El economista Daniel Artanase refirió al escenario macroeconómico hacia adelante y dijo que, si bien la economía del país rebotará en 2021, es difícil que se inicie un sendero de crecimiento, ya que la tasa de inversión actual no cubre la depreciación del stock.
"Una de las cosas que nos ha pasado en esta crisis es que la inversión se trituró. Tenemos una tasa de inversión que no cubre la depreciación del stock de capital. Y, si no hay inversión y no hay productividad, los países no crecen y, si los países no crecen, no generan empleo", afirmó Artana en el programa "Comunidad de Negocios" que se emite por LN+.
-El dólar blue ya estaba en $163 en la tarde del viernes y siguió subiendo. Esto ¿Qué dice?
-Hay un problema de confianza, lo cual es una obviedad, y además eso en parte tiene que ver con cuestiones de la economía, aunque la política mete bastante ruido. Hay un exceso de pesos y pocos dólares para todos esos pesos que andan dando vueltas y además la gente ve venir más pesos porque hay un presupuesto que dice que todavía va haber un déficit, antes del pago de intereses, importante. Y el tema de la confianza no es un tema menor. En una situación de pandemia, la política tendría que haberse encolumnado detrás de las necesidades de la economía y acá ocurrió lo contrario. Es como que una parte de la coalición de gobierno quiso tratar de resolver algunos problemas fuera de lo económico aprovechando las circunstancias generando debilidades institucionales a un país que tiene muchas debilidades institucionales y además de eso tenés muchas contradicciones respecto de qué es lo que realmente piensa este gobierno en materia de política económica. Entonces eso también te mete ruido. La situación económica está difícil, pero no hay que cargar todas las tintas sobre el equipo económico porque la están remando en dulce de leche. Es muy difícil arreglar esto si la política no te ayuda. Lo que pasó con la votación de Venezuela es un ejemplo. Ahora, las tensiones no paran y, si bien no es que explican el dólar blue, meten ruido. Y vos la última cosa que necesitás en un contexto como este es que te metan ruido.
-¿Cuánta responsabilidad tenemos los argentinos que votamos con el bolsillo?
-La gente toma las decisiones que cree que tiene que tomar. Ahora si el programa económico es coherente, la gente que compró dólares de más o los pagó caros va a perder plata. El problema es que acá lo que te falla es que los números no les vienen cerrando ni al Banco Central ni al Ministerio de Economía. Entonces yo diría que lo que hay acá es una memoria de muchos años de inflación. Los que vivimos los ‘70 y los ‘80 ya vivimos brechas cambiarias que generan subfacturación de exportaciones, sobrefacturación de importaciones, que la vida económica se vuelva cada vez más difícil y las reservas cada vez más escasas. Entonces no les podés echar la culpa a la gente. El argentino es rápido porque ha vivido muchos episodios de alta inflación y de alta inestabilidad macroeconómica, entonces cuando ve que las cosas no cierran, dispara hacia lo que cree que le va a dar cierta certeza. Lo que uno tiene que tratar de hacer es quitar ruido. En alguna medida después de tantos fracasos económicos, Argentina tiene que ser más papista que el Papa en materia económica. Pero queremos tener déficit fiscal y queremos emitir como hacen otros países. No tenemos el margen para hacer eso en la Argentina de la forma en que lo ha hecho este Gobierno.
-En cuanto a los impuestos parece que en este país se le pone un impuesto a todo, ¿no?
-Nosotros hemos tenido una suba del peso del Estado en la economía y en la recaudación. Esto ocurrió si se lo quiere simplificar en 2001 y 2002 en el medio de la emergencia, pero esos impuestos nunca se sacaron y cuando la economía se recuperó en lugar de bajarlos subieron el gasto público ¿Qué gasto público? ¿En inversión pública? ¿Se remodeló toda la infraestructura pública? No, en gasto corriente que después no pudiste bajar. Entonces, a pesar de que tenemos el nivel de presión tributaria más alto de la región, no alcanza para financiar el nivel de gasto que tenemos. Por eso, dejando de lado la situación puntual de la pandemia en que es natural que subiera el gasto, Argentina necesita reducir el peso del Estado en la economía.
