Cuando la oficina se extiende hasta la terraza al aire libre
Más trabajadores están saliendo hacia la oficina.
En las nuevas oficinas centrales de Twitter Inc. en San Francisco, los empleados abren sus computadoras portátiles en la terraza del noveno piso, que tiene más de 1.800 metros cuadrados y un suculento jardín.
En Florham Park, Nueva Jersey, los trabajadores del nuevo campus de la empresa de químicos BASF Corp. mantienen reuniones y conferencias telefónicas en patios repletos de plantas. En tanto, en la agencia de publicidad Ogilvy & Mather, en Nueva York, los ejecutivos de cuentas pueden salir de sus cubículos para dar un vistazo al río Hudson desde la terraza de la compañía.
Al igual que las mesas de metegol (futbolín) y los refrigerios gratuitos en el lugar de trabajo, las oficinas al aire libre parecen estar expandiéndose desde los campus de Silicon Valley hasta empresas en otros sectores. Alentadas por las investigaciones que muestran que la gente siente menos estrés e incluso tiene un mejor desempeño con un poco de aire fresco, las empresas están invirtiendo en lugares al aire libre para que los empleados se reúnan, trabajen o simplemente despejen sus cabezas.
Sin embargo, las compañías han aprendido —a veces de la peor forma— que no todo el trabajo se puede hacer en espacios abiertos. Basta con preguntarle a alguien que haya intentado usar una computadora de tipo tableta en una tarde soleada, u hojear documentos en una terraza ventosa.
Brian Berry, directivo de la firma de diseño corporativo Gensler, que creó la terraza de casi 745 metros cuadrados de Ogilvy, dice que algunos clientes insisten en un espacio al aire libre cuando emprenden una renovación de sus oficinas.
Las áreas abiertas para el almuerzo han sido algo estándar en muchos lugares de trabajo de clima cálido. Sin embargo, el creciente uso de tecnología móvil ha impulsado a las empresas a encontrar formas de llevar el trabajo afuera. Incluso las oficinas en lugares de clima frío están incorporándose a la tendencia, con espacios estacionales o diseños que replican el aire libre en lugares cubiertos.
Tales espacios de trabajo son parte de una escuela de diseño de oficinas conocida como de "más opciones", que sostiene que los trabajadores tienen mejor desempeño cuando cuentan con una variedad de espacios, tales como mesas para tomar café y salas de descanso, mezcladas con los es-critorios regulares.
Cynthia Lindberg, ejecutiva de Ogilvy, dice que la terraza de la compañía en Manhattan, que se inauguró en 2009, ayuda a los trabajadores a recargarse. "Uno pasa allí una hora y realmente siente como si hubiera salido de la oficina, pero en realidad no ha abandonado el edificio", señala Lindberg, directora de diseño de interiores de la firma.
Nadie hace un seguimiento acerca de cuántas compañías utilizan espacios al aire libre, pero las empresas, al menos en Estados Unidos, están dedicando en la actualidad cerca del doble de superficie a áreas de trabajo comunes, incluyendo espacios al aire libre, comparado con los lugares de trabajo individual, como oficinas y cubículos, según la consultora Strategy Plus, una unidad de Aecom Technology Corp.
Estudios han demostrado que salir de la oficina para breves descansos —o simular el aire libre con follaje o imágenes de la naturaleza— puede reducir los niveles de estrés de los trabajadores y levantar los estados de ánimo. Realizar una caminata en medio de la naturaleza puede aumentar en 20% la capacidad de memoria a corto plazo, según Marc Berman, profesor de psicología en la Universidad de Carolina del Sur y quien estudia la forma en que los seres humanos interactúan con la naturaleza.
Claro, llevar a los empleados afuera puede tener resultados adversos. Muchos trabajadores simplemente evitan utilizar el espacio al aire libre, preocupados de que puedan ser vistos como menos serios o productivos.
Tras intentar realizar trabajo en una terraza en sus oficinas de Miami, la firma de marketing y publicidad brpr Group desistió de la idea tras caer en cuenta que la humedad y el clima de la ciudad no eran compatibles con la productividad. "Era una idea romántica", dice Gerard Bush, director creativo de la firma, "pero uno no puede tener una presentación de PowerPoint a pleno sol".
The Wall Street Journal