron significativamente hasta la zona de 130% y 140% anualizado, un umbral superior al pico observado durante la corrida cambiaria de octubre de 2020. En simultáneo, los bonos dollar linked fueron muy demandados y sus precios aumentaron 11% en las últimas seis ruedas, superando con creces la performance del resto de las alternativas en pesos. Como consecuencia de ello, se vio una marcada compresión de rendimientos, por lo que el T2V2 (vence el 30 de noviembre próximo) rinde -17% y el TV23 (28 de abril de 2021) -11%”, indica.
Esteban Gette, estratega de Cohen, entiende las previsiones que tomó el mercado y las comparte. “Una de las variables que más preocupa es la disponibilidad de reservas que se deteriora día a día, entre otras cosas, por la dinámica de intervenciones del BCRA sobre el mercado cambiario. Con menor disponibilidad de reservas, disminuyen las posibilidades de la entidad monetaria de contener el ritmo devaluatorio al 4% mensual como lo hizo en mayo y junio. De hecho, en la última semana vimos al ritmo devaluatorio viajar al 90% anualizado, equivalente a una devaluación mensual superior al 5%. Y a nadie escapa que la situación podría profundizarse si tenemos en cuenta que el ingreso de divisas en la segunda mitad del año es notablemente menor a la primera”, señala, al referirse al completo combo que alienta estas expectativas.
Lo más inentendible del caso es que el Gobierno no hace nada para tratar de reordenarlas y hasta deja trascender anticipadamente posibles medidas que desalientan la oferta de divisas a la espera que se concreten.
Todo esto en medio de una inflación que no deja de crecer con una brecha cambiaria en niveles similares a la previa del “Rodrigazo” y con el dólar en ascenso en todo el mundo, al persistir la Reserva Federal en una suba de tasas para tratar de aplacar su inflación. Como para no haya demanda de mecanismos de protección.