Desde fomentar el apoyo a Trump a encontrar la cura del Alzheimer, para esto sirven las criptomonedas

Ya hay más de 1500 monedas virtuales que responden a un nuevo concepto socio-económico y amenazan con revolucionar no ya viejas prácticas sino modelos que hoy son considerados disruptivos, como el de las economías colaborativas, cuyos máximos exponentes son Uber y Airbnb, las redes sociales o la mismísima Internet.

Todos hablan del Bitcoin , la criptomoneda aparecida en 2009 con un valor casi cero y que hoy tiene una capitalización de mercado comparable a la de una gran petrolera, pero la realidad es que fue solo la primera aplicación del blockchain (cadena de bloques en inglés), una tecnología basada en un desarrollo realizado en Estados Unidos a principios de los 90 por un grupo de matemáticos.

Según Vitalik Buterin, el ruso-canadiense que con 19 años inventó el Ethereum, el blockchain funciona como un sistema descentralizado con algún tipo de memoria compartida. Cada diez minutos se consolidan las últimas transacciones en un bloque de información encriptada. Todos los nodos (mineros) de la red compiten para resolver un complejo algoritmo que valide el bloque y agregarlo a la cadena y el primero que lo resuelve se queda con la suma de moneda virtual que se genera.

Si alguien quisiera falsificar una transacción tendría que intervenir el código de todos los bloques y acceder a todas y cada una de los millones de computadoras de la red, que guardan la copia. Esta inviolabilidad e independencia del sistema hace redundantes a los intermediarios, como los bancos.

En la actualidad, la capitalización de mercado de las criptomonedas es de US$ 700.000 millones, de la cual Bitcoin y Ethereum contabilizan el 50%. Pero hay muchas más...

Desde fomentar el apoyo a Trump a encontrar la cura del Alzheimer, para esto sirven las criptomonedas

El desarrollo de la tecnología blockchain está reemplazando a todos aquellos modelos que pueden beneficiarse con la descentralización. En otros casos, funciona como incentivo para promover la participación colaborativa hacia un objetivo específico. Estos son algunos de los más disruptivos y novedosos ejemplos:

• Solarcoin. Lanzada en 2014, ya abarca 39 países, y premia con una suma de solarcoins a los productores de energía solar por cada watt de electricidad verificable que produzcan. Hay al menos un argentino, el emprendedor Charly Karamanian, que ha "minado" estas monedas solares en su casa.
• Trump coin. Es una iniciativa que se lanzó durante la campaña electoral de Estados Unidos con el objeto de recaudar fondos y obtener apoyo para la candidatura de Trump . La plataforma retribuye con trumps a los seguidores que promuevan la figura del actual presidente mediante publicaciones en las redes sociales. Según CoinMarketCap.com, antes de la asunción la moneda valía 0,51 dólares, con una capitalización de US$ 3,38 millones, tuvo un pico de US$ 1,67 el pasado 6 de enero, y hoy cotiza a US$ 0,32 dólares. Las series históricas de Trump Coin muestra que su cotización estuvo muy ligada a las encuestas, especialmente durante la campaña.
• Curecoin. Es un desarrollo impulsado por la Universidad de Stanford que incentiva a los usuarios a compartir la capacidad ociosa de sus computadoras, cuyo poder de cómputo es utilizado por científicos para encontrar números primarios binarios, ya que esto ayuda a entender el patrón del comportamiento de neuronas y la forma en que se pliegan las proteínas, y las células en general, que cuando se degeneran producen las enfermedades, contribuyendo a las investigaciones sobre Alzheimer y otras enfermedades.

