Design Thinking: un método para que las empresas sean más innovadoras y ahorren costos
La palabra "innovación" resuena en todas partes pero ¿qué significa realmente? Innovar no consiste simplemente en lanzar nuevos productos o servicios al mercado, sino que también se trata de descubrir nuevas formas de hacer las cosas, modificar modelos comerciales y adaptarse a los cambios. En resumen, se trata de implementar un sistema de trabajo que potencia la creatividad para generar mejoras.
En el mundo de los negocios, este término también implica que la idea presentada aporte valor, y que sirva para resolver una necesidad. "La innovación es vital en el lugar de trabajo porque brinda a las empresas una ventaja para penetrar los mercados más rápido y proporciona una mejor conexión con los consumidores. Además, ayuda a desarrollar conceptos originales y a mantener motivados a los empleados", explica Gabriel Lopatin, Coordinador del curso Design Thinking Week, un programa de una semana de duración que comienza el 25 de junio con el objetivo de que profesionales de todas las áreas de una organización y emprendedores aprendan a incorporar el proceso creativo para desarrollar soluciones innovadoras y sean capaces de resolver problemas con creatividad y efectividad.
La innovación es vital en el lugar de trabajo porque brinda a las empresas una ventaja para penetrar los mercados más rápido y proporciona una mejor conexión con los consumidores. Además, ayuda a desarrollar conceptos originales y a mantener motivados a los empleados.
Cómo empezar a innovar
Uno de los métodos que ha dado los mejores resultados dentro de las compañías de todos los sectores y tamaños es el Design Thinking. Nacida en el seno del mundo del diseño, la ingeniería y la arquitectura, luego se extendió hacia otras industrias y actividades. Según un estudio realizado por la Universidad de Standford y Hasso Plattner Institute, las organizaciones que implementaron esta metodología lograron mejorar en un 71% la cultura de trabajo; incrementar en un 69% la eficiencia en los procesos de innovación; disminuir los costos en un 18% y aumentar las ventar en un 29%. Google, IBM, Marriott y Lego son apenas cuatro exponentes de esta forma de trabajar.
"En esta época todas las organizaciones están bajo stress: constantemente surgen nuevos desafíos y las respuestas del pasado no funcionan ya que el escenario es más complejo e incierto. Así es como el Design Thinking nos permite centrarnos en el usuario para descubrir cuál es el problema real y pensar múltiples soluciones. De esta manera los equipos se vuelven más ágiles y colaborativos.", detalla Nelson Duboscq, Fundador y CEO de Digital House, la organización educativa world class de América Latina que ofrece programas educativos y cursos intensivos para que las personas adquieran los conocimientos indispensables para competir y tener éxito en la economía digital.
En concreto, las únicas barreras por las cuales las empresas podrían negarse a incorporar este proceso son la aversión al cambio, poca colaboración y trabajo en equipo, y estructuras jerárquicas que desalientan el intercambio de ideas, en resumen, se trata de características que juegan en contra a cualquier compañía que quiere hacer negocios en el contexto actual.
"Muchas personas piensan, erróneamente, que la innovación es una actividad separada del negocio, y que tienen que encerrarse o aislarse hasta que surja la nueva idea. Pero, por el contrario, consiste en adoptar una metodología de trabajo que se enfoque en comprender a los clientes para detectar oportunidades, para tener la mente abierta para adoptar mejoras en cualquier proceso dentro del ámbito laboral y para potenciar el pensamiento creativo. Pero para eso, hay que saber cómo implementar la metodología de la manera correcta", concluye el docente del programa ejecutivo Design Thinking Week de Digital House.
LA NACION