Con más personal, Boeing espera frenar problemas de producción del Dreamliner
Boeing Co. está empleando a cientos de contratistas para su planta de Carolina del Sur con el fin de reducir los problemas que han entorpecido las altas tasas de producción de su avión insignia, el 787 Dreamliner.
El gigante aeroespacial ya incorporó a 300 mecánicos e inspectores por contrato y podría elevar esa cifra a entre 500 y 1.000, según tres fuentes al tanto del reclutamiento. Estos trabajadores complementarán a los más de 7.000 empleados que ya tiene Boeing en Carolina del Sur, un número que incluye a subcontratados, pero mayoritariamente a empleados en la nómina de la empresa.
La medida es un cambio de dirección para Boeing, que a principios del año pasado prescindió de cientos de contratistas en un esfuerzo por reducir costos en la planta. Estos trabajadores usualmente ganan más que los empleados de nómina, sin incluir beneficios. Es un reflejo de la continua lucha de la empresa para impulsar la producción del moderno avión de fuselaje ancho y al mismo tiempo reducir costos.
La planta de North Charleston (Carolina del Sur) completa el ensamblaje de algunos Dreamliners y produce secciones de las partes del medio y de atrás del fuselaje de fibra de carbono que se usa en todos los aviones que fabrica Boeing. El año pasado, esta planta ensambló 14 de los 65 Dreamliners que se entregaron. Boeing aspira a elevar la cifra a un tercio de los 120 Dreamliners que planea fabricar y entregar este año.
Cuatro fuentes al tanto de la situación dijeron que conforme los empleados de North Charleston han duplicado la producción en el último año, las secciones de la parte media del jet —que miden de 25,6 a 31,6 metros— llegan a las líneas de ensamblaje finales con un número creciente de tareas pendientes. Una de las fuentes, un empleado del área de producción en North Charleston, dijo que el trabajo incompleto en las secciones medias del fuselaje ahora excede el nivel registrado en julio de 2011, cuando la planta suspendió sus entregas por un mes para ponerse al día.
Varias aerolíneas latinoamericanas, entre ellas Avianca, Aeroméxico y LAN, ya vuelan o están esperando la entrega de aviones Dreamliner.
Un vocero de Boeing confirmó "un aumento" en la incorporación de empleados contratistas en North Charleston, pero declinó dar detalles. Agregó, sin embargo, que necesitan "estabilizar" la producción de las secciones medias del cuerpo del Dreamliner al tiempo que introducen una versión más larga del modelo bautizada como 787-9, con más asientos.
Sin reducir el vuelo
Boeing dice que no tiene planes de reducir la producción o detener los envíos desde la planta de North Charleston a sus instalaciones de ensamblaje final. "Tenemos algunos retos que atender, pero no vemos ninguna amenaza a la capacidad del programa de cumplir con sus compromisos", afirmó.
Para facilitar altas tasas de producción, Boeing diseñó la cadena de suministro del Dreamliner de modo que la instalación de partes como las puertas de los pasajeros, los sistemas hidráulicos, electrónicos y de plomería se hiciera de forma previa y así permitir que el proceso final de ensamblaje resultara más rápido. Eso hace que la producción de las secciones del fuselaje como las que se fabrican en North Charleston sea más complicada.
Boeing inició la producción en la planta de Carolina del Sur en 2011, a la que también ha trasladado trabajadores de otras fábricas del país.
En febrero de 2013, la empresa reveló que se estaba deshaciendo de cientos de los más de 6.700 empleados que tenía entonces en su planta de North Charleston, siendo los despedidos en su mayoría trabajadores subcontratados que llevaban años en la operación. Desde entonces, Boeing ha sumado cientos de empleados adicionales a la planta.
Muchos trabajadores experimentados han sido sacados de dos de las instalaciones más pequeñas de Boeing para ser trans-feridos al campus de North Charleston y así acelerar las entregas de Dreamliners ensamblados, dijeron dos personas al tanto de la producción. Varias de las tareas incompletas en la parte media del fuselaje del Dreamliner están retrasando el ensamblaje final y la entrega de los aviones allí, agregaron.
El resto del personal que trabaja en las secciones del avión está siendo usado a su máxima capacidad, con horas extra de trabajo y un mayor volumen.
Boeing ha pasado apuros para atraer contratistas experimentados, señaló una fuente al tanto del reclutamiento. Según avisos de vacantes de empleo para puestos temporales, a los mecánicos e inspectores de ensamblaje se les ofrece salarios de US$23 por hora. Eso es más de lo que gana usualmente un trabajador de nómina de tiempo completo de la empresa, aunque mucho menos que entre los US$28 y US$45 por hora que se ofrecían por los mismo empleos en 2009, dijo un ex trabajador que fue contactado por un reclutador para que postulara a su viejo cargo. El contrato de este ex empleado fue cancelado como parte de los recortes del año pasado.
Boeing ha apostado gran parte de su futuro comercial al 787 y Wall Street está observando detenidamente las iniciativas de la empresa para satisfacer la demanda de jets y su plan de reducción de costos, sin dejar de alcanzar sus metas de rentabilidad.
Se espera que la próxima semana Boeing informe ganancias récord para su división comercial, gracias en parte a la manera como lleva la contabilidad del 787, la cual le permite al fabricante distribuir sus altos costos iniciales a través de 1.300 entregas y registrar hoy ganancias futuras.