Cuáles son los sectores de la economía que más ayuda reciben del Estado
En la previa de la discusión del presupuesto 2025, la Oficina del Presupuesto del Congreso presentó ayer un documento en el que analiza la protección comercial y fiscal de varios rubros en el sector privado
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Los fabricantes de aparatos de radio, televisores y celulares afincados principalmente en Tierra del Fuego son -según un informe independiente realizado por el Congreso- el sector que más ayuda comercial y fiscal recibió del Estado en 2023. El documento confirmó un dato significativo: prácticamente todo sector privado funciona con apoyo del Estado. Sólo tres rubros quedaron afuera de esos beneficios o, incluso, fueron perjudicados por el accionar del sector público.
Tal conclusión se desprende del informe sobre la “Tasa Efectiva por Actividad Económica, estimación 2023″, que publicó este martes la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Se trata de definiciones relevantes si se tiene en cuenta que se avecina el debate del presupuesto 2025 en el Parlamento, que el presidente Javier Milei ya aseguró que la producción de electrónica en “la isla” tiene derechos adquiridos y que el actual Gobierno avanza con una retracción del Estado en la economía.
El informe de la OPC produjo un ránking sobre los sectores que tienen una Tasa Efectiva por Actividad Económica (TAE) más alta y más baja. Es decir, de los más beneficiados por el Estado a los menos. En el primer lugar, aparecen los siguientes sectores: Aparatos de radio, TV y comunicaciones (191,5%), Vehículos automotores (95,6%), Tabaco (68%), Cuero y calzado (60%), Confecciones (50,8%) y Textiles (42,7%).
Por otra parte, aquellos perjudicados por el Estado son sólo tres sectores en toda la economía: Extracción de carbón, gas, y petróleo (-3,3%), Agricultura, ganadería y caza (13,8%) y Alimentos y bebidas (51,7%).
“La TAE es un indicador que busca cuantificar el nivel de asistencia que cada actividad económica recibe producto de la intervención comercial y fiscal del Estado con relación al nivel de valor agregado que genera”, explicaron los investigadores de la OPC.
La TAE se compone de la Tasa de Protección Efectiva (TPE) del sector y de la Tasa de Asistencia Fiscal (TAF), que incluye subsidios, gastos directos y tributarios que reciben los diferentes rubros de la economía.
El documento de la OPC afirma que de los 40 sectores que estudia, 37 tienen una TAE positiva -son protegidos o reciben una ayuda estatal en alguna forma- y que sólo tres sectores tienen una negativa, principalmente porque son afectados por el Estado debido a que tienen derechos de exportación (retenciones), lo que “afecta negativamente el agregado de valor”.
“El sector con mayor nivel de asistencia efectiva fue, al igual que en 2022, el de fabricación de Aparatos de Radio, TV y Comunicaciones. Este sector cuenta con una TPE elevada y además es la actividad con la mayor Tasa de Asistencia Fiscal, producto fundamentalmente de los beneficios que obtiene de los tratamientos tributarios diferenciados establecidos en el marco del Régimen de Promoción Económica de Tierra del Fuego”, estimaron los expertos.
Justamente, la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía decidió excluir del subrégimen textil de Tierra del Fuego a cinco empresas que incumplieron con los requisitos establecidos en el decreto 594/23. Estas ya “no podrán gozar los beneficios impositivos y aduaneros que concede el régimen especial”, informó la cartera de Pablo Lavigne.
“El decreto contempla la prórroga del subrégimen Textil de Tierra del Fuego hasta 2028. Once empresas textiles se inscribieron para gozar de las ventajas fiscales que proporciona el sistema. Entre los principales beneficios se encuentran las exenciones del Impuesto a las Ganancias, del Impuesto al Valor Agregado, de los derechos de importación, de los Impuestos Internos y de otros impuestos nacionales que pudieran crearse en el futuro. De las once empresas inscriptas, cinco no cumplieron con las obligaciones necesarias para adherir al régimen”, indicaron en Comercio.
