¿Cómo se sostienen los grandes descuentos?
Las grandes ofertas y promociones han llegado para quedarse; las claves para saber aprovecharlos
La permanencia de grandes ofertas y promociones se ha transformado casi en una costumbre en el mercado argentino, avaladas por su impacto en las ventas. Pero, "cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía".
Gran parte de los consumidores mira con gran desconfianza los grandes descuentos, ante el temor de ser víctimas de un engaño.
La primera sospecha generalmente recae en los precios iniciales, probablemente abultados para poder hacer frente a los grandes porcentajes de descuento anunciados.
Si bien lo anterior no puede descartarse, no es conveniente concentrar toda la atención en dicho factor. De hecho las empresas utilizan alguna combinación de las siguientes herramientas para sostener las tentadoras ofertas y promociones:
Comparten los descuentos con los sponsors de la promociones
En el caso de los descuentos vigentes en supermercados, realizados en forma conjunta con bancos, el descuento total suele dividirse en proporciones iguales entre ambas partes. Es decir que si el descuento anunciado fuera del 20%, finalmente un 10% termina siendo aportado por el supermercado. En el caso que el descuento involucre puntualmente a algún producto, el impacto suele compartirse entre el proveedor del producto y el punto de venta.
Realizan los descuentos en productos o categorías de productos seleccionados
Aquí se aplica una tradicional táctica comercial conocida como "loss leader" o "líder en pérdidas". Esto significa que la empresa sacrifica un importante margen de rentabilidad en un cierto producto o categoría de productos, pero espera compensarlo con las compras adicionales de los clientes que concurren al local tentados por el descuento anunciado. Esto ayuda a diluir el impacto del descuento, ya que se combina con ventas adicionales a precios "llenos".
Aplican los descuentos a clientes seleccionados
Los descuentos casi siempre se aplican en forma focalizada o segmentada. El sólo hecho de entrar al local no es suficiente para acceder al descuento. Entre las barreras para obtener el beneficio se encuentran: poseer una determinada tarjeta de crédito o debido, la tarjeta propia de la cadena, una cierta tarjeta de fidelización, o pertenecer a algún grupo de clientes favorecido, como puede ser el caso de los jubilados. No todos los clientes que compran en un cierto momento cumplen con las condiciones anteriores, por lo cual no todas las ventas tendrán el máximo descuento anunciado.
Evitan la superposición de descuentos
La proliferación de descuentos con diferentes formatos, hace que en algunos casos extremos, si se acumularan todos los descuentos, la compra sería prácticamente gratis. Por esta razón, los comercios se aseguran de comunicar que las promociones se excluyen mutuamente, para que no se produzca un efecto cascada en los descuentos. También quedan fuera de las actividades promocionales aquellos productos cuyos precios se encuentren dentro del control directo del gobierno, que son generalmente los de margen más bajo.
Limitan el reembolso en concepto de descuento promocional
En muchas promociones se informa un límite de compra en cantidades de producto o un tope de reembolso en caso que el descuento se realice a través de alguna tarjeta. Esto contribuye a administrar el impacto del descuento en los resultados de la empresa, y también desalienta a la compra para almacenar para un tiempo prolongado o para la reventa del producto comprado.
Difieren el descuento para la próxima compra
Ciertas empresas otorgan sustanciales descuentos, pero solo aplicables en una próxima compra, en un rango de fechas establecido de antemano. Esta práctica permite a la empresa inducir a nueva visita de los clientes, y diferir en el tiempo el impacto de los descuentos. También ocurre que ciertos clientes que concurren tentados por el descuento en las compras futuras, luego extravían el cupón de descuento u olvidan utilizarlo en la fecha indicada. Así es que los descuentos emitidos, terminan siendo superiores a los finalmente utilizados. Algo similar ocurre en las empresas de cupones on-line, donde no todos los clientes que adquieren la oferta, terminan efectivamente realizando la compra.
Limitan la oferta a las compras de ciertas cantidades
Otra de las condiciones frecuentes para acceder a importantes descuentos es comprar una cierta cantidad mínima de un producto. Promociones del tipo "lleve 3 y pague 2" o "la segunda unidad al 70%" siguen este formato. Además de inducir a los clientes a comprar un volumen adicional al usualmente adquirido, este tipo de promociones permite que continúen pagando el precio "lleno" aquellos que optan por comprar una cantidad menor a la sugerida.