Dan más fondos para el reparto de netbooks a costa de las provincias
El programa favorece a alumnos de escuelas públicas; el aumento es de 52%
El Gobierno modificó ayer el presupuesto nacional y quitó 1700 millones de pesos de una partida de transferencias a las provincias para asignarlos al Programa Conectar Igualdad.com.ar, que distribuye gratuitamente netbooks a alumnos y docentes de escuelas públicas de educación secundaria, de educación especial y de institutos de formación docente.
Los recursos para ese programa fueron así incrementados en un 52 por ciento.
La medida fue instrumentada con una decisión administrativa del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y firmada también por el ministro de Economía, Axel Kicillof. No aparecen las rúbricas del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en cuya jurisdicción está la Anses, que ejecuta el programa de las netbooks, ni tampoco la de Florencio Randazzo (Interior y Transporte), ni la de Alicia Kirchner (Desarrollo Social), ya que las partidas recortadas eran para que las provincias invirtieran en asistencia social.
El cambio de destino de los recursos es posible mediante el uso de los superpoderes delegados en el jefe de Gabinete, como excepción a la ley que exige que modificaciones semejantes se hagan por ley.
Sin embargo, la decisión 610 no implica un incremento del gasto total del presupuesto nacional, algo que no le está permitido al jefe de Gabinete y para lo que, en todo caso, debe recurrirse a un decreto de necesidad y urgencia (DNU) cada vez que el Ejecutivo quiere disponer a voluntad de los recursos sin, como manda la ley, debatirlo en el Congreso.
Tampoco implica, en este caso, la utilización de fondos propios de la Anses para un destino que no son prestaciones previsionales. La fuente de financiamiento es el Tesoro (es decir, la recaudación impositiva), por $ 1080,3 millones.
La particularidad en estos casos es que la Anses adelanta el dinero a quienes ensamblan los aparatos en Tierra del Fuego. Pareciera, por cómo está estructurada la medida, que se están entregando máquinas, y cancelando los adelantos, por 619.715.773 pesos, y autorizando a la Anses a que pague $ 1.080.284.227 más por las netbooks.
Cuando la Anses adelanta los recursos a las ensambladoras, figura como un aumento de su inversión financiera, como "adelanto a proveedores y contratistas"; cuando recibe los equipos, se "cancela esa inversión" y aparece el gasto. En esta ocasión fue diferente. Recientemente circularon versiones de que había atrasos en la entrega de máquinas que ya estaban asignadas.
El programa fascina a la presidenta Cristina Kirchner, quien en muchas oportunidades ha entregado personalmente las computadoras. De hecho, en el stand argentino en la Feria del Libro de Fráncfort (Alemania) en 2010, cuando el país fue el invitado de honor, una de las imágenes más destacadas, por su ubicación y gran tamaño, mostraba a la Presidenta entregando los equipos.
Contabilidad en danza
Los 619 millones destinados a reducción de la inversión financiera, como se dijo, probablemente correspondan a la entrega de máquinas que debían haber sido pagadas con anticipación. Pero, en cambio, la autorización a gastar 1080 millones más parece destinada directamente a comprar los aparatos y pagarlos en momentos en que las ensambladoras de Tierra del Fuego están pasando por una caída de la actividad, como consecuencia de la devaluación y la inflación, que redujeron la compra de bienes durables y el consumo en general.
La medida no especifica a qué provincias se les quitaron los 1700 millones asignados en el presupuesto para que se hagan inversiones destinadas a la asistencia social.
Esos dineros podían ser transferidos directamente a las administraciones provinciales, es decir, a los gobernadores, para que compraran equipos o construyeran instalaciones para asistencia social. En lugar de parte de esas previsiones, ahora recortadas, recibirán las netbooks.
Las modificaciones resultan significativas para las partidas involucradas. Por ejemplo, en el caso del programa "Otras asistencias financieras", de donde se recortaron los $ 1700 millones, significó una pérdida de 19%, según los cálculos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Respecto de los gastos, los fundamentos de la norma hablan de la necesidad de "adecuarlos a la ejecución", pero no da pistas de si se trata de que se adquirirán más máquinas o simplemente se compensará el aumento de precios probablemente causado por la devaluación y los aumentos de costos.
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