Crece el apetito por los mercados emergentes
Atraen inversiones a medida que se calman los temores sobre la crisis de deuda europea
Los mercados emergentes atraviesan una racha positiva, ya que los inversionistas dejaron atrás los temores causados por la crisis de deuda soberana de Europa y se ven atraídos por la posibilidad de un fuerte crecimiento en el mundo en vías de desarrollo.
Muchas monedas ya no se mueven en tándem con el euro, lo que impulsa la confianza en un auge sostenido de los países emergentes pese a que Europa se tambalea en su camino hacia una solución a largo plazo para su crisis.
Las 25 divisas en el Índice MSCI de Monedas de Mercados Emergentes subieron 4% en enero, superando el desempeño de la mayoría de los otros activos, con la excepción de las acciones. Eso se compara con un aumento de 1,8% en el valor del euro contra el dólar y una subida de 2,2% en el Índice de Commodities Goldman Sachs. El índice bursátil Standard & Poor’s 500 avanzó 4,3% el mes pasado.
Los fondos de bonos de mercados emergentes volcaron US$907 millones durante la semana que terminó el 25 de enero, el mayor valor desde agosto de 2011, según el proveedor de datos EPFR Global. De forma similar, los compromisos con fondos de bonos en moneda local también han regresado a niveles vistos por última vez en agosto, con US$373 millones en flujos que ingresaron en la semana que cerró el 25 de enero. Inversionistas extranjeros a menudo compran deuda de mercados emergentes denominada en divisas locales como forma de ganar exposición tanto a los frecuentes altos retornos del bono como a la moneda subyacente.
En los últimos meses de 2011, los inversionistas se alejaron de los mercados emergentes en busca de la seguridad que les brindaba el dólar y los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Temían que la zona euro estuviera a punto de desmembrarse y que las cesaciones de pago de deuda soberana desataran una crisis financiera global.
Algunos inversionistas afirman que el péndulo oscila más a favor del "desacoplamiento" y apuestan a que la crisis de Europa no causará el tipo de contagio que se produjo durante la crisis financiera en 2008-2009 o incluso durante la época más preocupante del año pasado.
Desde la crisis de crédito de 2008, cuando los mercados emergentes repuntaron con rapidez, la posibilidad de un crecimiento sólido superó el temor de volatilidad, afirma David Creighton, presidente de Cordiant Capital, una empresa de inversión que se concentra en mercados emergentes. "El apetito por (mercados emergentes) ahora es más alto que antes", sostiene. "Hay un cambio de percepción de que las oportunidades están en los mercados emergentes mientras el mundo occidental está en un estado de confusión sobre el futuro cercano".
Sin dudas, algunos no están convencidos de que todos los mercados emergentes han cortado completamente sus lazos con la crisis de la zona euro.
"Se podrían seguir estas tendencias de corto plazo y sufrir las consecuencias", señala Robert Abad, gestor de portafolio de Western Asset Management, en referencia a los pronunciados saltos en el peso mexicano y la lira turca.
Si la crisis europea empeora, las monedas de mercados emergentes probablemente vuelvan a alinearse con el euro. "A largo plazo, (los mercados emergentes se están) desacoplando", indica Eric Fine, director ejecutivo de estrategias G-175 en Van Eck Global, una gestora de activos mundiales. Pero a corto plazo, "hay mucha madera seca y una pequeña chispa podría crear un grave incendio".
John Carlson, un administrador de portafolio de Fidelity Investments que supervisa US$5.600 millones en activos de mercados emergentes, afirma que está volviendo a comprar bonos denominados en pesos mexicanos y liras turcas. Pero compra la deuda principalmente para obtener exposición a monedas que prevé tendrán un buen desempeño.
La lira turca y el peso mexicano han subido 6,8% frente al dólar este año. La rupia alcanzó un mínimo récord el 15 de diciembre contra el dólar, al caer más de 20% en cuatro meses. En enero, subió 8,6% desde su mínimo.
Se proyecta que la tasa de crecimiento de India se desacelerará a 7%, desde más de 8% el año pasado. Pero ese valor supera ampliamente incluso los pronósticos más optimistas para Europa. Los inversionistas también están comprando la rupia debido a la baja deuda externa del país, su cómodo nivel de reservas en moneda extranjera, y las sólidas demanda y producción internas.
The Wall Street Journal