Coronavirus. El mapa que revela el vínculo entre el tráfico aéreo y la propagación del Covid-19
El color aparece con especial intensidad en Europa, en la costa este de Estados Unidos, en Asia Oriental. Aunque se trata de dos mapas que grafican cosas absolutamente distintas, en ambos se advierte el mismo patrón. Los trazos que reflejan la densidad del tráfico aéreo internacional y los que registran los casos de Covid-19 confirmados en el mundo muestran una "extrema coincidencia", según un ejercicio de superposición hecho por los médicos Enrique Casal, Edgardo Vázquez y Hugo Catalano.
"Las enfermedades muchas veces precisan de un vector que las traslade de un sitio a otro. En el caso del dengue, por ejemplo, ese vector es el mosquito. En este caso, el sistema aerocomercial estaría funcionando como un sistema de inoculación de carga del virus que genera la enfermedad", explica a LA NACION Casal, que es director de Casa Médica y junto a sus dos colegas está trabajando en un paper sobre el tema.
Para la comparación, los médicos tomaron dos mapas que son de acceso público y contemporáneos. Por un lado, el que muestra la geolocalización de casos confirmados de Covid-19 generado por el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins y, por otro, el que refleja el transporte mundial por vía aérea, proporcionado por Environmental Systems Research Institute (ESRI), una compañía internacional líder en sistemas de información geográfica.
Casal señala que, mientras en algunos países, como España, Italia y Estados Unidos, la enfermedad mostró un patrón agresivo de morbilidad y mortalidad y generó "consecuencias dramáticas", en otros, como Singapur, Australia o la Argentina, se asiste a una propagación más lenta y parsimoniosa. Esto puede explicarse en parte por las medidas impuestas en cada lugar, pero también puede estar relacionado con un menor nivel de circulación internacional en el segundo grupo de países, dado que no se trata de grandes nodos de interconexión global.
"Presumimos que la propagación y la agresividad internacional de la enfermedad de Covid-19 pueden ser explicadas, en cierto grado, por las diferencias en la cantidad de virus activos transportados por individuos con potencial de transmisión", explica Casal, lo que varía notablemente de acuerdo al entramado del tráfico aéreo. Señala que, más allá de los controles que se realizan, hay que considerar los casos de personas asintomáticas que abordan aviones y pueden contagiar sin saber que están infectados.
De todos modos, Casal asegura que no es la primera vez que se registra un vínculo entre el transporte aéreo y la propagación de una enfermedad. "Ya se sabe que una mayor movilidad humana, en gran medida impulsada por los viajes aéreos, está llevando a un aumento en la frecuencia y el alcance de las epidemias de enfermedades infecciosas", apunta. A modo de ejemplo menciona la pandemia de influenza H1N1, que se originó en México en 2009, y el MERS-CoV, que surgió en Arabia Saudita 2012, dos referencias históricas de esta forma de transmisión.
En este caso puntual de la pandemia del nuevo coronavirus, el médico considera que una coincidencia tan clara en los dibujos de los dos mapas analizados debe ser tomado como insumo para el diseño de medidas de prevención adecuadas.
Casal recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) inicialmente aconsejó practicar pruebas de detección al momento de ingreso y salida de los países con riesgo de originar o recibir la transmisión y pidió que las medidas tomadas no generen restricciones innecesarias de tráfico internacional.
Sin embargo, después de las oleadas de transmisión inicial un gran número de gobiernos nacionales decidieron imponer restricciones cada vez más severas al transporte aéreo de pasajeros, y es de esperar que, por el riesgo que implica, sean muy cuidadosos en el restablecimiento de ese flujo.