El exministro de economía Hernán Lacunza estuvo en Odisea Argentina y allí planteó tres políticas básicas en las que el país debería ponerse de acuerdo para hacer frente al "virus" que aparezca una vez que se supere el coronavirus. En relación a esto remarcó la importancia de entender que "el subdesarrollo" del país es anterior a la pandemia. Y proyectó: "No hay política pública que pueda compensar la caída que se viene".
"El detonante es el virus, que es externo y común a todo el mundo, pero tiene un impacto particular en la Argentina por falencias propias", expresó Lacunza. "No confundamos nuestros problemas con factores externos que lo desencadenan, pero no provocan la gravedad de la situación sino que esto tiene que ver con nuestro subdesarrollo secular", enfatizó. Para él, atribuir los problemas a estos factores externos es "la excusa perfecta" para volcarse a un Gobierno "más aislado del mundo" y "con slogans como 'más Estado'". Respecto de esto último se preguntó: "¿Cómo lo vamos a financiar".
Entonces, el exfuncionario planteó: "Hay un set de políticas básicas en las que tenemos que estar de acuerdo porque es cuestión de tiempo para que aparezca otro virus, es inexorable". Y luego dio las bases de esos acuerdos que deberían hacerse. "Aislarnos no nos va a llevar a ningún lado", comenzó, y marcó su rechazo a la decisión del Gobierno de dejar de participar de las negociaciones externas con el Mercosur. "Nos fuimos, pero volvimos; no está muy claro", criticó. E ironizó: "Ningún país pudo desarrollarse en la periferia, en los confines de la tierra, lejos de los lugares de producción y consumo mundial".
En segundo lugar, puntualizó: "Podemos 'desahorrar' un tiempo, no todo el tiempo. No funciona diciendo: 'Los años buenos nos gastamos todo lo que tenemos y los malos, nos gastamos lo que no tenemos". Y concluyó diciendo: "El Banco Central no está para financiar al Tesoro porque eso es inflación, y la inflación la pagan las pobres. Este es el país del Don Pirulero: nadie está contento con la sociedad que formamos".
Tal como remarcó, el sistema sanitario del país es "frágil". "Esto nos obliga a sobrereaccionar con una cuarentena muy estricta, asumiendo los costos porque tenemos pánico de que entre en el conurbano porque puede hacer un desastre y porque no confiamos en la capacidad de respuesta de ese sistema sanitario fragmentado", explicó el exministro de economía.
Para Lacunza el país "está en un pantano desde hace cuatro o cinco décadas" y el coronavirus "corrió el velo" para mostrar la pobreza del país que -según dijo-, desde 1987, alcanza un promedio del 35%. Y agregó: "La reacción del Estado hasta acá ha sido primitiva e insuficiente, pero no por falencias del Gobierno sino que primero es por una falta de recursos, porque la Argentina no tienen ni ahorro ni crédito". Además, argumentó que el Estado se encuentra con dificultades estructurales para llegar a los más vulnerables, como el hecho de que una gran cantidad de personas tiene trabajos "informales".
¿Default virtual?
Tal como proyectó, en dos meses la situación del país estará "más complicada" desde el plano económico porque se verán cuestiones que hoy "se están incubando, como la recesión". "No hay política pública que pueda compensar la caída que se viene, que será de 10 puntos", señaló. Lacunza anticipó: "Cuando salgamos de la cuarentena, que no puede ser eterna, el efecto de la emisión se va a sentir en los precios; no en una hiperinflación pero sí en un fogonazo inflacionario".
Además, ante la crítica que hace el Gobierno de que el macrismo dejó al país en un "default virtual", el economista dijo: "El default virtual no existe. El default tiene consecuencias jurídicas, económicas y financieras que no ocurrieron". Y siguió: "En el contexto en el que me tocó ser ministro de Economía uno elige lo menos malo, no reformas a largo plazo, para evitar la hiperinflación, el corralito, el default y una nueva ronda de devaluación".
En ese sentido, explicó que debió tomar "medidas antipáticas como los controles cambiarios y el reperfilamiento". "El reperfilamiento no es un default", aclaró. Y lanzó: "El beneficio de un default o del 'paga Dios' se agota en una noche. Hay que hacer todo lo posible para evitar caer en un default no por los acreedores sino por los pobres, que son los que más lo sufren".
Según dijo, la oferta del Gobierno para el pago de la deuda está bien orientada. "El ministro [Martín Guzmán] me parece una persona seria, que tiene una cualidad poco frecuente en la política argentina, y la oferta lo refleja, que es que está más preocupado por el futuro que por el presente, y eso es bastante inédito en la Argentina".
Sumado a esto dijo que la propuesta "es amarreta, para que no tengamos un problema de deuda en unos años; y arriesgada, porque los riesgos son asimétricos y complican al presente y al futuro". Y agregó, como tercer atributo, que la oferta es inteligente: "Se dejó palancas para activar en los intereses, capitales y plazos, y hay que activarlos cuando sea oportuno". Para Lacunza, "el mejor negociador es el que sabe cuándo y cuánto aflojar".
"Los acreedores no tienen patria y pedir que la tengan sería infantil", enfatizó a continuación, y los comparó con los empresarios, quienes -dijo- en cualquier parte del mundo intentarán ganar lo máximo posible. "Pretender una conducta altruista es poco conducente".
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