Crisis: la economía argentina se derrumbó 9,9% en 2020
El Gobierno espera que el rebote de la actividad sea de 7% este año y los analistas, 6,2%
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Tras dos años consecutivos de recesión, con un nivel de actividad económica estancado desde 2011 y un PBI per cápita más bajo que hace dos décadas, la economía argentina se derrumbó 9,9% en 2020 en el marco de la pandemia. Es una caída histórica sólo superada por los peores momentos de la crisis de 2001-2002.
La inversión y el consumo se desplomaron en el año. La primera cayó 13% (el peor número desde el cimbronazo financiero de 2009) y el segundo, 13,1% (la variación negativa más significativa desde comienzos de siglo). Las exportaciones se hundieron 17,7% y las importaciones, 18,1%. El consumo público bajó 4,7%.
La noticia más alentadora fue que la caída del PBI en el cuarto trimestre fue la más baja del año (-4,3%). En ese período todos los componentes de la oferta y la demanda desaceleraron sus caídas, excepto las exportaciones, que la profundizaron (en el cuarto trimestre se derrumbaron 32,5% impactadas por el paro aceitero de fin de año). Por el avance de la construcción, la inversión avanzó 15,9% en el último trimestre.
La dirección de Cuentas Nacionales del Indec informó esta tarde que el producto bruto interno (PBI) fue de $27 billones a precios corrientes. Son US$ 382.000 millones al dólar promedio de cierre del año; unos US$8500 per cápita. Si se hace la cuenta al valor del Contado con liquidación (CCL), el producto era de US$230.000 millones. La magnitud del achicamiento del PBI en un año sólo se vio superada en la región por lo que vivieron Perú, en una crisis sanitaria y política, y la Venezuela de Nicolás Maduro.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), un anticipo del PBI, ya había adelantado una baja de 10% en el acumulado de 2020 a fines de febrero y mostraba además que los servicios habían sufrido más que la producción de bienes. La recuperación de estos últimos también era más rápida y mostró un rebote a fines del año pasado que, sin embargo, no había superado todavía los niveles pre covid de febrero.
El presupuesto 2021, la hoja de ruta del ministro de Economía, Martín Guzmán, estima una recuperación este año de 5,5%. Sin embargo, el economista de Columbia y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, vienen anunciando públicamente que la actividad se expandirá un 7% este año. Los analistas privados consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que congrega el Banco Central (BCRA) esperan un crecimiento de 6,2% en base al arrastre estadístico que deja el fin del año pasado.
En enero último, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recibió hoy a Guzmán en Washington, revisó a la baja sus proyecciones sobre la Argentina y estimó que la economía crecerá 4,5% en 2021.
Las principales alertas del mercado están vinculados a la incertidumbre política en el marco de las elecciones de medio término y las tensiones dentro del oficialismo. Las pregunta allí es si el impacto de esos fenómenos en la definición de variables macroeconómicas -en la política tarifaria, por ejemplo- pueden impactar de lleno en el mercado cambiario, que vivió momentos de volatilidad en septiembre pasado.
Por otro lado, ante la falta de vacunas y la aparición de nuevas cepas en el mundo, crecen los interrogantes sobre lo que podrían llegar a generar nuevas restricciones a la circulación en la actividad económica, pese a que el Gobierno viene negando la posibilidad de nuevas cuarentenas estrictas. Por otra parte, son cada vez más los que cuestionan los problemas para importar insumos; los nuevos controles estatales sobre precios, ventas y stocks; y el aumento de la presión fiscal sobre el golpeado sector privado.
“En 2020, la economía cayó 9,9% anual, la caída más alta de la historia dejando de lado la contracción registrada en 2002 a raíz de la crisis de la convertibilidad. Obviamente es el efecto de la pandemia, pero el desplome del PBI argentino se encuentra entre los más altos de la región, sólo superado por Perú”, indicó Melisa Sala, economista jefe de la consultora privada LCG. La experta dijo que supera así las contracciones que sufrieron México (-8,5%), Colombia (-6,9%) y Chile (-6%), y más que duplica la retracción de Brasil (-4%).
“Con esto el PBI per cápita retrocede a niveles semejantes a los de la década de los 70 y se ubica apenas 5% por encima del promedio de esos años. Más allá de la pandemia, el dato ayuda a reflejar el escaso avance que ha tenido el país en los últimos 45 años”, cuestionó la economista.
“Para los próximos meses es esperable cierta moderación en las tasas de crecimiento en la medida que el efecto de reaperturas vaya perdiendo impulso, pero, además, queda ver el impacto que tendrá la segunda ola de rebrotes que ya luce prácticamente inevitable”, dijo Sala y agregó: “Aun cuando el Gobierno no avance en medidas restrictivas como las del año pasado, algo que, por otro lado, la sociedad no creo que convalide, la actividad podría resentirse ante nuevos problemas sanitarios”.
“Esto deja por arrastre un piso de crecimiento significativo, en la zona del 6% para 2021”, afirmó Martín Vauthier, director de EcoGo. “Los números de crecimiento de 2021 van a haber que mirarlos a través de esa lupa. Las grandes preguntas para el dato final van a ser cómo seguirán jugando en los próximos trimestres la situación sanitaria, aunque parece descartado un cierre total, ya que no hay margen desde la economía. Es más probable algo como lo que vimos en julio, con cumplimientos acotados y cierres focalizados. Hay que ver cómo responde la población y si toma actitudes precautorias con el gasto”, dijo y agregó: “Hay que seguir la situación en la mercado de cambios y en la inflación hacia adelante”.
“El cuarto trimestre fue un buen trimestre, pero no alcanza para llegar a niveles previos a la crisis. Se van recortando las distancias”, estimó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, que celebró la recuperación de los componentes de la demanda en el último trimestre de 2020, sobre todo el alza de la formación bruta de capital, ligada a bienes durables, pero principalmente a la construcción.
“En el año, las importaciones y exportaciones fueron los que más cayeron. El consumo privado cayendo al 13% es un golpe muy fuerte”, afirmó el economista, que también señaló que “haciendo nada”, la economía ya va a crecer por lo menos un 5% por el arrastre estadístico que dejó fin de año.