De la base a la cima: cuatro empleados rasos que llegaron a CEO
El escritor estadounidense Henry David Thoreau teorizó que "el éxito usualmente llega a aquellos que están demasiado ocupados como para estar buscándolo". Los invitados del último panel del evento Los desafíos del primer empleo, organizado por LA NACION, dieron fe de esta premisa: todos empezaron desde abajo y lograron eventualmente ascender a la cima de la escalera corporativa.
Alan Aurich, CEO de Havanna, comenzó su carrera en Arcos Dorados en 1986 y permaneció allí durante 19 años. En ese período trepó hasta gerente de Operaciones y luego de Marketing de la multinacional. En 2005, pegó el gran salto cuando asumió como gerente General de Havanna . "Uno trabaja en organizaciones donde tenés oportunidades de ir creciendo. A veces no te das cuenta que pasa tanto tiempo, vas cambiando de área y de roles y no se vuelve rutinario porque es más divertido trabajar", aseguró.
Otro que inició (y continuó) su carrera en la operadora local de McDonald’s fue Alejandro Yapur, quien lleva 31 años en la empresa. "Era adolescente y quería juntar plata para ir a la costa", reconoció el actual presidente para la División Sur de Arcos Dorados, que maneja cinco países. "Tenía bastante energía y siempre me gustó el trabajo en equipo. Son valores que posee la compañía y con los que me siento muy cómodo", añadió.
Alexia Keglevich, CEO de Assist Card, debió enfrentar en sus comienzos a un duro jefe: su propio padre. Comenzó a trabajar en la firma familiar con apenas 16 años y su progenitor no dudó en descontarle parte de su sueldo cada vez que llegaba tarde a causa del colegio. "Lo que no te mata te endurece", afirmó la empresaria. "En su momento fue mucho esfuerzo, sacrificio y pelea familiar. Hoy puedo decir que tuvo sentido, no hay más peleas y la empresa ha crecido exponencialmente."
En el caso de Christoff Poppe, su saga lo llevó de despachante del check-in de la aerolínea United en 1992 hasta country manager de la Argentina en 2013. "En mi carrera el norte siempre fue aprender", dijo.
El sentir millennial
El psicólogo Miguel Espeche también formó parte del evento a través de una charla centrada en los millennials a la que tituló "Cómo sienten las dudas, las certezas y la herencia familiar". "A mí generación también se le decía que iba a romper los paradigmas y revolucionarlo todo", reflexionó el terapeuta.
"De los millennials se dice que son caprichosos, que todo es un click o un ataque de pánico", aseguró. "Otros dicen que vienen con un bagaje existencial, que no van a querer vivir si no es significativo ni trabajar si son cosificados como sus padres o abuelos. Que se sienten exprimidos por las empresas y ellos no quieren eso."
"En el yoga dicen que, para poder flexibilizar una parte del cuerpo, otra tiene que estar bien firme en la tierra -añadió-. El desafío de los millennials es encontrar ese punto para mover el universo."