Tras el ajuste, la economía se desplomó 5,1% interanual en el primer trimestre de 2024
La dinámica se profundizó luego de la devaluación de diciembre, el menor poder adquisitivo de los ingresos y el recorte fiscal; la caída fue del 2,6% respecto del último trimestre de 2023, en la medición desestacionalizada; según proyecciones del FMI y el Banco Mundial, el PBI se contraerá 3,5% este año
- 6 minutos de lectura'
Es el dato que le puso cifra oficial a la recesión de comienzos de 2024. Este lunes, el Indec confirmó que el PBI cayó 5,1% interanual en el primer trimestre de este año, en un contexto de fuerte contracción del consumo, la producción industrial y la inversión.
De hecho, esta última variable fue la que mostró un peor registro en los primeros tres meses del año, con un desplome del 23,4% interanual, que refleja las consecuencias negativas en el corto plazo de las medidas económicas aplicadas por el Gobierno sobre las empresas.
El escenario negativo en el primer trimestre, luego de la devaluación del tipo de cambio, la aceleración inflacionaria (57,3% en el período) y la caída del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, también tuvo como consecuencia una baja del 6,7% interanual en el consumo privado, principal componente del PBI argentino.
A su vez, el ajuste del gasto público, entre recorte de partidas y eliminación de programas, se reflejó en una contracción del 5% interanual en el consumo privado.
La devaluación de diciembre también cambió la ecuación del sector externo: crecieron un 26,1% interanual las exportaciones, con un desplome del 20,1% en las importaciones, asociadas también a un menor nivel de actividad.
“La caída informada sigue siendo muy fuerte y está en línea con lo esperado. Para adelante, queda un arrastre estadístico negativo importante, y es probable que el segundo trimestre no alcance a dar crecimiento contra el anterior, y siga siendo negativo o nulo”, anticipa el economista Gabriel Caamaño, titular de Consultora Ledesma.
El informe publicado hoy por el Indec confirma la tendencia negativa de los primeros tres meses que ya habían anticipado números sectoriales (comercio, industria, construcción) y las propias cifras del organismo, que a través del EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) había informado una contracción del 5,3% en el período.
“El piso para la economía estuvo en marzo y abril, dependiendo del sector. Y la recuperación, por ahora, con los datos que tenemos, viene mixta, con algunos que mejoran y otros que les cuesta. En general, la tendencia parece más una pipa o una V. Hay que recordar que la recesión se termina cuando alcanzás el nivel anterior, y los números muestran que esta caída empezó en el segundo trimestre del año pasado. Así que ya tenemos un año de recesión, y para alcanzar ese valor todavía falta y seguramente sea en el primero o segundo de 2025, dependiendo de si sacan o no el cepo”, concluyó Caamaño.
En el análisis sectorial, la industria fue el rubro más afectado y el de mayor preponderancia dentro de la caída de la economía: cayó un 13,7% interanual en el período y explicó 2,16 puntos porcentuales de la contracción general del PBI. Otras actividades con dinámica negativa fueron la construcción (-19,7% interanual), la intermediación financiera (-13%), el comercio (-8,7%), transporte y comunicaciones (-1,1%) y el sector de las actividades inmobiliarias y de alquiler (-1,6%).
Entre los ganadores del período se ubicaron agricultura y ganadería, que creció 10,% interanual (luego de la sequía que afectó al sector en 2023), la explotación de minas, canteras e hidrocarburos (creció 8% interanual) y la pesca (3,2%), tres sectores a la vez de alto perfil exportador.
Los registros del Indec también ilustran una dinámica negativa en la medición frente al último trimestre de 2023. El dato desestacionalizado muestra una contracción del PBI del 2,6% en los primeros tres meses de este año frente al final del año pasado. Son dos datos consecutivos de caída (en el último trimestre de 2023 la economía se había contraído un 2,5% respecto del trimestre anterior).
La misma tendencia se advierte en la evolución del consumo privado, que con la baja del primer trimestre (2,6%), acumula cuatro registros negativos consecutivos (hay que remontarse al primer trimestre de 2023 para dar con la última expansión: 1,7%).
Por el lado de la inversión, el en primer trimestre del año se profundizó el contexto negativo: se desplomó 12,6% en el primer trimestre frente al dato del último cuarto de 2023, cuando había registrado una contracción del 9,1%.
Recesión: del optimismo oficial a las advertencias del FMI
Pese al entusiasmo oficial por un rebote en el nivel de actividad (”La economía va a subir como pedo de buzo”, dijo semanas atrás Milei), las proyecciones descartan una recuperación en “V” y prevén, en el mejor de los casos, una paulatina suba durante la segunda mitad del año. De hecho, en sus últimos informes, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoraron su pronóstico.
El organismo que conduce Kristalina Georgieva anticipa ahora que el producto bruto interno (PBI) argentino caerá un 3,5% para este año, (el desplome sería del 6% sin considerar al sector agrícola y su recuperación tras la sequía de 2023). Fue en su último staff report sobre el país, donde el FMI, si bien espera un rebote del 5% para 2025, también advirtió sobre los riesgos de una recesión más prolongada de lo esperado, que podría generar tensiones sociales.
Según Alejandro Giacoia, economista de Econviews, la economía “puede haber hecho piso” y podría “estabilizarse en el segundo semestre”. “Eso implicaría que la economía dejó de caer. La mayoría de los indicadores adelantados muestran que en abril se apagaron muchas luces rojas y se prendieron varias verdes. Para mayo hay menos datos disponibles pero los que están van en la misma dirección”, dijo el analista, que proyecta una caída anual del 3,6%.
“Creemos que puede haber un repunte aunque no va a ser algo que se sienta muy fuerte en la calle. En el promedio del año la economía va a terminar cayendo con respecto a 2023. De todas maneras, los próximos meses deberían ser mejores en términos de actividad. La clave va a estar en la recuperación del salario real y a partir de eso la mejora del consumo. Y el resurgimiento del crédito también es algo que va a ayudar no solo por el lado del consumo de los hogares sino también de la inversión”, concluye el analista.