Con una serie de anuncios, BP pretende dar vuelta a la página
En un intento por dejar atrás el desastroso derrame de petróleo en el Golfo de México, BP PLC anunció un cargo contable antes de impuestos de US$32.000 millones, detalló planes para desprenderse de US$30.000 millones en activos, confirmó la partida de su vilipendiado presidente ejecutivo y prometió convertirse en una "compañía diferente" y más concentrada en la seguridad.
A pesar de los anuncios, algunos inversionistas lamentaron que BP haya perdido una oportunidad de hacer una limpieza total y romper de una vez por todas con su atribulado pasado.
Las decisiones son un intento de la petrolera británica por comenzar a dar vuelta la página de una catástrofe que ha borrado casi 40% de su valor de mercado y ha puesto en duda su futuro en Estados Unidos. Las medidas coincidieron con la revelación de una pérdida de US$17.000 millones en el segundo trimestre, una de las mayores en la histo¬ria británica.
BP triplicó su objetivo previo de venta de activos de US$10.000 millones a US$30.000 millones, un paso que la hará concentrar sus recursos en áreas de alto crecimiento como las aguas profundas del Golfo de México y las zonas petrolíferas ultramarinas en Angola y Libia. Los analistas consideran que BP venderá yacimientos petrolíferos en Argentina, Colombia y Venezuela, y podría reducir sus posiciones en Alaska y el Mar del Norte. En total, los US$30.000 millones en activos podrían representar casi 10% del valor de BP y alrededor de 8% de su producción.
BP parece segura de encontrar numerosos interesados por sus activos. Un reciente acuerdo para vender a Apache Corp. activos de gas natural en Norteamérica ya le proporcionó unos US$7.000 millones.
La compañía también divulgó formalmente el martes que había designado a Robert Dudley, un estadounidense que se incorporó en 1998, como reemplazo de Tony Hayward en la presidencia ejecutiva. Su tarea será reestablecer la reputación y credibilidad de BP en EE.UU., donde Hayward se convirtió en el blanco predilecto de las críticas a los esfuerzos de la empresa por contener la catástrofe medioambiental.
En sus primeros comentarios públicos tras su nombramiento, Dudley dijo a los periodistas que "no había dudas" de que BP se convertiría en una "compañía diferente" tras el desastre en el Golfo de México.
Aún así, el principal mensaje que proyectó fue de continuidad. Dudley alabó a Hayward por llevar a cabo un cambio de cultura en BP, con un nuevo énfasis en operaciones seguras y confiables, e indicó que ahora había una necesidad de acelerar ese cambio.
Dudley añadió que la industria petrolera y gasífera mundial necesita revisar sus sistemas de seguridad y los equipos usados en aguas profundas, y replantear sus relaciones con las empresas contratistas. Los esfuerzos por determinar qué ocurrió a bordo de la plataforma Deepwater Horizon se han visto complicados por las acusaciones mutuas entre BP y otras compañías presentes en la plataforma, como Transocean —la propietaria y operadora de la plataforma— y Halliburton Co., que hizo las operaciones con cemento en el pozo.
Los cambios anunciados el martes no fueron suficientes para algunos accio¬nistas, que esperaban que la junta directiva de BP nombrara a una persona ajena a la petrolera con instrucciones de emprender una reestructuración completa. Muchos albergan dudas desde hace tiempo sobre la cultura de seguridad en la compañía, que sufrió una explosión en una refinería de Texas City en 2005 en la que fallecieron 15 trabajadores y un gran derrame de crudo en Alaska al año siguiente.
Dudley "no es una nueva escoba", dijo Ivor Pether, gestor de fondos de Royal London Asset Management. Por muy bien considerado que esté, "como persona que viene de las filas de la compañía, uno se pregunta si tiene el apetito para llevar adelante un cambio radical en BP", agregó.
Varios inversionistas manifestaron que sostuvieron reuniones con Hayward y otros altos ejecutivos el mes pasado en las que les prometieron que la catástrofe del Golfo provocaría un cambio fundamental de dirección en la compañía. Hayward incluso habría dicho que BP podría considerar deshacerse de sus activos de refinación para centrarse en exploración y producción, un cambio que eliminaría a BP de la lista de superpetroleras como Exxon Mobil Corp. y Royal Dutch Shell PLC.
En los anuncios del martes, sin embargo, no hubo ni rastro de una estrategia tan ambiciosa. Un vocero de BP confirmó el encuentro de Hayward con los inversionistas, pero declinó referirse a la naturaleza de las conversaciones.
Una fuente cercana señaló que es improbable que Dudley lidere un giro radical en BP. "No se trata de reinventar la rueda, sino de hacer que funcione mejor", aseveró.
La situación de BP ha mejorado desde junio. El precio de su acción ha repuntado y la compañía por fin logró bloquear la
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