Cristales que cruzan el mar
La austríaca Swarovski ha encontrado en América latina la región del mundo donde más crecen sus ventas
SAN PABLO.– Las aplicaciones y la magia de los cristales son infinitas. Y las posibilidades de negocio, también. Prueba de eso es el reconocimiento de Swarovski a nivel internacional. La compañía de origen austríaco, que creció incluso durante la crisis de 2009, encuentra hoy en América latina su mercado más dinámico, con un crecimiento que promedia el 45 por ciento.
Robert Buchbauer, miembro de la comisión directiva y quinta generación de la familia que fundó la compañía, viajó hasta esta ciudad brasileña para la presentación de la nueva colección Wings of Fantasy . En una entrevista con LA NACION, horas antes del desfile que se hizo en la exclusiva Casa Fasano, destacó que la región tiene un desempeño por encima de lo esperado y que es el campeón de los emergentes.
Pese a los nuevos desbarajustes de la economía mundial, el directivo de Swarovski se mostró confiado y dijo que hay que prepararse para un consumo distinto de los consumidores. "Soy optimista y no hay pánico por la crisis. Al final del día, si tenés un producto bueno y accesible, podés seguir siendo exitoso", señaló. Cree que los efectos no se sentirán por estas latitudes, donde planean seguir su expansión, pero sí en Europa y Estados Unidos, donde apuntarán a optimizar lo alcanzado.
Sinónimo de exclusividad, sofisticación e innovación, la compañía adoptó una definición del "lujo moderno" más inclusiva, que apuntala su estrategia comercial. El ejecutivo explicó que la industria cambió de ser algo excluyente a ser más accesible y apuntar a una audiencia mayor. "Swarovski tiene su propia definición del lujo moderno, que es un lujo mucho más democrático. Es una imagen deseable de altos estándares, pero accesible para una audiencia mayor. El gran desafío para ser exitoso es tener productos para mucha más gente sin perder calidad". agregó.
El grupo Swarovski, con una facturación en 2010 de 2600 millones de euros y 28.578 empleados, es líder en la aplicación del cristal a joyería, relojería y moda, entre otras. Hace 12 años, cuando decidió implementar su estrategia de retail con tiendas propias, cambiaron su forma de comunicar y lograron llevar el interés de los consumidores a todas las aplicaciones del cristal.
Se diferencia también por ser una de las pocas marcas del sector que aún se mantienen en manos de la familia fundadora y ajena a los grandes conglomerados. Buchbauer, que se preparó para dirigir la empresa con estudios en economía y gestión en Innsbruck y en la Universidad de Berkeley, cree que para muchos consumidores la historia de la marca es un valor "totalmente único". La disciplina financiera fue la clave para mantener esta independencia y, aunque la toma de decisiones pueda ser más lenta, opina que los pros superan a los contras.
Con la perspectiva en la última década, otro de los cambios que el ejecutivo observa es que las marcas se volvieron más importantes y no sólo es cuestión de materiales y tecnología. "Ahora se trata de una combinación de nombre, historia y excelentes productos", añade.
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