Demoras en la obra pública le permitieron al Gobierno hacer un ajuste de fin de año

El Gobierno recortó el presupuesto por segunda vez en el año. La anterior, del 9 de septiembre, fue sucedida por una serie de reasignaciones y aumentos, parte de los cuales fueron compensados con la decisión administrativa 1283/2022, publicada ayer en el Boletín Oficial, con la firma de Sergio Massa, el ministro de Economía y Eduardo “Wado” de Pedro, de Interior.

Esta decimocuarta modificación presupuestaria es la tercera del mes de diciembre, en el cual, de acuerdo con Iaraf, transcurrió la mitad de la reducción del gasto público del año. El resto se repartió entre los primeros 11 meses del año. El recorte total fue de $32.804 millones, mientras que incorporó recursos adicionales por $5901 millones. El saldo positivo fue de $38.714,8 millones.

Los gastos que más se redujeron fueron los de transferencias de capital, principalmente de proyectos sobre los que no se avanzó este año. Se trata de una reducción en las partidas de $20.548 millones, que se extraen del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) (15.468 millones), a Energía Argentina ($3128 millones) y a Trenes Argentinos ($1400 millones).

La inversión real directa tuvo un recorte de $6397 millones, repartidos entre el Ministerio de Transporte ($4050 millones) y de Desarrollo Productivo ($1408 millones).

Las transferencias a provincias se redujeron por una baja en programas del Ministerio de Salud, financiados por préstamos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, por un total de $1827 millones.

Los ministerios más afectados fueron el de Desarrollo Productivo, Transporte, Salud, Economía e Interior. Sin embargo, en la reasignación de partidas, algunas áreas resultaron beneficiadas. En el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se redujo el presupuesto para limpieza, aseo y fumigación en $34.520.368, que fueron relocalizados a la Universidad de Madres de Plaza de Mayo. El Instituto de Juventudes también recibió un adicional de $93.500.000.

El Tesoro incrementó sus disponibilidades en $48.379 millones, principalmente por los fondos provenientes de un crédito chino. Se trata de la reactivación de un préstamo del China Development Bank Corporation para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras cuyo financiamiento fue cortado por la falta de cumplimiento en los avances.

Además, la Anses liquidó activos financieros (ahorro) por cerca de $49.300 millones, que antes estaban en colocaciones bancarias o algún tipo de título o bono. Ese dinero, según se puede ver en la página 14 de la norma, quedará para “Financiación de Proyectos Productivos o de Infraestructura” y para “Préstamos Sistema Integrado Previsional Argentino”. Es decir, se liquidó un activo y se lo destinará a préstamos.

Los mayores recursos provinieron de rentas de la propiedad (alquileres de bienes del Estado) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) por $6.000 millones. Disminuyeron los ingresos no tributarios en $89,3 millones producto de una reducción en el Registro Nacional de las Personas (-$400 millones), compensado parcialmente por un incremento en los ingresos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte ($310,7 millones).

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