Recesión. Una de cada cuatro empresas líderes prevé recortar empleos este año
LA NACIONFrancisco Jueguen
A pesar de la prohibición de despedir y la doble indemnización vigentes según las normativas gubernamentales, la profunda recesión prevista -con caída de entre 10% y 15% del PBI- para este año infieren que habrá un ajuste sobre el mundo del trabajo en un escenario cargado de incertidumbre. Así lo confirman las expectativas relevadas por analistas privados y públicos.
Una encuesta de SEL Consultores coordinada por la socióloga María Laura Calí, realizada el mes pasado entre responsables de Recursos Humanos y Compensaciones de 141 empresas privadas líderes de la Argentina, afirma que una de cada cuatro prevé recortes en sus plantillas. Más detalladamente, un 66% de las firmas dice que mantendrá su dotación; un 26%, la disminuirá; y un 8%, la aumentará. Los sectores con una expectativa de recortes por encima de la media son Tecnología y Comunicaciones (33%) y Bienes Durables (44%).
La última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo de mayo era más optimista. Sin embargo, ya indicaba que las expectativas netas de aumento de personal -la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirlas- se ubicaban en terreno negativo (-5,4%), "continuando en los valores más bajos de la serie". Según ese relevamiento, la mayoría no esperaba realizar cambios. Del 9,1% de las empresas que declararon que harán modificaciones en los próximos tres meses, el 7,3% esperaba disminuir la dotación y sólo un 1,8% estimaba que la aumentará.
Los datos oficiales ya muestran el impacto en el mundo del trabajo registrado. En abril pasado se registraron 364.0000 trabajadores menos que un año atrás, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Frente a marzo, la cantidad de empleados menos había llegado a mas de 185.000. El ajuste priorizó al sector privado asalariado, pero también a los independientes: monotributistas y autónomos. Esas estadísticas no contemplan lo que ocurrió en el mundo de la informalidad.
"El efecto de la pandemia sobre la economía provocó una reducción de las contrataciones de personal de mayor envergadura que en todas las fases recesivas que atravesó la economía argentina en los últimos 20 años", indicó el Ministerio de Trabajo en la última EIL publicada, que sin embargo estimó que "la caída neta del empleo resulta inferior a la crisis de 2002".
La tasa de entrada se redujo un 77% interanual, según esa encuesta oficial, pero la de salida también bajó un 60% interanual. Según los técnicos del ministerio, esto se debió a que cayeron las renuncias (nadie se va de su trabajo en tiempos de incertidumbre), y a la baja de los despidos sin causa (por la doble indemnización y el decreto del Gobierno que los prohíbe). Sin embargo, no son pocos los que descuentan que ya se dan reducciones a través de "renuncias arregladas" o "retiros no tan voluntarios", tendencia que puede expandirse.
El ajuste también llegará a los ingresos, que ya venían perdiendo en los últimos dos años del gobierno de Mauricio Macri. Las empresas líderes que respondieron la encuesta de SEL Consultores estiman una inflación a fin de año que llega al 42% (por encima del 37% promedio que prevén quienes respondieron para el último Relevamiento de Expectativas del Mercado del BCRA), cinco puntos por encima de la proyección de ajustes salariales para el año. El dólar, creen en esas firmas, estará en diciembre próximo en los $90.
"Las expectativas de evolución de las dotaciones para 2020 muestran una mayoritaria inclinación a la mantención, pero con una diferencia neta negativa, tanto global, como por categorías ocupacionales", sintetizó el trabajo de Calí. Ese ajuste todavía no se observó en el dato del desempleo del Indec, que para el primer trimestre mostró un avance imperceptible de tres décimas: de 10,1% a 10,4% en un año. Los especialistas en el mercado laboral, en tanto, anticipan que en el segundo trimestre ya podría comenzar a mostrar cambios más profundos de la mano del derrumbe del PBI que se observó en ese período, sobre todo desde abril.
Según el relevamiento que hizo SEL Consultores durante el mes pasado, la diferencia neta negativa (mayor disminución de empleo) en las grandes empresas afecta a todas las categorías de empleados, pero golpeará más profundamente a los eslabones más débiles. Se acentúa en tercerizados y eventuales (-43%), administrativos (-18%), operarios (-17%) y personal de ventas (-16). Es menor en las direcciones, gerencias o puestos técnicos.
"Hay un notorio escenario de incertidumbre", afirma la encuesta entre las compañías. Cuatro de cada diez firmas (42%) no sabe cuándo reactivará la contratación de empleados en su empresa. Un 20% cree que será a comienzos de 2021. El promedio de la caída en los resultados de las líderes por el impacto del coronavirus está en un 20% para este año. Pero habrá extremos: los servicios públicos verán una reducción de 10% y los laboratorios, de 13%, mientras que en el sector de los bienes durables, el derrape podría llegar hasta un 30%.
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