Debutaron las Notaliq y mostraron que el mercado espera que la suba tasas se sostenga en los próximos meses
Los bancos suscribieron $249.000 millones en este instrumento a tasa variable, monto 520 veces superior al que volcaron a las Leliq a 180 días a tasa fija del 47% anual
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La Nota de Liquidez (Notaliq) a seis meses, el nuevo instrumento con que el Banco Central (BCRA) busca mejorar su política de esterilización de pesos tras haber inundado el mercado con ellos en los últimos dos años, debutó hoy con muy buena recepción por parte de los bancos: suscribieron $249.050 millones en estos papeles, que le aseguran cobrar la tasa que la entidad pague por las Letras de Liquidez (Leliq) cortas -a 28 días (42,5% nominal anual hoy)- más un spread de 4,5%.
Los montos invertidos en el nuevo instrumento superaron en 520 veces a los $470 millones que los bancos volcaron a suscribir las Leliqs “largas” a 180 días, un título que asegura una tasa del 47% nominal anual y es, en definitiva, la misma que pactaron con la Notaliq a tasa variable.
Esto demuestra que esperan que el ajuste alcista que el BCRA ya aplica a las tasas de interés referenciales del mercado (las subió del 38 al 42,5% en dos tantas este año) se sostenga en los próximos meses para cumplir con los compromisos asumidos con el FMI que los borradores filtrados en las últimas horas del memorándum no hacen más que confirmar.
Con esta apuesta queda claro que su expectativa es cobrar algo más que el que el 47% que les aseguraba la Leliq a 180 días, a tal punto que están dispuestos a correr el riesgo que la tasa de Leliq a 28 días (que actúa de “piso” para el nuevo instrumento) pudiera ser recortada, aunque como se trata de un título que comenzará próximamente a cotizar en el mercado, tendrán la chance de transformarlo en liquidez si así lo quisieran o necesitaran.
La Notaliq jugó además un papel primordial para que el ente monetario pueda absorber unos $705.000 millones ($410.000 millones más que los $295.000 millones en total que le vencían en este tipo de papeles) y acelerar la reconfiguración de su deuda remunerada que impulsa desde hace unos meses, en un intento para ir mudándola de plazos muy cortos (en la jornada le vencía además $1 billón colocado en pases pasivos a un o siete días) a otros más largos (de uno a seis meses) en un intento por mejorar el funcionamiento de su “aspiradora”.
El arbitraje no está sólo auspiciado normativamente (próximamente desaparecerán los pases a siete días), sino además fuertemente incentivado vía precios: los pases a un día (que sobreviven) pagan tasas del 33,5% nominal anual. Por eso no sorprende que el nuevo instrumento haya captado en su debut algo más del 35% de los pesos esterilizados vía Letras o Notas de liquidez en la jornada.
Para el mercado, el lanzamiento de la Nota -y la aceptación lograda- tiende a confirmar que el BCRA buscará ejecutar este año una política monetaria menos laxa, en especial en relación a la que ejecutó en el bienio 2020/2021. “La creación de las Notaliq les permite a los bancos privados optar por un instrumento que los cubra en caso de nuevos incrementos de tasas o hacerlo con una Leliq (tasa fija) si es que las estimaciones son de movimientos a la baja en las tasas de referencia”, explicaron desde Cohen.
Lo que parece claro es que el BCRA busca mejorar la política de esterilización de pesos, una preocupación que aparece no casualmente luego de de haber permitido que la Base Monetaria (BM) haya aumentado 26,7% en los últimos cinco meses (es decir, desde las últimas primarias hasta aquí producto del denominado “Plan Platita”) cuando, en el mismo lapso, “su deuda total (suma de las Leliq más Pases) creció apenas 10%”, hizo notar el analista y consultor financiero Salvador Di Stefano.
La contracara la puede dar el impulso que tome su deuda en los próximos meses, aquella que, aunque se volvió a expandir notablemente el año pasado, redujo en 0,8 puntos su tamaño en relación al PBI (ver gráfico aportado por FMyA) dado el rebote que tuvo la actividad económica y -sobre todo- una tasa de inflación que superó el 50% y resultó 14 puntos mayor a la tasa promedio que el BCRA pagó por su deuda.
Nueva venta de reservas
Todo sucedió en una jornada en la que el BCRA debió volver a vender unos US$55 millones de sus reservas, aportó algo así como el 22% de los US$250,8 millones operados por la plaza oficial, lo que tiende a confirmar que el tramo final del mes habilita el paso a más demanda que en la parte inicial.
De esta manera redujo a algo menos de US$50 millones su ganancia por recompras en el mes, una cifra que le costará mantener, coinciden los operadores.
Para tratar de minimizar esa pérdida la entidad convalidó un aumento de 15 centavos del dólar mayorista, que cerró la jornada a $106,99/107,19 por unidad, para compra y venta respectivamente, lo que mantiene la tasa de devaluación del peso en el 2,8% promedio en el mes. “En los dos primeros días de esta semana el dólar mayorista subió 41 centavos, contra 32 centavos de idéntico lapso de la semana anterior”, hizo notar el operador y analista Gustavo Quintana, de PR Cambios.