Deuda: el Gobierno surfeó la última licitación del mes, pero debió pactar tasas de 40,4% anual y achicar plazos
Captó $107.700 millones, entre 5% y 18% menos de lo que le vence, aunque la suma le sirvió para preservar la “caja” hecha en la licitación previa; Finanzas asegura que avanzarán con un programa de creadores de mercado para ampliar demanda y bajar dependencia del financiamiento monetario
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El Gobierno no logró captar del mercado la cantidad de pesos que buscaba para hacer frente a la deuda que le vence el viernes. Se acercó bastante. Sin embargo, para lograr ese “empate” debió validar tasas de hasta el 40,4% anual y volver al cortoplacismo.
Ese aval se dio para los instrumentos de mediano plazo (65 puntos más que hace una semana) o del 2% para los colocados con capital ajustable por inflación, 10 décimas por encima de ese antecedente más inmediato.
En la convocatoria a la tercera y última licitación del mes había anunciado que buscaba $110.000 millones y logró que le ofrezcan $132.576 millones, aunque tomó sólo unos $107.700 millones. Es un 2,1% menos de lo que buscaba y un 5% menos de lo que necesita para hacer frente al pago $113.800 millones de la Letra a Descuento (S30A1) y la Letra a tasa variable (la de pases a 7 días del BCRA o SA301) que vencen el viernes. Tomó menos de lo ofertado justamente para no tener que convalidar tasas aún más altas.
Ese monto implica, además, una brecha del 18% con la factura total que le tocará pagar a fin de mes, sumando vencimientos de otras instrumentos emitidos, pero que no se operan en el mercado secundario.
Lo recaudado le permitió “preservar” buena parte de la caja ganada en la licitación anterior (cuando colocó un bono a medida para bancos) y cerrar el mes de abril con nuevo financiamiento neto $58.250 millones. Es una cifra similar a la que requirió la semana pasada del BCRA al solicitarle nueva asistencia (la tercera del año) por otros $55.00 millones. La deuda nueva emitida crece a $148.800 millones en el año.
Para atraer una mayor demanda, el Ministerio de Economía licitó varios instrumentos sin precio mínimo, como acostumbraba. Además volvió a ofrecer algunos de ellos a plazos muy cortos, algo que no hacía desde comienzos de octubre pasado, cuando comenzaba a quedar atrás el último remezón en los mercados. “Entendimos la necesidad de ser flexibles en plazos y precios en estas circunstancias”, explicó el Secretario de Finanzas, Mariano Sardi.
Más profundidad al mercado
Desde esa dependencia oficial adelantaron además que avanzarán en la creación de un sindicato de bancos colocadores (”creadores de mercado”), algo que ya se había anunciado en 2020 pero en lo que el Gobierno no había logrado progresos aún. “Vamos a avanzar en mayo en eso para darle mayor profundidad al mercado y tratar de bajar más la asistencia monetaria”, admitió el subsecretario de financiamiento, Ramiro Tosi, hombre a cargo del tema.
“Abril cierra con endeudamiento neto de $ 58.800 millones de los cuales, mas de $ 31.000 millones los consiguieron por un bono contra encajes (expansión monetaria)”, hizo notar el economista Gabriel Caamaño en su cuenta de Twitter. “Para lograrlo durante el mes tuvieron que convalidar mayores tasas y acortar plazos de las colocaciones”, acotó y recordó que “la demanda por CER, que ya explica el 70% de la deuda nueva colocada en el año, siguió siendo clave”.
“Me parece un buen respaldo a la propuesta flexibilizada que hizo el Ministerio de Economía”, evaluó por su parte el economista y consultor Federico Glustein. “No consiguió renovar el vencimiento que enfrenta pero con el colchón de la licitación de la semana pasada pudo rollear casi todo satisfactoriamente y preservar los $58.000 millones acumulados para financiar el déficit fiscal”, valoró el analista financiero Nicolás Rivas.
El menú de instrumentos ofrecidos en la licitación, que recibió 809 ofertas, estuvo conformado por cinco títulos. Los más demandados en estos tiempos de zozobra en el mercado fueron los que vencerán en 61 días (a fin de junio) o 182 días emitidos a tasa fija y variable: atrajeron el 70% de la demanda.
El resto (un 30%) se volcó a la Letras indexada (Lecer), el instrumento que había sido más demandado hace una semana, pero cuyo atractivo quedó afectado en los últimos días por una nota de un medio oficialista que hizo temer una posible nueva intervención del Indec, como la que llevara adelante años atrás la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner, para que ese organismo falsificara estadísticas.
En la subasta, el Tesoro captó algo más de $47.000 con la Lede ($22.390 millones) y la Lepase ($24.855 millones) a vencer en 61 días, papeles por los que pagará tasas del 36,8% y 37,34% nominal anual. Además sumó otros $26.700 millones con esos mismos instrumentos, pero a vencer en 182 días, convalidando tasas del 40,21 y 40,42% anual en cada caso. Y consiguió los $37.770 millones restantes con la reapertura de la Lecer a vencer en casi un año, letra que le asegurará a sus tenedores una renta del 2% por sobre la inflación que se registre en el período.
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