DirecTV y Fox negociaron los derechos del fútbol con intermediarios de FIFA
Conglomerados de medios estadounidenses, como DirecTV y 21st Century Fox, han tenido relaciones comerciales con las empresas de marketing deportivo que están en el centro del escándalo de corrupción que ha sacudido al fútbol internacional.
Autoridades de Estados Unidos acusaron a finales del mes pasado a ejecutivos de las empresas de marketing, incluyendo Traffic Group y Torneos y Competencias, de pagar o facilitar sobornos a funcionarios vinculados a la FIFA, organismo rector del fútbol, para conseguir los derechos de televisación y lucrativos patrocinios.
Las empresas estadounidenses de televisión han sido importantes clientes de Traffic y de Torneos mediante la compra a través de ellos, como lo hicieron otras empresas de radio y TV de todo el mundo, de los derechos de los grandes eventos de fútbol. En algunos casos, las relaciones también implican sociedades corporativas y empresas conjuntas, de acuerdo con los registros públicos y personas familiarizadas con las compañías.
La acusación del Departamento de Justicia en el caso de la FIFA no incluye cargos de delito alguno contra las firmas estadounidenses. Una portavoz del Departamento de Justicia no respondió a una solicitud de comentarios.
La empresa de distribución satelital DirecTV posee 40% de la firma deportiva argentina Torneos. Esta, a su vez, es copropietaria de Datisa, compañía que adquirió los derechos para transmitir la Copa América a través de sobornos de más de US$100 millones a dirigentes del fútbol, según la acusación.
La edición de este año de la Copa América comienza el 11 de junio y DirecTV Latin America transmitirá los partidos para Argentina, Chile y Colombia, según sus sitios web en esos países.
El ex presidente de Torneos, Alejandro Burzaco, una de las 14 personas contra las cuales se formularon cargos formales, es acusado de haber actuado como intermediario para el pago de sobornos a dirigentes del fútbol argentino. Interpol ha emitido una orden internacional de captura contra Burzaco y lo considera un fugitivo de la justicia. Torneos lo despidió el 3 de junio.
DirecTV, que está en proceso de ser adquirida por AT&T Inc., confirmó su participación en Torneos y dijo que "no tiene el control de gestión" en la empresa. Añadió que espera que "todas las compañías en las que tenemos participaciones cumplan con las leyes y regulaciones establecidas". Señaló que está "siguiendo de cerca el asunto para determinar qué acciones, si cabe, serán apropiadas".
DirecTV tiene 19 millones de abonados en América Latina, más o menos a la par con su base de clientes de Estados Unidos.
DirecTV adquirió su participación en Torneos en 2008 y 2009 a DLJ Marino Partners, Burzaco y Fred Vierra, un ex ejecutivo de cable, dijo un portavoz de DirecTV.
21st Century Fox tiene su propia conexión con Torneos y con Traffic Group, una compañía brasileña que también adquirió los derechos del fútbol y los revendió a las firmas de televisión y radio. (Fox y News Corp, propietaria de The Wall Street Journal, fueron parte de la misma empresa hasta mediados de 2013).
En 2002, Fox se alió a Liberty Media Corp., en ese momento un inversionista en Torneos, y a la firma de private equity Hicks, Muse, Tate & Furst Inc., que tenía una importante participación minoritaria en Traffic, para crear Fox Pan American Sports LLC, una firma de programación y marketing.
Como parte del pacto, Fox transfirió sus canales de deportes en español, mientras que Hicks transfirió su participación de 50% en T&T Sports Marketing LLC, una empresa conjunta entre Traffic y Torneos, de acuerdo con un documento del Ministerio de Economía de Argentina. Registrada en las Islas Caimán en 1997, T&T tiene los derechos de emisión para algunos de los campeonatos de fútbol más populares.
El acuerdo dio a Fox los derechos de dos torneos, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Fox Pan American Sports compró la parte de Hicks Muse en 2011. Después de esa transacción, Fox se convirtió en dueña de más del 50% de T&T, dijo una persona familiarizada con la transacción. Burzaco, de Torneos, dirigió T&T, de acuerdo con una demanda que equipos uruguayos de fútbol presentaron en 2013 contra una organización del fútbol sudamericano.
Una vocera de Fox dijo que la compañía no tiene control operacional de T&T. Una portavoz de Liberty Media, cuya participación en Torneos acabó en poder de DirecTV, no respondió a solicitudes de comentarios. Un portavoz de Hicks declinó hacer comentarios.
Representantes de Traffic y Torneos no devolvieron llamadas en busca de comentarios.
John Guppy, fundador de la firma de marketing deportivo Gilt Edge Soccer Marketing LLC, manifestó que el escándalo podría volver a las empresas "más cautelosas o conscientes sobre con quién están haciendo negocios".
Varios expertos legales dijeron que las empresas estadounidenses no deberían afrontar responsabilidades en relación con cualquier firma de marketing deportivo que fuera hallada culpable de pagar sobornos. Robert Mintz, un ex fiscal federal que encabeza la práctica penal sobre delitos de guante blanco de la firma McCarter & English LLP, indicó que es poco probable que los fiscales presenten cargos contra una empresa estadounidense meramente porque tenga una participación en la propiedad de una firma acusada de cometer delitos, aunque algunos miembros de la compañía estadounidense supieran de esa actividad.
La Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de EE.UU. se centra en los pagos a funcionarios de gobiernos y los dirigentes del fútbol que resultaron beneficiados no serían considerados funcionarios estatales, según los expertos.
Mintz dijo que, en caso de que las acusaciones de soborno se comprueben, un desafío probablemente más importante para las firmas de radio y televisión serán las demandas de los competidores que perdieron los derechos del fútbol. "A estas alturas, hay suficientes acusaciones de irregularidades que podemos esperar que los abogados se pongan a examinar todos los aspectos de estas operaciones", sentenció.
—Samuel Rubenfeld contribuyó a este artículo.
Joe Flint, Patricia Kowsmann y Tripp Mickle
The Wall Street Journal