Gasto tributario y protección comercial
Según la OPC, la principal protección estatal en “la isla” está vinculada al gasto tributario. Según el mensaje del proyecto de presupuesto 2025 enviado al Congreso, este gasto sería de 3,54 puntos del PBI el año que viene (3,10 del producto en normas de los impuestos y 0,43 del PBI en regímenes de promoción económica). Ese gasto total crece frente a 2024. Y particularmente, el del régimen de Tierra del Fuego, que pasa de 0,15 a 0,18 del PBI (en 2023 era 0,27%).
“Yo coincido con todo lo que sea promercado y adhiero a todas las soluciones promercado. Estoy contra todas las protecciones de impuestos. Pero cuidado con lo de Tierra del Fuego, porque tiene un acuerdo cerrado”, aseguró Milei cada vez que tuvo que hablar de la isla. Allí defendió los “derechos adquiridos” de las empresas.
“Esta TAE posibilita cuestiones geopoliticas y un sistema productivo, industrial, tecnológico que no se hubiera desarrollado nunca en la Argentina. En épocas de estabilidad somos competitivos en precios”, dijeron en una empresa de electrónica de la provincia austral.
“Además de esta -indicaron en OPC-, otras cuatro actividades presentan una TAE superior a 50%: Confecciones, Cuero y calzado, Tabaco y Vehículos automotores. En estos cuatro casos, la asistencia es fundamentalmente de tipo comercial”.
Según los expertos del Congreso, en términos generales, el gasto tributario es el principal tipo de asistencia fiscal a los distintos sectores de la economía, por encima de los subsidios y el gasto directo. Sin embargo, según la conclusión del trabajo, con excepción de sectores puntuales, la política comercial es el mecanismo de intervención estatal con mayor incidencia en el valor agregado de las actividades económicas analizadas por la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Vale rescatar que, apenas asumió el actual Gobierno, la Secretaría de Industria y Comercio modificó la política comercial de cuajo: fundamentalmente eliminó la SIRA -los permisos de importación- y también las licencias no automáticas.
Por otra parte, en los últimos meses viene liquidando también varias barreras paraarancelerarias. En septiembre, se redujo el impuesto PAIS, hecho que no debería tener impacto en este estudio, ya que el mismo equipo económico lo había subido antes en diciembre.
Subas y bajas en la tabla de posiciones
Las actividades con mayor ascenso en el ránking de asistencia efectiva frente a 2022 fueron Minerales no metálicos (+21 posiciones) y Maquinaria de oficina y Metales comunes, ambas con subas de 10 posiciones. En el caso de Minerales no metálicos el ascenso se explica principalmente porque se pasó de estimar una TPE de -1,2 a una de +25,7. “Este cambio responde a las modificaciones metodológicas y de la estructura de insumos y comercio exterior de esta actividad. Lo mismo aplica para Maquinaria de oficina y Metales comunes”, dijeron los especialistas de la OPC.
Los mayores descensos se registraron en Agricultura, ganadería y caza (17 posiciones), Química (-12) y Otros servicios (-10). “En el caso de la primera, confluyeron dos cuestiones: el cambio metodológico en el cálculo de la TPE para actividades exportadoras de commodities y que en esta edición no se consideró el gasto tributario por la exención de los inmuebles rurales en el Impuesto sobre los Bienes Personales que había sido incluido en el proyecto de ley del presupuesto 2024, pero que no fue incluido en el proyecto de ley 2025 que se emplea para el cálculo de la TAE de 2023″.
“En el caso del sector Textiles no se observa un cambio muy significativo en el ránking de la actividad (-4 posiciones), pero sí en el valor de la TAE (-73,1 puntos porcentuales). Esta diferencia se explica principalmente por las modificaciones en la estructura de importaciones de insumos y de bienes finales del sector, teniendo en consideración que las distintas posiciones arancelarias presentan a su vez distintas alícuotas de derechos de importación. En este sentido, la TPE se estimó para el año 2023 en 40,2%, 72,6 puntos porcentuales menos que la estimación previa. Esta modificación, como se señaló, no responde a un cambio significativo en la política comercial hacia el sector, sino fundamentalmente en la composición de las importaciones”, se indicó desde la Oficina de Presupuesto del Congreso.