Confusión y expectativa en las empresas por el posible fin de los controles de precios tras 17 años
Algunas firmas celebran que con Javier Milei se terminarían las intervenciones, mientras que otras reclaman seguir contando con interlocutores en el Gobierno; las pautas de Precios Justos ya no se respetan y podría haber más aumentos durante este mes si se devalúa el tipo de cambio oficial
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Hay una combinación entre expectativa y confusión en los sectores que se dedican a la fabricación de productos de consumo masivo, supermercados y otros puntos de venta de bienes y servicios en la Argentina. El presidente electo, Javier Milei, así como otras de sus principales terminales, confirmaron que la Secretaría de Comercio dejará de cumplir con las funciones que tiene ahora, principalmente vinculadas al control de precios.
Además, se descarta que el gobierno de La Libertad Avanza no desarrollará conductas coercitivas sobre el mercado. De esa manera, una parte de la economía se encamina hacia una situación novedosa: con el fin de una de las principales herramientas del kirchnerismo, sectores que manejan miles de millones de pesos de forma diaria se orientarán de acuerdo con la oferta y la demanda.
Mientras algunos festejan la novedad, otros reclaman seguir contando con interlocutores en el Gobierno como si necesariamente tuvieran que existir. Igualmente, la mayoría de las compañías no está cumpliendo con la pauta vigente del programa “Precios Justos” y los aumentos en supermercados se aceleran. De hecho, días después del balotaje comenzaron a llegar a las cadenas listas con hasta 40% de aumento.
El primer empresario en expresarse públicamente sobre el virtual fin de la Secretaría de Comercio -en su versión actual- fue el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja. “Nunca creímos en los controles de precios”, dijo el jueves antes de ingresar en la conferencia industrial de la UIA. De esta forma, se adelantó al encuentro de la Copal, que se llevará a cabo mañana para analizar más la cuestión de fondo.
“De los intercambios que tuve con otras empresas, mi interpretación es que la Secretaría de Comercio quizás siga funcionando, pero la parte de regular precios no va más y no nos sorprende que así sea. Nos hubiera sorprendido que, tras el triunfo de Milei, hubieran continuado interviniendo, controlando precios, regulándolos. Así que no nos sorprende y, por supuesto, estamos totalmente a favor de esa decisión”, sumó un representante de una firma que integra la entidad.
Sin embargo, desde otra compañía del sector alimenticio dijeron que estaban a la espera de ver quiénes serán los próximos interlocutores del gobierno libertario en cada tema. En el mismo sentido, desde un supermercado señalaron que “falta entender la interlocución” y que eso es clave porque si no “resulta imposible pensar en escenarios”.
“Hay algunos presos a los que les da miedo cruzar la calle cuando salen en libertad”, opinaron otras fuentes del supermercadismo, y remarcaron que “hay que entender que en los últimos 17 años, desde que llegó Guillermo Moreno a la Secretaría de Comercio, se ha vivido en otro régimen”.
“Esto es como la transición en los países donde hubo socialismo real y después se pasa al sistema capitalista. No están preparados. Pero si se produce una desbandada de precios, los que son siempre fronting son los supermercados, porque el acto doloroso sucede en la caja”, continuaron.
En los hechos, desde una cadena de supermercados dijeron que, desde las declaraciones de Milei, más empresas se están adelantando a los ajustes que se esperaban para diciembre, de entre 35 y 40 puntos, que es la diferencia que había entre el canal supermercadista y el canal tradicional (pequeños autoservicios, almacenes, negocios de barrio) sin Precios Justos.
“Hay montones de marcas de todos los rubros y colores que no siguieron la pauta de la Secretaría de Comercio (5% de tope de aumento para los productos básicos y 12% para los no básicos en noviembre, mientras que todos podían aumentar un 8% en diciembre). Ya están yendo a eso o avisaron que es lo que van a hacer en breve”, describieron.
Esta sería solo la primera suba para el caso de los supermercados. Resta ver cuánto más se actualizarían los precios de los productos en todos los canales si se devalúa el tipo de cambio oficial en diciembre, algo que descuentan en otra empresa alimenticia.
“Técnicamente, hay que ver a qué tipo de cambio queda el dólar oficial y eso se va a pasar a precios. Nosotros no estamos pasando listas y los supermercados nos llaman porque se quedan sin mercadería. Pero nadie sabe cuáles van a ser los costos este mes. Hay empresas que están tirando listas con números exorbitantes a un tipo de cambio oficial de $1000 porque buscan cubrirse, pero eso es no querer vender”, afirmaron.
El programa Precios Justos fue una de las apuestas de Sergio Massa después de asumir en el Ministerio de Economía. Lanzado en noviembre de 2022, inicialmente consistía en una canasta de 1700 productos de consumo masivo cuyos precios se mantenían congelados en supermercados por 120 días. El resto tenía una pauta de aumento mensual de hasta el 4%, que era el objetivo de inflación mensual de Massa en aquél entonces.
Pero, con el correr de los meses y con la aceleración de la inflación, la canasta congelada dejó de tener tanto peso y se hizo énfasis en el sendero para el resto de los productos, que llegaron a ser 50.000 entre los de consumo masivo y otros rubros.
Una historia repetida
Según el economista, sociólogo y exsecretario de Programación Económica, Juan José Llach, los llamados controles de precios nacieron durante los primeros dos gobiernos de Juan Domingo Perón con los funcionarios Miguel Miranda y Alfredo Gómez Morales. En todas sus versiones, terminaron fracasando porque no fueron acompañados por políticas fiscales y monetarias claras, solventes y sostenidas.
El antecesor directo de Precios Justos fue Precios Cuidados, lanzado a principios de 2014 por el entonces ministro de Economía de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, sucesor de Moreno, quien había arrancado con los controles en 2006.
El programa continuó durante la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019), aunque disminuido en su peso relativo en cuanto al porcentaje que representaba en la facturación de las empresas. Fue relanzado por Alberto Fernández en enero de 2020. En el medio, no se logró controlar la suba de precios.
“La inflación crónica se ha convertido en un hábito pernicioso que es muy costoso y muy difícil de erradicar. Pregúntenle al ministro Massa. Su antecesor, Martín Guzmán, tuvo, redondeando, 50% de inflación anual. Massa terminará con cerca del 200%. Es muy fácil aumentar la inflación, pero muy difícil bajarla. ¿No será que Milei llegó a la Presidencia por este hartazgo de la inflación?”, apuntó Llach, y dijo que la tarea esencial de la Secretaría de Comercio debería ser vigilar que haya competencia, lo cual es muy distinto a controlar precios.
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