Deuda. La propuesta para evitar el default que llega desde un grupo de Whatsapp
Desde Whatsapp al debate público, un grupo de empresarios, economistas, emprendedores y miembros del establishment acercaron al Gobierno ideas para avanzar en la renegociación de la deuda y evitar el default que, estiman, podría implicar una caída adicional del 5% del PBI y generar la destrucción de 600.000 puestos de trabajo.
Resetear es el nombre de esta comunidad virtual, que es impulsada por Maia Scher, una ex McKinsey, y convocó a empresarios, emprendedores del ecosistema digital, profesores, médicos y académicos del país. Si bien son iniciativas distintas, esta convocatoria tiene entre sus miembros a muchos protagonistas de Nuestra Voz, el grupo que nació el año pasado en apoyo al gobierno de Mauricio Macri.
El documento, que fue acercado a funcionarios del Gobierno, pone el foco en cuestiones económicas, especialmente en las consecuencias de la pandemia y la dinámica de la deuda. En este último punto, describen los riesgos de que la Argentina caiga nuevamente en default y plantean alternativas de negociación. El 22 de mayo, cuando vence el período de gracia para el pago de US$503 millones de los bonos globales, aparece como el nuevo deadline.
"Pensamos que existe un espacio para acuerdos entre las partes en el corto plazo, que minimice costos de permanecer en default, y que permita encontrar esquemas de reestructuración consistentes con un plan desarrollo sustentable", dice el documento, que contó con asesoramiento de los economistas Marcos Buscaglia, Marina Dal Poggetto, Daniel Marx y Fernando Marengo.
El informe analiza las características del canje propuesto para reestructurar US$66.000 millones de deuda pública bajo legislación extranjera, que no cosechó los apoyos necesarios entre los acreedores. Desde ese lugar, proponen cambios posibles a la oferta, que definió quita de intereses superior al 60%, el reinicio de los pagos en 2023 y un esquema de tasas que sube escalonadamente desde 0,5% ese año.
Según los autores, el escenario macro que generaría mejores posibilidades de recuperación para la economía argentina es lograr una reestructuración exitosa sin dejar de pagar los servicios de deuda. En cambio, si el proceso no logra consensos y la Argentina cae en default podría impactar negativamente en el nivel de actividad con una caída adicional de ahsta el 5,2% en el PBI, estiman.
En ese sentido, afirman que "están dadas las condiciones para encontrar esquemas sostenibles y aceptables por todas las partes". El cupón promedio de los nuevos bonos (Argentina ofrece 2,3%, los acreedores piden entre 4,5% y 6%), el período de gracia (tres años en la propuesta oficial, un año para los bonistas) y el superávit fiscal proyectado en el largo plazo (1% según el Gobierno, 2% para los acreedores) son algunas de las variables que, según el documento de Resetear, pueden ser ajustadas para alcanzar un acuerdo.
La primera de las cuatro propuestas sugeridas implica que sean capitalizables los intereses acumulados en los tres años del período de gracia e incrementar los intereses, para que comiencen en 1% y lleguen a un promedio del 3,8%. De esta forma, estiman, el VPN de los bonos ofrecidos rondaría los 50 centavos por dólar.
En el segundo escenario, proponen reducir a un año el período de gracia, extender en cinco años los plazos de los bonos ofrecidos, que se agregue un bono adicional capitalizable a 10 años y que la quita de capital, inicialmente diagramada en el 5,4%, sea del 10%. En cuanto a los intereses, comenzarían en 1%, para luego pasar a 2,5%, 3,5% y 5,5%, en un diagrama que llevaría a US$2510 millones los montos comprometidos por servicios de deuda hast a 2023.
Un tercer modelo diseñado implica subir los intereses, para que comiencen en 1,5% y lleguen a un promedio del 4,15%, además de bajar de tres a uno los años de gracia. Así, el VPN de los bonos canjeados, dicen en el informe, podría subir a entre 51 y 55 por dólar, mientras que el monto a pagar hasta 2023 sube a US$3650 millones.
En un cuarto modelo, también se establece un año de gracia y se fija en 2% la tasa de interés inicial (comienza en 2021), con máximos de entre 4,2% y 5%, según cada bono. En ese ejercicio, el vpn de los bonos nuevos llega a entre 52,8 y 56,7, y los compromisos de deuda incluidos hasta 2023 serían de US$3700 millones.
A su vez, advierten sobre los riesgos del default y su impacto en el nivel de actividad y el empleo. Según el escenario que describe el documento, si la Argentina cae en cesación de pagos, el impacto de una caída adicional del 5% en el PBI podría representar la destrucción de hasta 600.000 puestos de trabajo entre informales, registrados en el sector privado y los autónomos.
"Entrar y permanecer en default podría traer costos elevados e insostenibles para Argentina, sobre todo en la reducción de acceso y encarecimiento del financiamiento externo tanto del sector público como del sector privado, ambos indispensables para motorizar la recuperación y un plan de desarrollo sustentable una vez menguada la emergencia sanitaria", indican en el documento.
Los autores plantean la necesidad de incrementar la inversión en "al menos ocho puntos" por encima del promedio de los últimos 60 años. Esa dinámica, indican en el documento, es indispensable para que la economía argentina pueda crecer al 4,5% anual, requisito para un desarrollo que permita llegar a "una calidad de vida digna y plena para todas las argentinasy argentinos".
En ese marco, advierten además que la Argentina tiene un bajo nivel de endeudamiento en dólares en el sector privado (17% sobre el PBI) en comparación con otros países de la región como Perú (25%), México (40%), Colombia (60%), Brasil (65%) y Chile (134%).
A su vez, también advierten sobre el bajo nivel de inversión relativo. Con datos a diciembre de 2018, describen que en la Argentina la inversión extranjera directa llegó al 15% del PBI, mientras que en Brasil fue del 36%, en Colombia alcanzó el 57% y en Chile, el 90%.
Resetear: de Whatsapp al debate público
Definido como una "red ciudadana", Resetear es un grupo que nació entre grupos y debates de Whatsapp, acelerado por la pandemia y las consecuencias sanitarias y económicas del coronavirus. "Somos una organización distribuida y transversal que nos juntamos para proponer ideas", dice Maia Scher, quien pasó por la consultora McKinsey y hoy impulsa este espacio que nuclea a empresarios, emprendedores, médicos, analistas y referentes del establishment.
Organizada en 'grupos de trabajo' con especialistas, siempre a través de Whatsapp, Resetear escapa al mote de comunidad "empresaria", aunque tiene a muchos de ellos entre sus participantes. Este espacio "de base plural", según plantean algunos de sus miembros, lleva publicados documentos sobre diferentes temas como la economía, el uso de barbijos o protocolos de distanciamiento social, que inicialmente se difundieron de forma anónima.
Un diseñador presente en estas conversaciones, armó el logo y la identidad visual de Resetear, que busca intervenir en el debate público sobre temas de agenda. Si bien tiene un origen independiente al grupo Nuestra Voz, muchos de sus integrantes participan activamente en las conversaciones de esta red. Nombres como Gonzalo Tanoira (presidente de San Miguel), Dicky Smith Estrada (La Rural) y Silvia Torres Carbonell (IAE Business School) son algunos de sus miembros más activos.
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