• Gridcoin. Incentiva a los usuarios a instalar un software llamado Boinc en sus computadoras y compartir capacidad de cómputo para proyectos científicos como la secuenciación de ADN, la búsqueda de estrellas de neutrones, la modelización 3D de proteínas o estudios para la cura del cáncer y la esquizofrenia. Los usuarios pueden prescindir del software, pero el pago es 30 veces mayor si lo utilizan.
• Potentiam. Es una red social colaborativa descentralizada que conecta a los creativos de la música directamente con su target de mercado. Otro proyecto relacionado con la música es el de Mycelia, de la cantante inglesa Imogen Heap, que mediante contratos inteligentes configurados en la moneda resuelve cuestiones como por ejemplo el precio de una canción dependiendo la utilización o el tipo de comprador (si es para reproducción en radio, para la banda sonora de una película o para uso particular).
• Healthcoin. Aún no se ha lanzado, pero tiene como objetivo la prevención de la diabetes. Con una cinta en la muñeca que permite medir los indicadores de sangre, el usuario recibe una recompensa cuando sube la información y cuando sus mediciones reflejan una mejoría en su estilo de vida. El proyecto incentiva la vida saludable y genera también una base de datos sobre cómo se van manifestando las enfermedades para que ayuden al desarrollo médico-científico.
• Substratum. Provee un hosting descentralizado. Se trata de una red de código abierto que permite a cualquier persona asignar recursos informáticos inutilizados para hacer una Internet más democrática y justa. Todos los que ejecutan un nodo de de la red obtienen un pago en criptomonedas cada vez que sirven contenido.
• Wificoin. Todavía no se lanzó, pero promete permitir a los usuarios ganar wificoins facilitando el acceso a Internet de otros usuarios a través de su router. Oxygen, un software de código abierto que se instala en el router, fue diseñado para registrar estos intercambios en la blockchain.
• Twister. Es considerada la versión blockchain de Twitter, basada en los protocolos peer-to-peer (red entre pares) de Bittorrent y de Bitcoin. La mayor diferencia es que Twitter consolida grandes cantidades de información de los usuarios, cosa que no sucede en el sistema encriptado y descentralizado de Twister.
• Synereo. Twister es a Twitter lo que Synereo a Facebook. Este sistema retribuye con moneda a los creadores de contenido de calidad, ya que a mayor nivel de viralización, mayor la cantidad recaudada. Retribuye también a los usuarios que contribuyan a curar e identificar el contenido más valioso para los distintos grupos de la comunidad.
• Lunyr. Es la versión blockchain de Wikipedia, una base de datos de conocimiento en la que los usuarios generan contenido y, tras ser aprobados por sus pares, reciben una compensación en luns.
• Ambrosus. Se creó para poder hacer un seguimiento de alimentos de punta a punta. El fuerte es el alimento para infantes, aunque pretenden expandirse a alimentos agrícolas y productos de cosmética. Combina sensores de tecnología de punta, con el protocolo de blockchain y smart contracts (contratos inteligentes) para garantizar la calidad, la seguridad y el origen de los productos a lo largo de la cadena de valor.
• Decent. Es la versión de Amazon para la publicación y venta de contenidos digitales. En su plataforma se intercambian libros, música, películas y cualquier tipo de publicación, por moneda decent. Además de proteger los derechos de autor, su principal virtud es impedir la censura, es por esto que los mercados con mayor potencial son China y todos aquellos países bajo regímenes autoritarios.
• PotCoin. Es una solución de criptomoneda, red y banca digital ultra segura para la industria de la marihuana legal, un mercado global de 100.000 millones de dólares. Además del comercio, la plataforma conecta a los consumidores de cannabis, permitiéndoles interactuar, realizar transacciones y comunicarse.
• Abbra. El mayor flujo de dinero de los países desarrollados hacia los del tercer mundo no proviene de las inversiones corporativas ni de las ayudas gubernamentales, sino de las mesadas que los trabajadores envían a sus familias a sus países de origen, que en 2017 llegaron a 450 billones de dólares anuales según datos del Banco Mundial. Mientras que Western Union demora varios días y cobra una comisión de hasta 10%, Abbra, una billetera virtual que permite gestionar activos en Bitcoin y Ethereum, concreta las transacciones en minutos y su costo es de 2%.
• Augur. Es una plataforma de apuestas, que tiene la ventaja de que, a medida que un evento se hace más o menos probable, se puede comprar o vender la participación adquirida. A diferencia de las apuestas tradicionales, en las que se pierde todo si no se acierta el resultado, con esta modalidad se puede obtener ganancias no sólo acertando, sino con el trading de las acciones.
• Mysterium Network. Es un software desarrollado para generar una VPN basada en una cadena de bloques y funciona como un mercado que permite comprar o vender tráfico de red y navegar a través de una conexión segura.

Alejandro Sewrjugin, economista de la UBA y creador de una nueva teoría económica basada en blockchain y criptomonedas llamada Economía PHI (que propone el concepto de la economía movida por propósitos), dice que la Argentina es un país pionero en el tema y hay cada vez mas emprendimientos locales que desarrollan proyectos en este área. Algunos de ellos son:

• Signatura. Funciona como un escribano online mediante contratos inteligentes y firmas digitales registradas en blockchain.
• Rootstock. Se trata de una plataforma pionera en el mundo que agrega nuevas funcionalidades y versatilidad a los contratos inteligentes.
• Qubistry.co. Es una iniciativa que promueve el voto a través de la blockchain.
• Diventi. Proporciona servicios de educación, consultoría y desarrollo de proyectos en diferentes blockchains y criptomonedas.
• Decentraland. Es un juego similar a Second Life, un mundo virtual que tiene su propia criptomoneda, MANA, utilizada dentro de la plataforma para comprar tierras virtuales y otros productos o servicios como parte del juego.
• Ripio Credit Network. Es una red de crédito global, basada en blockchain y con una criptomoneda propia, descentralizando la forma en que se da cualquier tipo de préstamo. Recientemente cerró un acuerdo con Decentraland para brindar "préstamos" dentro de su mundo virtual para los compradores de tierras y desarrollos de comercios que se hagan allí.
• Crowdjury. Ya evolucionó y se convirtió en un proyecto global, ahora llamado Klerios, que impulsa una "justicia descentralizada global".
• Democracy.earth. Aunque se inició en la Argentina, hoy tiene sede en Estados Unidos, y promete el desarrollo de una Democracia peer-to-peer o persona a persona.

Sewrjugin menciona también sitios más tradicionales de compra-venta y billetera digital de bitcoins y criptomonedas como Bitex, Satoshi Tango o Ripio mismo.

Muchos de estos emprendimientos surgieron en el Espacio Bitcoin de Buenos Aires, donde funciona también Asociación Civil Decodes "Bitcoin Argentina", que ofrece charlas abiertas todos los jueves, y es sede de la prestigiosa Labitconf.

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