Con su receta de ajustes, Grecia extiende un puente a los acreedores
BRUSELAS—Los acreedores de Grecia sugirieron por primera vez que un acuerdo para impedir que el país caiga en cesación de pagos es factible después de que el gobierno de Atenas presentara el lunes una propuesta de última hora con concesiones importantes sobre los recortes a las pensiones.
Cualquier acuerdo de rescate con Grecia tiene que tener una "cierta visibilidad" durante al menos un año y utilizar los fon-dos restantes del actual plan de rescate, dijo la canciller alemana ,Angela Merkel, al concluir una reunión cumbre de líderes europeos. Sus comentarios ofrecen la visión más concreta sobre la forma que podría adoptar un acuerdo definitivo, si bien Merkel resaltó que los líderes de la zona euro no trataron escenarios específicos para extender el rescate griego.
Merkel agregó que las nuevas propuestas del gobierno griego eran "un buen punto de partida para nuevas conversaciones", aunque "todavía queda mucho por hacer y el tiempo es muy breve".
Los acontecimientos del lunes, que tuvieron lugar durante una ráfaga de reuniones entre el gobierno griego, líderes de la zona euro, ministros de Finanzas y representantes del Fondo Monetario Internacional, representan una luz de esperanza en un momento en el que el ánimo en las grandes capitales europeas sobre la suerte de Grecia era sombrío. Después de los encuentros de la semana pasada entre Grecia y sus acreedores, muchos temieron que el país heleno se dirigiera hacia una cesación de pagos de su deuda la próxima semana y una salida de la zona euro en los meses siguientes.
Los líderes de la zona euro dijeron que aún tienen trabajo por hacer para que las cifras del gobierno griego estén en línea con las exigencias de los acreedores. De todos modos, la oferta griega representa un punto de inflexión en un momento en que Atenas necesita nuevos fondos antes del 30 de junio, cuando vence un pago de 1.540 millones de euros, US$1.645 millones, al FMI.
"Se han producido algunos acontecimientos prometedores, como las conversaciones de hoy", dijo Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. "Las últimas propuestas griegas representan el primer avance en muchas semanas".
Los mercados de acciones y bonos europeos acogieron la noticia con beneplácito. El índice de acciones líderes de la Bolsa de Valores de Atenas se disparó 9%, mientras que el DAX, de la Bolsa de Fráncfort, subió 3,8%, su mayor alza desde 2012. El indicador Stoxx Europe 600 avanzó 2,25%, mientras que el CAC 40, de la Bolsa de París, trepó 3,8%.
Los precios de los bonos soberanos de Grecia también se dispararon y el rendimiento del bono del país a 10 años (los rendimientos se mueven en dirección opuesta al precio), cayó cinco puntos porcentuales a 22,9%. El optimismo se propagó a la deuda soberana de España e Italia, cuyas rentabilidades descendieron a 2,09% y 2,14%, respectivamente.
"Ambas partes han demostrado en los últimos días que les conviene encontrar un acuerdo y eso es algo que está infundiendo confianza entre los inversionistas", manifestó David Vickers, gestor sénior de portafolio de Russell Investments, que administra unos US$272.000 millones en activos. En EE.UU., el Promedio Industrial Dow Jones subió 103,83 puntos, 0,6%.
Aún queda trabajo por delante. Una evaluación inicial realizada por las instituciones que supervisan el rescate griego, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, concluyó que las propuestas presentadas por el gobierno de Atenas eran "amplias y abarcadoras", manifestó Jeroen Dijsselbloem, el ministro holandés de Finanzas que presidió las negocia-ciones. Sin embargo, "hay que estudiar los aspectos específicos para ver su impacto en términos fiscales y determinar si las reformas son lo suficientemente amplias para sentar las condiciones para un despegue económico", añadió.
Alemania mantiene su escepticismo sobre la capacidad de Grecia de cumplir sus promesas. En una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, Wolfgang Schäuble, ministro alemán de esa cartera, abogó por la imposición de controles de capital en Grecia para frenar la fuga de depósitos de los bancos del país, según fuentes cercanas. Otros participantes en el encuentro indicaron que por el momento sería una medida demasiado drástica.
Grecia insiste en que los gobiernos ofrezcan promesas más firmes de reestructuración de su deuda como parte de un convenio, una zanahoria que ayudaría al primer ministro, Alexis Tsipras, a conseguir la aprobación de un acuerdo en el Parlamento griego, donde la izquierda es una fuerza poderosa.
Las negociaciones se han estancado debido a dos medidas de austeridad, recortes al sistema de pensiones y alzas del impuesto al valor agregado, que en opinión de los acreedores son necesarias. Grecia, sin embargo, insiste en que provocarán una recesión. Tsipras se ha mostrado renuente a hacer nuevas concesiones que son difíciles de digerir para su partido de izquierda Syriza, que ha criticado en todos los tonos las condiciones impuestas por el rescate.
La nueva propuesta griega, presentada formalmente a los acreedores el lunes en la mañana, proyecta ahorros e ingresos del sistema de pensiones equivalentes a 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) durante este año que ascenderían a 1% en 2016, indicaron tres fuentes al tanto de la iniciativa. Eso acercaría al gobierno griego a la meta exigida por los prestamistas.
Los temores sobre la situación del país llevaron a muchos griegos a retirar sus ahorros de los bancos en las últimas semanas y la fuga de depósitos ascendió a los 1.000 millones de euros al día. Muchos funcionarios sostienen que, de no mediar un acuerdo, el gobierno se verá pronto obligado a limitar los retiros de efectivo y las transferencias de euros al exterior.
"La presión del tiempo es nuestro mejor aliado en este momento", indicó el ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir. "Deberíamos aprovechar el envión".
El plan de Europa para reforzar sus cimientos
En medio de las tensas negociaciones entre Grecia y sus acreedores, funcionarios europeos comenzaron a estudiar un plan para corregir los defectos en la conformación de la zona euro en el que los países miembros deberían sacrificar un poco más de soberanía por el bien económico del bloque monetario.
El plan prevé que sus medidas más ambiciosas, como un presupuesto común para la zona euro, posiblemente demoren 10 años en entrar en vigor, lo que refleja los obstáculos políticos que se interponen para forjar una unión más estrecha entre las 19 naciones de la zona euro.
La hipótesis de una cesación de pagos de Grecia, empero, alimenta las especulaciones de que estos cambios puedan adelantarse. Nuestro columnista Simon Nixon asegura que la estrategia del primer ministro griego, Alexis Tsipras, de esperar a que Europa al final ceda podría dar un impulso inesperado a la eurozona.
—Gabriele Steinheuser, Tommy Stubbington y Josie Cox contribuyeron a este artículo.
Matthew Dalton y Viktoria Dendrinou