-En una entrevista que le hizo Antonio Laje a Martín Guzmán el ministro dijo que no apuntan a bajar el gasto. ¿Qué te dicen los datos en un país en el que el gasto público sigue creciendo?
-Es raro porque en el presupuesto está previsto que el gasto baje en términos reales. Ahora si lo mirás más en términos estructurales saliendo de la cuestión de la pandemia en definitiva vos como país podés ser todo lo socialista que querés y podés tener una participación del estado incluso más grande que la que tiene la Argentina. Lo único es que eso se pueda financiar con los impuestos que la gente está dispuesta a pagar y en la Argentina se ha probado que no. Nosotros tenemos una presión tributaria muy alta utilizando además impuestos que otros países no usan. Cuando ponés ingresos brutos, impuesto al cheque, tasa de seguridad e higiene municipal, empezás a generar impuestos que son peores que los que usan otros países porque acá curiosamente cuando vas a discutir los impuestos omiten decir que el impuesto a las ganancias es un impuesto de masas en el mundo desarrollado. El cajero de supermercado en Estados Unidos paga impuesto a las ganancias. Pero acá tuvimos una discusión donde los gremialistas decían que el salario no es ingreso. Entonces si vos cobrás impuestos que a la gente no le duelen, vivimos esta fantasía de que podemos tener el gasto sin pagar las consecuencias. Lo que hacemos es generar una estructura tributaria que es tremendamente ineficiente y que tiene un sesgo anti exportador fenomenal. A mí me gustaría medir 1,80 y tener ojos celestes, pero la vida me dio 1,70 con ojos castaños. Eso es lo que habría que explicarle al ministro.
-¿Que considerás que puede pasar hasta 2023 o hasta donde quieras con el empleo, el salario, el crecimiento de la economía y la inflación?
-Todavía no conocemos el programa fiscal y macroeconómico de mediano plazo del gobierno porque tiene tiempo hasta fin de mes. Ahí veremos un poco cuál es la visión. La economía el año que viene va a rebotar porque después de una caída del 12% naturalmente lo va a hacer y de hecho ya rebotó desde el peor momento que se vivió allá por abril y mayo. La pregunta es si podemos iniciar después del rebote una recuperación del crecimiento y eso luce más difícil porque una de las cosas que nos ha pasado en esta crisis es que la inversión se trituró. Tenemos una tasa de inversión que no cubre la depreciación del stock de capital. Si no hay inversión y no hay productividad, los países no crecen y, si los países no crecen, no generan empleo. Además, en la Argentina, castigás el empleo formal con impuestos, regulaciones e indemnizaciones por despido que la justicia convierte en extravagantes con la triplicación de la indemnización. Ni hablar de la duplicación que ha puesto el gobierno ahora en el medio de la emergencia. Entonces para hacer una proyección la primera cosa que uno tiene que decir es si vamos a poder armar un programa económico que genere incentivos para que en la Argentina el sector privado invierta porque la verdad es que el sector público invierte 4 puntos del PBI y no te va a resolver el problema de tener 20, 22 puntos del PBI de inversión. Está bien, estamos en medio de una recesión muy profunda, pero en realidad lo que uno necesita saber es si la política argentina se va a poner los pantalones largos, si va a resolver el problema de inconsistencia fiscal que arrastramos hace siete décadas y si va a darse cuenta de que las regulaciones que una economía tiene que tener son las que se justifican desde un punto de vista técnico porque sino el empresario vive dedicando buena parte de su tiempo a ver cómo hace para eludir regulaciones desopilantes o para cumplir con regulaciones e impuestos que son desopilantes cuando lo que vos querés es que desarrolle su talento para ser creativo. Este es un país de gente muy creativa, lo que pasa es que tenemos a la gente creativa pensando en cómo hace para importar un insumo porque el Banco Central no sabemos si le va a vender los dólares, cómo hace para cubrirse en un país que tiene múltiples tipos de cambio y en ese ambiente es muy difícil crecer.
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