Diez años del 1 a 1, un anuncio histórico
Se cumplieron ayer, justo el día en que Cavallo reasumió como ministro
El 20 de marzo de 1991 Domingo Cavallo -ministro de Economía de Menem desde el 31 de enero de ese año- convocó sorpresivamente a tres encuentros. Uno, con los miembros del equipo que no eran los de su círculo más cercano y con los peronistas que habían quedado de la gestión de Antonio Erman González. Otro, con economistas. Y, finalmente, uno con la prensa.
Lo que estaba de por medio era formular un anuncio que se convertiría en histórico: el envío al Congreso de un proyecto de ley de convertibilidad del austral. El tipo de cambio elegido y al que el Banco Central debía vender todo lo que le pidieran era 1 dólar igual a 10.000 australes. Tal vez por casualidad, ayer, al cumplirse 10 años de ese anuncio, Cavallo estaba en la Casa Rosada, a metros del edificio desde el que formuló la novedad que vendría a cambiar el curso económico del país. La coincidencia no fue total por muy poco. El 20 de marzo de 1991 fue miércoles.
Cavallo y los suyos habían conseguido mantener en el más absoluto secreto el plan, en el que habían trabajado desde tiempo atrás. Los que conocían el esquema, como el entonces jefe de asesores, Juan Llach, ponían cara de póquer cuando se les decía que en el mercado nadie creía que el paquete de medidas presentado aquel verano estuviera completo.
Muchos hablaban de que se venía un "plan otoño". La pista era que Cavallo había anunciado un nuevo esquema cambiario el día en que asumió la conducción de la economía.
Durante la era de Antonio Erman González había regido la "flotación sucia". Se habían eliminado los controles de cambio y el Banco Central vendía cuando el dólar llegaba a un límite y compraba cuando descendía mucho. Pero las cotizaciones extremas de esa banda no eran públicas. Cavallo dijo el 31 de enero que el Central vendería dólares cuando pasara de los 10.000 australes. Y que los compraría cuando cayera de los 8000. La banda se iría achicando gradualmente, subiendo el piso.
Sorpresa total
El 20 de marzo de 1991 la sorpresa fue total. Los subsecretarios (no había secretarios en los ministerios) de Ingresos Públicos, Carlos Tacchi; de Coordinación, Ernesto Domeniconi; de Combustibles, Luis Prol; de Hacienda, Saúl Bouer, y de Agricultura, Felipe Solá, y el secretario de Planificación de la Presidencia, Vittorio Orsi, se enteraron de boca del propio Cavallo de las características del proyecto, que tenía apenas dos títulos y 14 artículos.
Acto seguido fue el turno de los economistas. "Es la dolarización", dijeron algunos al salir y encontrarse con los periodistas que aguardaban su turno para ingresar en el Salón Padilla, en el quinto piso del ministerio.
En la cabecera de la larga mesa acompañaban a Cavallo: Llach; el presidente del Banco Central, Roque Fernández, y el viceministro Carlos Sánchez. Eran de los pocos que conocían y habían trabajado en el plan. También estaban Orsi y Guillermo Seita (Relaciones Institucionales). En las fotos de ese día se ve parado detrás a Horacio Tomás Liendo, entonces un muy poco conocido director del Banco Central. Era otro de los arquitectos de la ley.
Ese día el dólar cerró a 9600 australes para el tipo vendedor. En los días siguientes hubo una carrera contra el tiempo para que la ley se aprobara en tiempo récord en las dos cámaras del Congreso. Una vez que fue sancionada, el país empezaría a transitar un camino diametralmente distinto.